Ruptura

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— Serena ¿es verdad lo que dijiste? — pregunto Darien con dolor en la mirada.

La enorme felicidad que conoció cuando estuvo con Seiya le dio la razón de que había tomado la mejor decisión pero el ver la mirada afligida de Hotaru le rompió el corazón, era casi como si Rini le estuviera reprochando su decisión.

— ¡Responde! — grito Hotaru ya sin tratar de contener las lagrimas que salían.

— Lo siento, lo siento tanto... Hotaru

— ¡No! ¡Tu no puedes hacernos esto! — la Sailor de la destrucción estaba inconsolable y cayó de rodillas al suelo — ¡No! ¡Rini! ¡Rini no!

Setsuna quien hasta ese momento se había mantenido al margen termino por derrumbarse al ver a su pequeña adolescente Hotaru de esa manera.

— Hotaru por favor — pidió Setsuna quedando a su nivel — cálmate

— ¿Como quieres que me calme? ¿No te das cuenta de las cosas? — respondió para después voltear a ver a Serena — ¡eres una traidora, no mereces ser mi princesa, yo te admiraba!

— ¡Hotaru! — grito Setsuna tratando de alcanzar a la chica que había salido corriendo.

Quien viera a Setsuna en ese momento no creería que ella era la poderosa y elegante Sailor del tiempo. Las lagrimas y la desesperación de ver a su hija en ese estado, la habían traicionado y había perdido toda calma que la caracterizaba.

— ¿Ya estarás feliz no Serena? — escupió Haruka — mira todo lo que provocaste.

— Haruka creo que es mejor que los dejemos solos — intervino Michiru.

— De ninguna manera — volteo a ver a Setsuna — ¿este es el futuro que tanto protegiste? ¿Por el que según no debíamos preocuparnos?

— ¡Yo no se que fue lo que paso! — respondió Setsuna gritando — ¡esto no debió pasar!

— ¿Pero tu dijiste que todo era normal? — respondió Michiru gritando también.

— ¡No! ¡No debía pasar! ¡Serena ella se tenia que ir a ese viaje! — Setsuna comenzó a reír histérica — ¡no entiendo nada! ¡al regresar se tenían que casar! ¡Serena se casaría por remordimiento renunciando a esas estrellas para siempre!

— ¡Ya basta! — grito Darien que sin querer saco a relucir la autoridad nata que como soberano tenia — Haruka, Michiru retírense.

Las chicas se fueron haciendo lo que el principie les había ordenado, detrás de ellas Setsuna también caminó.

— Tu no, Setsuna — Darien la detuvo — es hora de que nos expliques toda la verdad.

***

En el departamento de los chicos se encontraba Seiya y Taiki en mejores condiciones, las heridas que tenían no pasaban de superficiales.

— ¿Como es posible que permitieran que se llevaran a Bombón? — gritaba Seiya.

— ¿Quieres calmarte? — respondió Yaten de la misma manera — si no hubieras sido tan imbecil como para distraerte tu la hubieras defendido.

— Chicos cálmense los dos — decía Mina.

— Es mejor que dejes que se cansen de discutir — agrego Taiki — no soporto el dolor de cabeza y menos con sus gritos, iré por unas pastillas a la cocina.

Seiya y Yaten seguían en su discusión cuando llamaron a la puerta, Mina se levanto abrir.

— Pero miren nada mas, la traidora mayor — escupió hostil Haruka entrando con brusquedad.

Tengo un amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora