The Walking Dead: Protocolo A.Z [EDITANDO]

Capítulo 36: "Y ahora estás aquí"

Julia daba vueltas y vueltas por la habitación que se le había asignado. Las estaban vacías y perfectamente hechas, los marcos sin cuadros ni fotos lucían perfectamente alineados, y el vaso de agua de la mesilla junto a su cama no había sido tocado. Parecía una cápsula del tiempo.

Seguía sin ser capaz de creer cómo había sucedido todo. Primero Terminus había volado por los aires, haciéndolos huir de allí para no ser devorados por los caminantes que se acercaban al lugar atraídos por el ruido; después, dos desconocidos los habían perseguido por el bosque, apuntándolos con sus armas y amenazando con volarles la cabeza si no se arrodillaban; entonces los habían llevado a aquel almacén donde un grupo de desconocidos también llamaba a los zombies "caminantes" y, por último, los habían llevado a la universidad, donde Shane les había ofrecido un lugar en su grupo. Su grupo. El grupo de Shane. Sonaba a locura, pero no tanto como el hecho de que Shane había sobrevivido a la puñalada en el estómago que Rick le había propinado. Julia pensó en Rick, en la forma en que se trataron durante los meses que siguieron a la caída de la granja, y en cómo reaccionaría si se enterase de que Shane estaba vivo. Sacudió la cabeza; Rick nunca se enteraría, porque Rick nunca iría a la universidad.

Unos suaves golpes en la puerta la hicieron volver a la realidad. Se vistió rápidamente con la ropa que le habían prestado, se recogió el cabello -todavía húmedo por la larga y cálida ducha que se había dado en los vestuarios- en una coleta y corrió a abrir la puerta. En el largo pasillo estaba la chica rubia que había sido simpática con ellos cuando los llevaron al almacén. La muchacha tenía unos enormes ojos verdes y una sonrisa dulce en los labios, lo cual solo hacía que aumentar su atractivo. Julia la saludó con un asentimiento de cabeza.

-Solo he venido a darte la bienvenida. Soy Renn -la chica adelantó la mano al presentarse y Julia se la estrechó, todavía recelosa-. Siento todo lo del almacén, pero hay que tener cuidado con quién te encuentras en la carretera.

-Ya, bueno -murmuró Julia-. Lo entiendo -la sonrisa no se borró de los labios de Renn ni siquiera al escuchar el tono de Julia.

-La comida se sirve dentro de media hora. Shane me ha dicho que conoces la facultad, así que sabrás llegar a la cafetería. De todas formas, si necesitas algo, estoy dos habitaciones a la derecha, con Leah -Renn se despidió de ella con una nueva sonrisa, más amplia que las anteriores, y echó a andar por el pasillo a paso rápido.

Julia la observó durante unos segundos antes de recoger su automática de encima de la cajonera del dormitorio, cerrar la puerta y correr tras ella.

-¡Eh! -la llamó. Renn se detuvo y se giró sobre sus talones; la sonrisa seguía sobre sus labios- ¿Sabes dónde está Kit?

-¿Hershel? -preguntó la chica, divertida. Julia asintió con la cabeza, sin dejarse contagiar por su alegría- Está dándose una ducha, pero Ian lo llevará después al comedor.

-¿Sabes en qué habitación dormirá? -insistió Julia.

-Creo que en la del fondo del pasillo, pero puedo hablar con Carter para que os ponga juntos -propuso Renn. Julia asintió y se permitió una pequeña sonrisa de agradecimiento.

-Gracias.

-No las des -Renn se encogió de hombros y echó a andar de nuevo-. Te veo en media hora.

* * *

-Esto es como estar otra vez en el instituto -masculló Kit; consciente de todas las miradas que los estudiaban de arriba abajo, Julia no pudo hacer menos que darle la razón

La cafetería de la facultad estaba a rebosar. Julia contó no menos de cincuenta personas, desde niños hasta adultos que no sobrepasarían los cincuenta años. Las mesas, antaño repartidas por toda la sala, en aquellos momentos estaban colocadas en tres largas hileras alrededor de las cuales se desperdigaban las sillas. Julia vio a Renn, Leah, Luke e Ian, el chico que había acompañado a Kit al llegar, sentados en una de las filas de mesas, por lo que corrió hacia la esquina más alejada; si no tenía que hablar con nadie, mejor.