#MaratonMB 4/5
Entonces, tenía dos cosas que podría hacer.
Correr por mi vida o amarrarme un pañuelo que cubra mi rostro, fingir que es un asalto y llevarme mi té victoriosamente.
Corrí por mi vida. Cuando salí gateando debajo de la mesa pude sentir todas las miradas sobre mí. Mientras más pronto me puse de pie y tomé fuerza para echarme a correr sentí que una mano tomó con mucha fuerza de mi antebrazo. Estaba temblando.
Nadie aún había visto mi rostro y no pensaba voltear. Sólo gruñí y sacudí mi brazo. Busqué con la mirada a Bruno pero no lo encontraba.
- ¿A dónde crees que vas? -La voz de Mario, fría, dura y muy sexy resonó en mis oídos. Mi cabello estaba suelto y cubría mi rostro o cualquier facción que pudiese verme. Aún le daba la espalda.
-Déjala ir, Mario-Escuché la voz de Saak. -Debe ser una fan.
-Esto es falta a la moral, y claro, acoso también.
- ¡Suéltala ya! - Saak gritó. Éramos el centro de atención, podía sentirlo.
- ¡Dame la cara!
Entonces Bruno apareció. Estaba frente a nosotros. Como pude hice que Mario me soltara y corrí hacia el frente, lo abracé.
Él estaba avergonzado.
- ¿Qué haces? ¿Y por qué todo el mundo está mirándonos?
-Sácame de aquí, te lo imploro.
- Está bien-Dijo confuso. -Ven.
Tomó mi mano y caminamos hasta la puerta trasera de salida, todo el bar estaba en completo silencio observando la escena que había causado anteriormente. Todo por idiota.
Cuando salimos, Bruno me tomó por los hombros y dio un leve suspiro.
- ¿Seré digno de que me cuentes?
-Si te digo que no, ¿Crees que puedas vivir con ello?
- ¿Y si te contesto con tu misma respuesta? -Enarcó la ceja. -Te conozco. El niñito millonario estaba tomándote del brazo. ¿Qué pasó? ¿De dónde lo conoces?
- ¡Fue una confusión!
-No, eso no me lo trago. Eres la novia de Mario Bautista. Te he visto en revistas de chismes.
- ¡Cállate! -Alcé la voz. -No soy su novia ni nada que tenga que ver con eso, ¡He trabajado para quitarme ése estúpido apodo! así que nunca más se te ocurra mencionarlo.
-Eso significa que... ¿nos veremos en otro momento?
-No-Espeté. -Muchas gracias por tu ayuda, ahora déjame, por favor. Vuelve a tu trabajo.
- ¡Qué ruda! así me gustan... que me dominen.
Rodé los ojos en símbolo de rechazo absoluto. Bruno sólo carcajeó y caminó de vuelta a la puerta. Cuando iba a cruzarla alguien más la abrió por dentro. Me quedé prácticamente estática.
Era mi final.
Chico completamente furioso.
- ¿Dónde quedó la maldita...-Y luego me miró y sus ojos me penetraron en lo más profundo. Sentí una fuerte descarga eléctrica. No sabía si sonreír, llorar, huir... nada tenía claridad, el rostro de Mario no expresaba ningún sentimiento. Ni desprecio, ni amor.
Luego Mario cortó esa conexión de miradas para mirar a Bruno.
- ¿Sabes qué pasó con la chica de hace unos momentos? quería arreglar asuntos pendientes.
Bruno giró su mirada hacia mí y me señaló con su barbilla. Traidor. Bastardo asqueroso.
Después de eso entró corriendo y cerró la puerta.
Mario intentó abrirla.
-Genial, la cerró con llave-Dijo con cierto sarcasmo. No sé si seguiría fingiendo que no estoy ahí, porque así me sentía. Algo prácticamente invisible.
Entonces, decidí hacer lo mismo. Miré la hora en mi celular, acomodé mi bolso y le di la espalda para comenzar a caminar, crear una ruta nueva hacia mi hogar y olvidarme que éste suceso alguna vez pasó.
