15. La audición.

66 14 4
                                    

Antes de que empiecen a leer... sepan que amo a Troy y a Joseph, nunca les haría bullying del malo (?)

15. La audición.

Pasaron un par de días tras la fiesta de Halloween y la repentina aparición de aquel hombre enmascarado. En la Creepy-House todos habían olvidado lo sucedido, continuando sus vidas con normalidad. Lo tomaron como una simple broma por parte de algún idiota de otra fraternidad (hay que recordar que la Creepy-House, o fraternidad M.H., no eran muy bien tratados por sus compañeros).

Adalynn, que normalmente esperaba a Jack fuera de la casa para ir juntos a clase, fue directamente al edificio donde se dictaba Salud Mental, la clase que más detestaba. Por alguna razón Jack dejó de hablarle luego de la fiesta de Halloween y comenzó a evitarla. Aunque ella no le prestó la atención suficiente, pues ahora se la pasaba con su teléfono hablando con su nueva distracción (ya tenía la computadora y los libros): Brian. Desde que él le pasó su número comenzaron a conversar por WhatsApp.

–¡Miren, el Chupacabras y el Cuatrojos están repartiendo panfletos!

–Que idiotas.

–Dan lástima.

Apartó la mirada de la pantalla solo por un minuto para ver cómo cuatro de los miembros del club de fútbol americano pasaban junto a dos chicos de la facultad de cinematografía, dándoles un fuerte empujón y haciendo que todos los panfletos que sostenían en sus brazos cayeran al suelo. Las pocas personas que caminaban por allí rieron, Adalynn incluida. A pesar de que le daban lástima y quería ayudarlos, no lo hizo. Aparentó no haber visto nada y volvió a fijar sus ojos en la pantalla del teléfono. Brian ya no estaba en línea.

Ya no vale la pena seguir usándolo. Pensó y guardó su teléfono en el bolsillo de sus jeans.

Pasó caminando junto a los chicos de la facultad de cinematografía (a quienes habían apodados como "Chupacabras" y "Cuatrojos") e ingresó al edificio de medicina, que estaba junto. Ya había un par de personas en el salón y la profesora se encontraba en su escritorio, organizando unos papeles. Vio a Jack sentado, como siempre, en la última fila. No traía su capucha, su cabello castaño despeinado estaba a la vista. Seguramente la profesora lo había regañado y hecho que se la quitara.

–Hola. –saludó Adalynn en voz baja, sentándose a su lado.

Jack la miró con desagrado, se levantó y se cambió de lugar, ahora en uno de los primeros asientos.

¿Y a este qué le pa...? De repente su pierna vibró junto con su teléfono y olvidó completamente a Jack y su alrededor.

Brian: Segura q no estás en clase?

Por supuesto que estaba en clase, una clase muy importante de la cual le tomarían parciales en mayo.

Lynn: No, tranquilo.

Sabía que lo que hacía no estaba bien, que debía prestar atención a la clase y hablar con Brian después... pero aun así no lo hizo.

Brian: Lo siento Lynn, debo dejarte porque debo ir a una audición.

Pasó un largo rato hasta que se dio cuenta de que la clase había finalizado y no había tomado ni un miserable apunte.

–Jack, ¿me prestarías tus...?

–No te presto nada. –la interrumpió Jack y luego se fue.

Adalynn salió de nuevo. Estaba preocupada porque había perdido una clase entera por tontear con su teléfono. ¿Ahora qué haría? Se sentó en uno de los bancos frente al edificio de medicina, tiró al suelo su bolso y echó la cabeza hacia atrás.

Chupacabras y Cuatrojos continuaban allí, repartiendo sus panfletos a la gente. Se sentía mal al conocerlos por el cruel apodo que les pusieron en lugar de sus nombres. Miró hacia el cesto de basura que tenía al lado: dentro había uno de los panfletos. Lo pensó dos veces y decidió no tomarlo.

–¡Tú, chica solitaria! –le gritó Cuatrojos, señalándola–. Tienes cara de que te gusta actuar.

–Olvídalo –Chupacabras hizo que Cuatrojos bajara la mano–. Estamos aquí desde temprano y las pocas personas que vinieron, se fueron porque no ibas a pagarles.

–Y tampoco pienso hacerlo ahora.

Adalynn aprovechó la discusión de Chupacabras y Cuatrojos para irse. Mientras caminaba entre los estudiantes para regresar a casa reconoció el rostro de Brian, quien hacia el lado contrario acompañado por Tim. Recordó que él había mencionado que debía ir a una audición. ¿Podría ser que Brian se refería a las audiciones que estaban realizando Chupacabras y Cuatrojos?

No hay otra forma de saberlo más que seguirlo... Pensó Adalynn, dando media vuelta. Su destino: donde fuera que Brian y Tim se dirigían.

Llegaron a las residencias del campus, donde se hospedaban los alumnos que no pertenecían a una fraternidad en particular. Subieron un par de pisos, recorrieron pasillos y, finalmente, llamaron a una de las puertas. Tim y Brian saludaron a quien fuera que los atendió e ingresaron. Adalynn estaba a una distancia prudente, observando todo desde la esquina del pasillo.

–Ya, me rindo. –escuchó la voz de Cuatrojos detrás de ella.

–Puedo llamar a unas primas de Colorado que...

–¡Sabía que vendrías! –exclamó Cuatrojos.

Adalynn lo miró sobre su hombro y lentamente volteó. Su rostro estaba rojo. Estaba perdida, definitivamente.

–Bien... Debo dejarte, pero volveré mañana para ver cómo fue –dijo Chupacabras mirando la hora en su teléfono y antes de irse volteó hacia Adalynn–. Suerte.

Cuatrojos la guió hacia el mismo departamento donde Brian y Tim habían ingresado. Le pidió que aguardara sentada en unas sillas plásticas mientras él preparaba el guion y la cámara.

Dentro del departamento de Cuatrojos había humo y un asqueroso olor a cigarrillo. Adalynn cubrió su nariz y boca con una mano. Cuando avanzó para sentarse, encontró a Tim allí. Estaba fumando.

–Mi abuelo murió de cáncer por fumar. –soltó ella de repente.

–El mío vivió cien años. –respondió Tim.

–No voy a caer en ese chiste.

Adalynn tomó asiento, pero no duró demasiado por dos razones: el olor a cigarrillo la estaba descomponiendo y Cuatrojos salió junto a Brian para llamarla. Su rostro volvió enrojecer.

–No sabía que te gustaba la actuación. –dijo Brian tras saludarla.

–De hecho a mí no –la mirada severa de Cuatrojos hizo que Adalynn callara–... Lo siento, ya debo ir.

Ingresaron a un pequeño cuarto con un escritorio, una silla y una cámara sobre un trípode. Cuatrojos le indicó que tomara asiento y le entregó un guion. Adalynn lo ojeó un poco. No le interesó en absoluto, pero debía admitir que era la primera persona con buena redacción que conocía.

–Bueno, bienvenida. Soy Alex Kralie de la facultad de cinematografía. Leerás las líneas de Sarah –indicó, limpiando el lente de la cámara–. Cuando te lo diga, mira a la cámara y preséntate. Y... acción.

Adalynn quedó congelada mirando fijamente a la cámara. Entró en pánico y comenzó a sudar.

–Soy Sarah Hornets y vengo a audicionar para el papel de Marble Thorpe –Alex la miró confuso–... ¡Quise decir...! Soy Adalynn Thorpe y vengo a audicionar para el papel de Sarah de Marble Hornets.

Alex sonrió.

–Bien, comencemos...

Cuando Adalynn salió, tenía una expresión de alivio en su rostro. Tim y Brian parecían haberse quedado a esperarla en el pasillo. Alex simplemente les dijo que dejaran sus números y él los llamaría si habían pasado.

–¿Cómo te fue? –preguntó Brian en cuanto salieron.

–Pésimo. –respondió Adalynn, sonriendo.

The proxy symbol. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora