Tengo un amante

Capitulo

El Sr. y la Sra. Kou formaban uno de los dos matrimonios mas sólidos y envidiados del medio. El otro matrimonio era el de su hermano, Yaten. Ellos a diferencia de Seiya y Serena habían mantenido sus apellidos de solteros ante el medio por petición de Mina. La rubia deseaba escalar en el mundo artístico por su talento y no solo por llevar un apellido famoso.

Seiya y Serena eran clasificados como la pareja modelo a seguir, ellos había roto el paradigma de que no existe un final feliz hoy en día. La prueba estaba en que cada vez que los chicos se dejaban ver, parecían igual o mas enamorados que al salir del altar.

Siete largos y felices años de matrimonio habían pasado. Parecía que la vida por fin le sonreía a todos y que sus esfuerzos habían valido la pena. Claro que no todo era felicidad, seguían teniendo problemas pero mientras el universo no peligrara y tuvieran que transformarse nuevamente en sailors todo estaría bien.

Por el momento solo tenían que lidiar con la prensa o con el simple hecho de que su vida privada fuera de aspecto publico. Siempre tenían que cuidarse y aun guardando las apariencias se les habían inventado infinidad de rumores. Algunos como infidelidades, hijos ilegítimos, fraudes, en fin cualquier cosa que pudieran hacer chisme y afectar la vida personal o profesional del grupo.

Para Serena y Mina no fue fácil, tuvieron que aprender, mas por fuerza que por ganas, a ignorar o tan si quiera dominar los celos y en ocasiones a dejar de creer en lo que las revistas decían.

Se les había pronosticado un año solamente a ambas parejas. Según los medios, aquellas chicas solo eran unas interesadas que querían fama y dinero. También se dijo que terminarían separándose por las giras de los chicos, fiestas, fama y desenfrenos que todo joven con millones quiere vivir. Se equivocaron. Nada de eso había ocurrido en ninguno de los dos matrimonios, muy al contrario de todas aquellas apuestas los chicos parecían estar mas concentrados que nunca en sus proyectos.

Después de casarse Serena por fin pudo entrar a la universidad y solo después de rogarle a Seiya que suspendiera la luna de miel; que por cierto ya llevaba casi un año. Según el chico, se había propuesto recorrer cada rincón de ese nuevo mundo para él al lado de su esposa.

Serena por su puesto disfrutaba cada momento al lado de su esposo. Seiya era tan especial, sumamente atento y cariñoso y era satisfactorio para Serena descubriste cada día mas enamorada de él. Aun con toda esa felicidad de por medio en uno de los dos debía caber la cordura y para gran sorpresa de todos, fue Serena la que insistió en regresar a la realidad.

Según la rubia el viajar todo ese tiempo y el conocer los increíbles lugares del mundo lograron cambiar su percepción de la vida y descubrir su pasión por el arte. Su carácter de por si sensible, el estar lejos de casa y amigos, con una constante felicidad en el pecho fueron los factores que la ayudaron a inclinarse por la pintura.

Deseaba plasmar la belleza del mundo desde su perspectiva y que durara por la eternidad, de una generación a otra. Le emocionaba plasmar lo que su recién descubierto ojo artístico observaba cada día, transformar un lienzo blanco en alguna hermosa obra de arte que lograra transmitir sentimientos o emociones, las mismas que ella sentía al crearlo.

Por su puesto su adorado esposo estuvo con ella para apoyarla en lo que había decidido, bromeando algunas veces con que seria su modelo personal. Solía decir que podría prestarse a que lo pintara sin ropa pero que podría cobrar vidas inocentes si ese cuadro llegaba a algún día a salir a la luz publica. Serena sabia que Seiya solo bromeaba, después de unos años y de pulir sus técnicas, la chica comenzaba a ser una artista reconocida en Japón y sus obras recién estaban comenzando a cotizarse en elevados precios.

Mina por su lado continuo con su preparación para convertirse en artista, consiguiéndolo casi de inmediato gracias a su talento nato y sin la ayuda de Yaten. El teatro en el que ella actuaba cuando era joven, se había encargado de convertirlo en la mejor escuela de actuación de la zona y continuaban apoyando a niños que tuvieran el sueño de actuar. La chica se había convertido en una artista completa. Teatro, cine, televisión, incluso música y de vez en cuando modelaba o cualquier cosa donde ella fuera el centro de atención, y lo amaba.