- ¿Y así es cómo me saludas después de no haberme visto durante mucho tiempo? -Escuché su voz gritarme mientras me alejaba. Lo ignoré.
Su voz llamándome "aventura" todavía rondaba por mis pensamientos e ideas homicidas.
- ¿Así es como son las cosas? -Dijo de nuevo. -No voy a rogarte.
Eso me hizo enfadar aún más. Giré mi cuerpo y le grité a pesar de la distancia.
- ¡Y yo no voy a caer rendida a tus pies! ¡Me das asco!
-Tu también a mí, sin embargo, yo sí tengo educación-Se acercaba a mí intentando hacer la distancia más corta. Yo no me moví. En cierta manera quería alejarme, pero en otra muy diferente que condenadamente no podía entender es que quería que se acercara. Esa fuerza era más fuerte, así que impedía moverme.
-Ni un paso más, Bautista.
- ¿Qué pasa si me acerco lo suficiente como para invadir tu espacio personal? -Me tomó por la cintura y me apegó a su cuerpo, su pecho estaba pegado al mío.
- ¿Sabes que me encanta ése perfume? -Olió mi cabello.
- ¡Aléjate! -Lo empujé, con una victoria miserable. -A mí no me engañas, pero me divierte que tú crees que lo haces. -Carcajeé.
- ¿De qué hablas? -Decía divertido.
-Busca por otro lado tu aventura de verano, no me presto para esas cosas-Dije con más calma de la que creí que tendría.
-Así que eras tú la intrusa.
-Mejor llámame la chica con problemas estomacales. La mesa originalmente era mía pero alguien la invadió.
- ¿Y decidiste esconderte debajo de ella? ¡Qué inteligente!
-Quería evitar esto. Encontrarme con un ser tan repugnante como tú.
-Soy lo demasiado repugnante como para que sigas amándome.
Suspiré. Caminé un par de pasos hacia atrás y entonces saqué mi celular fingiendo que hacía algo con él, aunque lo único que hacía era abrir los mensajes y cerrarlos. Nada importante.
-No te confíes tanto, Bautista. Mi amor es incondicionalmente hacia una persona... y no eres tú.
- ¿Ah sí? ¿Cuál es su nombre? espero que tengas la capacidad de inventar rápido.
-Sebastián Villalobos. Buen cuerpo, extremadamente guapo, ¿Ya te mencioné que toca la guitarra?
-Lo conozco-Gruñó. Sus facciones divertidas habían cambiado, ahora era yo quien tenía las cartas sobre la mesa. -Así que él chico terminó quedándose contigo después de todo, pobre de él. Le deseo toda la suerte del mundo.
-Gracias por tu bendición. Ahora, no te interrumpo más. Sigue con tu cena, yo me largo de aquí.
-Como quieras.
Entonces caminé más rápido y sin mirar atrás. Cuando lo perdí de vista comencé a correr, corrí tan rápido imaginando que me observaba o que hacía algo para ir tras de mí. Lo cual fue en vano. Mario nunca me seguiría.
Mis piernas temblaban, y el noventa por ciento era de impresión, el otro diez de cansancio. A Sebastián no lo veo hace semanas, pero supongo que somos buenos amigos.
Hice mal en decirle eso a Mario, no me gustaría en lo absoluto jugar con los sentimientos de Sebas sólo para demostrar algo en lo que él no está incluido.
Me encerré en mi casa, me deslicé por la puerta y comencé a llorar.
Era lo más cercano a un mar de lágrimas, es increíble cómo ha cambiado todo. Llorar sin saber la razón, creo que en eso soy una experta
------------------------------------
Espero les esten gustando los capitulos en verdad y bueno no olviden votar y comentar para que la siga :D

ESTÁS LEYENDO
UN DULCE AMOR: "EL PRECIO DE LA FAMA" - MARIO BAUTISTA & TU.
Fanfic"Hubo un tiempo en el que mi mundo giraba alrededor de Mario y yo podría jurar que su mundo giraba a mí alrededor, éramos uno solo".