Capitulo 35.- Esto debe ser una broma.

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Quería simplemente romper todo lo cotidiano, salir de la rutina, la tienda de donas estaba prácticamente llamándome a gritos. Tuve que ignorarla.

Llegué a casa y me recosté sobre la cama. Creo que no existe un mejor sentimiento que ese, saber que no tendrás que volver a la escuela hasta el día siguiente, luego recordaba todo lo que tenía que hacer y quería desaparecer hasta que todo ...eso sucediera.
Mi celular sonó, había pocas posibilidades de las personas que me llamarían, mi madre, Sebastián, Mario o alguna promoción telefónica.
No reconocí el número, pero aún así contesté.
— ¿Sí?
—Hola, soy Juanpa—Contestó del otro lado de la línea, voz ronca y profunda. Sonaba de todas maneras excepto amigable.
— ¡Oh, vaya! hola, ¿cómo va todo?
—Desearía decirte que bien—Suspiró. —No sé las palabras correctas para decírtelo, pero lo haré.
— ¿Qué sucede, Juanpa?
—Quiero que conserves la calma, todo hasta ahora va bien por el momento, pero por favor no te alteres.
— ¡Dime de una vez, ya estoy alterándome!
—Es Mario.
— ¿Qué sucede con Mario?
—Iba a visitarte, pero quería que todo fuera sorpresa, se fue hace horas en un avión privado rumbo a New York. El avión está perdido.
— ¿¡Qué!?
—Sí, ______. No logran identificar el avión, si tenemos suerte, sigue dando vueltas en alguna parte de Estados Unidos. Sabes, cuando un avión está perdido hay un ochenta por ciento de probabilidades de que se haya... estrellado.
— ¡CÁLLATE! prefiero mil veces estar en ese veinte por ciento—Mi corazón comenzó a palpitar aceleradamente y mis manos a temblar, estaba más alterada que alguna vez lo había estado. Aunque mis ojos estaban secos, lo único que quería hacer era salir a buscarlo. Sentía rabia en mi interior de no poder hacer nada más que esperar.
— ¡Estás bromeando, Juanpa! —Dije al no conseguir respuesta. —Esto es una broma de muy mal gusto, si fuera así ya estuviera en todos los noticieros, todo el mundo estuviera...
—Enciende el televisor—Dijo. —No estoy bromeando, todos aquí estamos enloqueciendo al igual que tú, ¿acaso crees que estamos relajados tomándonos unas cervezas? ¡NO!
—Está bien—Tragué saliva. — ¿Cuántas personas iban en el avión?
—Cuatro, Mario, un guardaespaldas, el piloto del avión y su compañero. Avión privado.
—Juanpa, cualquier cosa, lo que sea por favor llámame, mantenme informada. Ahora tengo que colgar.
—Okay. Nos vemos—Terminó la llamada.

Regresé a la cama, mirando el techo, aún no podía procesar todo lo que estaba ocurriendo. Mi mente me seguía diciendo: "esto no es verdad".
Tenía tantas cosas en la cabeza que no podía simplemente quedarme con esa idea rondándome todo el día.
Me puse rápido el uniforme del trabajo, me maquillé un poco y me dirigí directo a este.
Todo iba normal, personas entraban al restaurante, comían, hablaban tranquilamente. Yo me encontraba en la entrada con mi lista de reservaciones y al lado el teléfono del restaurante. Aunque estuviera hecha trizas por dentro tenía que sonreír como una idiota diciendo: "¡Qué disfrute su estadía!" o "¡Vuelva pronto!".

— ¡_______! —Dijo uno de los encargados del lugar, mejor conocido como mi jefe. —Tenemos un problema con los meseros, han faltado muchos, vas a tener que ir a atender las mesas mientras yo me ocupo de tu puesto. Sólo por hoy.
—Me parece mejor que yo me quede en mi puesto y usted atienda las mesas—Gruñí. Él sólo me fulminó con la mirada y eso bastó para que saliera de ahí y me pusiera un delantal.
Es claro, él es un hombre elegante y los hombres elegantes no se ensuciarían las manos con la comida de los clientes o inclusive usar una mierda de éstas... ah sí, un delantal. Eso sería uno de los mayores pecados.

Caminé con una sonrisa realmente falsa hasta la cocina, estaban todos trabajando, trastes por aquí y por allá, gente corriendo con los platillos, chefs de los mejores cocinando, entonces me acerqué.
— _______, querida, ésta es la orden de la mesa ocho, es una familia muy peculiar—Observé los platillos y mi estómago se revolvió al instante. La gente que trabajaba en la cocina tenía el privilegio de tener un televisor, podrían ver novelas, películas, programas interesantes pero no, ellos estaban viendo los noticieros. Tomé la bandeja con los platillos y me quedé estática al ver una fotografía de Mario en la pantalla, luego la voz de la conductora decía:
— "En otras noticias, el Cantante Mario Bautista sigue desaparecido en el respectivo avión privado, las fans están enloqueciendo al igual que sus familiares. Las posibilidades de que siga volando en alguna parte del cielo se han reducido a un dos por ciento. Seguiremos informando".

Dos por ciento. Dos.
Dos sobre cien de que volvería a verlo alguna vez. Ahí fue cuando toda la información finalmente había terminado de procesarse dentro de mi mente. Dejé caer la bandeja y todo el mundo me miró horrorizado, por suerte cuando me di cuenta de ello yo ya estaba corriendo fuera del restaurante.


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Solo les diré que este suceso tendrá parte importante dentro de la historia pronto sabrán porque, sin mas las dejo.


Me gustaría que comentaran para que me digan lo que creen que pasara ahora y no olviden votar, hasta el próximo capitulo. De ustedes depende cuando lo suba  ;3

UN DULCE AMOR: "EL PRECIO DE LA FAMA" - MARIO BAUTISTA & TU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora