UN DULCE AMOR: "EL PRECIO DE LA FAMA" - MARIO BAUTISTA & TU.

Capitulo 27. - Una chica celosa

Maratón Especial 2k 🎉

(...)
Daniela era una de mis mejores amigas y no era algo nuevo que yo quisiera lo mejor para ella. A diferencia de todas las demás chicas que había conocido, ella era como una inocente niña pequeña. Inteligente pero ingenua. Hablantina pero tímida.
Y claro, era muy bonita, no me sorprende en absoluto que haya robado el aliento de Sebastián al instante.
— ¿A dónde viajas? —Dije sonando amable pero a la vez duro, con la mirada al frente mientras manejaba.
—Eso no te importa—Dijo, entonces Daniela hizo su trabajo.
— ¿A dónde viajarás, Sebastián? —Su voz cálida, linda y dulce resonó por el auto, él simplemente sonrió como idiota y la miró.
—A ninguna parte, Daniela. Trabajo en el aeropuerto.

Entonces solté una enorme carcajada, sacarle información a Sebastián por medio de Daniela iba a ser más fácil de lo que imaginaba.

Tú versión.
Al despertar y darme cuenta que Mario no estaba en la casa no fue algo encantador. Esperé algunos minutos antes de desayunar, porque pensaba que él sólo había salido a caminar o algo por el estilo, pero esos minutos se convirtieron en horas fácilmente. Estaba cansada de esperar.

Después de un tiempo, en el cual ya había comido, limpiado, cambiado y probablemente tomado otra siesta, la puerta se abrió. Escuchaba risas, claramente la risa de Mario seguida de una femenina. ¿Qué demonios?
Me levanté del sofá y caminé hacia la puerta principal, no quería interrumpir pero tenía toda la intensión de espiar. Oh esperen, esta es mi casa.

Cuando salí con mi rostro menos amigable posible observé a Mario con una chica de cabello Castaño,ojos bonitos,  aunque vestía poco extravagante a comparación de lo que había visto antes al lado de Mario.
Ella me miró y le hizo una seña a Mario el cual me miró rápidamente también.
— _____ ven, acércate.
Genial, ahora era como la típica mascota tímida que le quieren mostrar a todo el mundo. Me acerqué.
Me tomó por sorpresa que Mario me tomara por la cintura y me apegara a él. Estaba con una gigantesca sonrisa en sus labios.
—Ella es Daniela Rueda, una amiga de Colombia—Ella estiró su mano para saludarme, dudé unos segundos pero la saludé.
—Y Daniela, ella es _____, finalmente en vivo y a todo color.
—Finalmente tengo el privilegio de conocerte—Me sonrió. —Mario me ha hablado mucho de ti. Bueno, en realidad de ti es de lo único que habla—Sacó conclusiones ella misma. —Yo le pedí que me trajera a conocerte, espero que no te moleste.
—Oh, claro que no, Daniela, es encantador conocerte—Mentí. Aún seguía sintiendo esos pequeños celos, aunque cuando dijo que Mario sólo hablaba de mí la podía sentir sincera.

—Daniela—Dijo Mario sin soltarme. —Mi novia es la mejor amiga de Sebastián Villalobos—Cuando dijo 'mi novia' hizo que sintiera algo mágico dentro de mí, creo que nunca me había llamado así frente a nadie.
— ¿Qué hay con eso? —Dije yo. Entonces observé que Daniela se ruborizó frente a nuestros ojos.
—No lo sé, creí que a Sebastián le gustó Daniela, pero por lo que veo a ella también le gusta Sebastián—Rió.
—Cállate, Mario—Dijo ella intentando abanicarse y así eliminar cualquier rastro de haberse sonrojado.

Al poco tiempo vinieron por Daniela y ella se retiró. Terminó siendo realmente agradable.
Un silencio incómodo llenó el lugar, Mario estaba del lado de la puerta ya que la había despedido mientras que yo me encontraba cruzada de brazos, mirándolo en silencio.
—Ella es realmente bonita—Dije finalmente.
—Sí, es muy bonita.
—Y es tu mejor amiga, eso debe ser genial.
Mario sonrió y se acercó caminando a mí a pasos cortos y lentos, como si no tuviera prisa alguna. Metió sus manos a los bolsillos de su pantalón.
—Ya veo a dónde va todo esto.
—Fue sólo un comentario.
—Claro, un comentario de una chica celosa—Rió por bajo.
—No estoy celosa—Gruñí. Tomó mi mano con fuerza ya que yo tenía planeado soltarme. Había dos opciones, él era demasiado inteligente o me conocía perfectamente.
—Estás lastimándome—Espeté mirando mi brazo, haciendo fuerza para que me soltara.
—No. Tú estás lastimándote.

Suspiré derrotada.
—Daniela es hermosa, no voy a negártelo, pero hay algo que ella no tiene y tú sí.
— ¿Qué? —Dije con mis ojos ya empañados, no sé por qué lo hacía, sólo era fanática de pensar lo peor, que Mario  terminaría conmigo en cualquier momento por irse con ella. Aunque me preguntaba por qué no lo había hecho ya.
—Mi corazón.

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