Tengo un amante

Capitulo Final

Sé que no tengo justificación a mi ausencia. Aparte de que tuve que desinstalar apps de mi cel por falta de memoria, entre ellas Watt y Face, me siento realmente mal por dejarlas tanto tiempo sin actualizar pero de verdad estoy pasando por una terrible crisis existencial, que incluso amenaza con hacerme retirar del fandom, ya que no me gustaría escribir con tan malas vibras. Pero sin mas choro y si aun hay algún alma por aquí que aun me lea les tengo este, el ultimo capitulo de esta historia...

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Serena estaba sumamente nerviosa. Incluso estaba pensando en no asistir a la cita, no tenia porque hacer caso de las tonterías de esa niña. Mientras se decidía si asistir o no, dando vueltas por toda su habitación de hotel, su celular comenzó a sonar.

—¡Serena! —la fuerte pero seria voz de Mina espantaron a Serena. Mina jamas le había hablado en ese tono—. En este momento me vas a decir que diablos esta pasando, tenemos mucho de que hablar, y creo que hay una enorme malentendido.

—Mina, no puedo voy de salida, tengo una... —Serena se detuvo, dudando en hablar con Mina y después de meditarlo un rato, continuo—. Hablare contigo, esta noche, lo prometo con la condición de que me acompañes a un lugar pero te quedes afuera, solo necesito un poco de apoyo y que por supuesto no preguntes nada en el camino.

—¡¿Que?! —la típica chillona voz regresó— Pero, ¿por qué?

—Por favor Mina, y prometo decirte todo lo que deseas saber.

—Esta bien —suspiró.

Serena le dio la dirección del hotel donde se estaba quedando ante la sorpresa de la rubia del moño rojo. Durante el camino a la cita con Leikaa, Mina no pudo mantenerse callada y comenzó a interrogar a Serena. Por suerte Serena iba sumida en sus pensamientos y sin hacerle caso a su amiga.

Una vez que ambas estaban en el hotel. Serena prácticamente tuvo que rogarle a Mina que esperara abajo mientras ella iba a investigar.

Serena suspiro antes de tocar la puerta de esa habitación.

—¡Leikaa! —Serena grito al tiempo que tocaba.

—Que forma de interrumpir mi sueño —Leikaa dijo fingiendo estar somnolienta.

Al ver a Serena exclamo en un tono de asombro.

—¡Eres tú! Realmente pensé que no ibas a venir.

Serena se armó de valor, empujo a Leikaa y entró precipitadamente a la habitación. Los ojos de Serena comenzaron a ver la ropa de Seiya regada por la habitación, y cuando al fin encontraron al dueño de las prendas, sintió el peso del fin del mundo sobre ella, de su mundo.

El panorama era demasiado obvio, ella era despistada, no estupida. Seiya se encontraba profundamente dormido, relajado y desnudo, una situación tan comprometedora como la de ella. Nuevamente la culpa de su propia situación, el ver a Seiya así y todo el caos que era su vida hicieron eco en su sentimentalismo y las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, mucho antes que ella pudiera anticiparlo.

Detrás de Serena, Leikaa parecía llenarse de felicidad casi podía palpar el sufrimiento de esa pseudo princesa. Como león al asecho se acerco lentamente a ella.

—Te lo advertí —susurró—, te iba a quitar todo al igual que tú lo hiciste conmigo, Sailor Moon.

En ese instante Serena se paralizó.