Las alas del ángel

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El chico lucía pálido, flaco, débil y confundido, Hinata se encargo del aseo personal de este cortándole el cabello y las uñas, así también se encargo de su higiene en cuanto aseo con toallas húmedas y necesidades fisiológicas, era  una enfermera dedicada, también solía ocuparse del aseo al anciano, usualmente cuidaba niños y ancianos, esta era la primera vez que atendía un hombre y aunque al principio se sentía muy avergonzada ya para esa fecha le era normal, más que gran parte del cuerpo de este estaba enyesado, por lo cual no había mucho que limpiar, el joven trató de hablar pero ella lo detuvo de ello y le dijo seguramente lo que quería oír y eso era el quién era ella, así que comenzó desde el principio cuando lo vio llegar al hospital, pasando por la parte de que Itachi la había contratado y que casi vivía en ese sitio, hasta el momento  en el que este despertó y la muerte de su compañero de habitación, Hinata le tocaba la cara embelesada no podía dejar de hacerlo y  tenía que llamar a un médico pero no podía, seguramente la sacarían de ahí y ella quería tenerlo junto a ella; en ese estado el joven lucía poco atractivo, pero a la ojiluna eso de las apariencias no importaba aunque después de sus reproches mentales sabía que debía llamar a alguien, así lo hizo y entro uno de los doctores del sitio ya que la Haruno había terminado sus labores de ese día.

El doctor lo examinó y concluyó:- tardará un buen tiempo en recuperarse, en ese tiempo no podrá salir de esta cama, la doctora Haruno tendrá que preescibir radiografías para ver el estado general de los huesos rotos, además de que al estar en coma hay que revisar sus funciones motoras, deberás cuidar que no intente moverse, que siga respondiendo, en cuanto a la respuesta de sus pupilas todo parece en orden ya que responde a la luz pero hay que tenerlo en observación, pasando de tema aún tendrás que seguir ayudándolo con lo de sus necesidades fisiológicas e higiene, de preferencia que no hable y la sonda aún deberá estar en su garganta, debiendo alimentarse como hasta ahora a menos que Haruno lo solicite ya que ella es quien tiene el caso en su totalidad y ella sabe del progreso del paciente y Hinata deberías hablar cuanto antes con su familia, a partir de ahora necesitará más cuidados y dudo que tu puedas manejarlo con tu horario y demás, esto no es lo mismo que cuidar de niños y ancianos y este tipo de pacientes no te corresponden, no podrás dedicarle el tiempo que requiere, estoy al tanto de la situación y deberías tomar el consejo de este viejo, me despido, cualquier problema ya sabes toca el botón y vendré lo más pronto posible-, ella asintió y agradeció, el doctor se marchó y los dejo solos en la habitación, ella sabía que tenía razón, la situación era diferente a las anteriores pero no quería dejarlo, ella era una enfermera la cual se dedicaba a pacientes en estado terminal, algunas veces pacientes con cáncer, todos ellos niños y ancianos y les brindaba su tiempo con amor y cuidado, además de asistir en situaciones de emergencia a la Haruno y demás cuerpo médico.

Estaba en un dilema pero al verle no evitó pensar en su felicidad, daría lo mejor de sí.

Sasuke escucho atentamente, pero no entendía lo que la chica hacía, debido a su educación le era imposible pensar que ella le decía la verdad pero al ver esos ojos y esa sonrisa cualquier duda podía ser disipada y ella se lo demostraría brindándole toda su dedicación, bondad y amor en los subsecuentes días.

Ella seguía leyéndole, hablándole y haciendo su estancia lo mas cómodamente posible, había hablado con Itachi y este le había dicho que llegaría a Japón el siguiente mes; mientras éste le depositaba en su cuenta por el tiempo laborado, Itachi había tenido problemas investigando a Karin pero lo que encontró lo lleno de rabia, pronto tenía que confrontarla solo esperaba que aquella ojiluna no tuviese que hacerlo antes.

Hinata doblaba unas sabanas del hospital cuando escucho que la llamaban, el joven de la habitación se veía frustado e irritado, llevaba mucho sin moverse y ya se sentía incómodo de la posición, ella le acomodó las almohadas y siguió su ronda hacia otros cuartos, no era su enfermera a tiempo completo pero lo parecía, era complicada esa relación, iba saliendo cuando una mujer la empujó, se estremeció al ver de quien se trataba era la misma mujer que fue a buscar al chico anteriormente, quería quedarse y ver que ocurría pero tenía que marcharse ya, así que se fue dejando a la pareja a solas, ella sintió una punzada en el corazón pero tenía que soportarlo.

Atendió a unos pacientes cuando vio a un niño que lloraba solo en el pasillo, ella sin dudarlo se acerco y se agacho a su altura:-¿que tienes?- le preguntó y el le contestó:- es que no encuentro a mi mami, ella ya no me quiere-, había poca iluminación, ese era un piso muy mal mantenido y casi no tenía pacientes, pronto lo cerrarían,  ella tomo su rostro el cual se sentía muy frío extrañamente, le dedico una dulce y tierna sonrisa y le dijo:- no es cierto tu mamá te ha de amar mucho, seguramente te busca con desesperación, si gustas te ayudo a buscarla- el niño dejo de llorar y asintió, se sentía extraño el ambiente, era algo pesado y frío; caminaron por los pasillos del hospital, hasta llegar a una habitación vieja y cerrada, el niño se detuvo y cuando este lo hizo ella también, ella le preguntó que que ocurría porque se detenía a lo que el niño le contestó:- muchas gracias por estar conmigo, eres muy amable y divertida, pero ya debo irme mamá me espera- dándole una gran sonrisa, Hinata no comprendía las palabras del niño, cuando la mano que tenía tomada de la suya se desvaneció y con asombro observó al niño desvanecerse, no sin antes este decir:- adiós señorita- con una sonrisa más amplia, ella no podía dar crédito a lo que sus ojos vieron, no se asustó pero quedo en shock ya que  había podido sentir a esa alma; tardo unos segundos en reincorporarse siguiendo el camino a retomar sus labores, chocó con Gaara pero no se detuvo, el muchacho la observó con detenimiento pero lo dejo pasar, eso era muy normal, paso cerca de la habitación del azabache y para su alivio la chica ya se marchaba.

Después de que ella salió se sentó a un lado del joven y tomo su mano, necesitaba calmarse un poco, temblaba no de miedo, pero aún así lo hacía, hasta que sintió que el chico apretó su mano y se tranquilizó, sin duda ese chico la hacía sentir bien, así estuvo un rato hasta que soltó su mano y se dispuso a irse no sin antes darle un suave beso en las mejillas, dejando desconcertado al joven llendose  a seguir con su deber.

El chico realmente pensaba que era un ángel y no sabía que es lo que estaba sintiendo porque aunque estaba en coma, esa voz  lo había cautivado y sentía la necesidad de estar a su lado, pero ya no sabía que sentir pues vio a la que era su prometida y no le causó ninguna emoción, además supo que ella no había ido a verle hasta esa vez, luego estaba esa mujer que con solo ver sus ojos podía perderse en un mar de calma y hacer sentir a su corazón alegría, paz y emoción. 

El ángel de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora