Enfrentamiento

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— ¿Que?!!! pero Mina ¿estas loca?— preguntaba un asombrado Yaten

— Claro que no!! — respondió la rubia un tanto indignada — pero piensa en esta situación es lo mejor

Yaten lanzo un largo suspiro.

— No puedo creer que diga esto pero, si es lo que quieres, esta bien pero antes prométeme que lo hablaremos con Serena

— Claro 


***

Después de despedir a Seiya regreso a la cocina para ayudar a su mamá. Sammy y Kenji ya se habían retirado a sus habitaciones respectivamente. Mamá Ikuko estaba terminado de secar los últimos platos.

— Mamá venia ayudarte pero veo que ya acabaste, me voy a dormir, estoy muerta.

— Claro.

Serena estaba apunto de darse la vuelta cuando mamá Ikuko la llamo.

— Serena... ¿podemos hablar en un minuto?

— Eh... claro te espero arriba — respondió nerviosa.

Una vez que Ikuko termino subió a la habitación de Serena. Estaba decidida hablar con su hija y no saldría de ese cuarto hasta ayudarla. Llego hasta la puerta y toco antes de entrar. Serena estaba cepillado su cabello en la orilla de la cama. Ikuko camino y se sentó junto a ella quitándole el cepillo para hacerlo ella.

— ¿Recuerdas cuando eras pequeña y tenia que cepillarte el cabello dos veces al día?

— Claro,  me costaba mucho trabajo hacerlo sola.

— Serena ultimamente te noto un poco triste ¿Pasa algo malo? me gustaría que tuvieras la confianza de contarme, tal vez pueda ayudar.

— No es nada mamá, las chicas discutieron en la fiesta pero estoy segura que se arreglara. 

Ikuko no quedo convencida con la respuesta, pues ella se refería a tiempo atrás no solo este fin de semana. Así que decidió intentar por otro lado.

— ¿Y ese chico Seiya? ¿Te gusta? es un muchacho tan encantador.

— Ay mamá que cosas dices, claro que no, no puedo recuerda que yo tengo a Darien.

— Serena en el corazón no se manda,  ese chico me recuerda a la forma en la que tu papá me miraba, se ve a kilómetros que te adora y ¿sabes? hace tiempo que no te veía reír así, ni si quiera con Darien.

Serena al escuchar eso comenzó a ponerse nerviosa, tenia miedo de delatarse. Trato de sonar lo mas tranquila y feliz posible pero al hablar la voz comenzó a temblarle.

— No puedo, mi lugar es a lado de Darien, yo debo casarme con el.

— Mi vida estas olvidando lo mas importante, acabas de decir debo casarme con el y no, quiero. El amor o el matrimonio no es una obligación Serena.

La rubia quedo un poco pensativa. Decidió armarse de valor. 

— ¿Mamá? ¿Puedo preguntarte algo y prometes no reírte?

— Claro y jamas podría burlarme de ti.

— Supongamos que por alguna increíble razón conocí mi destino, un futuro en el yo me casaba con Darien y teníamos una hija y era feliz. Pero hoy estoy confundida sobre lo que siento por el y no se como podría tener un futuro feliz, si hoy no se lo que siento. Ademas no podría renunciar a una hija, no me lo perdonaría nunca.

— Ay Serena que cosas dices — respondió Ikuko con un poco de alegría — solo eres una jovencita, no tienes porque preocuparte por el futuro, debes vivir el presente o ¿como pretendes ser feliz en un futuro si no lo eres en el presente? 

Tengo un amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora