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Unos ligeros golpes en la puerta lograron despertar a Seiya, un tanto extrañado se levanto para atender. Una encantadora sonrisa se dibujo en sus labios al mirar a Serena, que seguía profundamente dormida. La puerta de la habitación se abrió para dejar ver a una sonrojada Leikaa.

—Imagine que te encontraría aquí —Leikaa saludo descaradamente sin dejar de verlo.

Seiya hasta ese momento se dio cuenta de que iba cubierto únicamente con las blancas sabanas de la cama, enrolladas a su cintura justo para tapar lo que debía ser tapado, y eso no incluía su torso.

—¿Que se te ofrece tan temprano Leikaa?

—¿No piensas invitarme a pasar?

—Disculpa —respondió el ojiazul haciéndose aun lado. —Serena esta dormida todavía.

—Mejor, no quiero que escuche lo que tengo que decirte.

—¿De que hablas?

Serena tentaba la cama con una mano en busca del calor corporal de Seiya, al no encontrar nada y muy a su pesar decidió abrir los ojos. La habitación estaba completamente iluminada por los rayos del sol pero no había rastro de Seiya por ningún lado. Ignorando la ligera decepción que se instalo en su pecho, decidió ir en su búsqueda.

Leikaa le extendió una invitación a Seiya.

—¿Conoces al Dr. Darien Chiba?

Seiya perdió todo el color en el rostro al escuchar aquel nombre.

—Por tu reacción, supongo que si. Esta mañana empleados del hotel me llamaron para avisar que un tal Dr. Chiba había llegado al hotel con el fin de asistir al evento de esta noche pero, poseía una invitación falsa, al querer confirmar los datos él menciono que había sido invitado de ultimo momento por la señorita Tsukino.

—Eso no puede ser posible, yo estuve con Serena, ella no puede... no pudo ser capaz.

Leikaa se acercaba peligrosamente al chico que parecía distraído con la noticia.

—Seiya es hora de que te enteres, yo te digo todo esto porque no quiero que sufras, yo me enamore de ti...

Leikaa logro ver de reojo como la puerta del dormitorio se entreabría y acto seguido se abalanzó a los labios de Seiya.

Seiya estaba impactado. Darien ahí invitado por Serena, Leikaa enamorada de él y lo estaba besando, justo cuando estaba por reaccionar el grito de Serena hizo que ambos se separaran.

—¡Seiya!

—¡Bombon!

—Es increíble que me dejara engañar de esa manera por ti, no puedo creerlo, soy una idiota por creerte —Serena estaba furiosa y gruesas lagrimas que Seiya no supo decir si eran de tristeza o coraje caían por todo su rostro.

—Espera no es...

—¿Qué vas a decirle Seiya? ¿Qué no es lo que parece? Dile de una vez lo nuestro, que te amo y soy correspondida, que llevamos meses así —la voz de Leikaa interrumpió a Seiya, dejándolo impactado ante la cantidad de estupideces que salían de su boca.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué estas diciendo eso?! ¡¿Te volviste loca?!

—No quiero seguir escuchándolos. —Serena comenzaba a caminar en dirección a ellos. — Los quiero fuera de mi habitación a ambos.

Serena termino por sacarlos de la habitación a empujones, mientras Seiya intentaba explicar la situación para ese momento Serena era presa de la adrenalina del coraje y no estaba prestando atención a nada mas que a sacarlos de ese lugar.

Tengo un amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora