Capitulo 16: El peso de ser una Herondele

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Cruzamos juntos, y llegamos a las puertas de Idris. Yo no recordaba nada de mi ciudad natal. Mi abuelo me saco de aquí con un año y pocos meses, así que era muy pequeña para recordar...
Llegamos hasta la casa de los Ligthwood para dejar las maletas y nos dirigimos a ver a mi abuela.

 Llegamos hasta la casa de los Ligthwood para dejar las maletas y nos dirigimos a ver a mi abuela

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(Casa Ligthwood en Idris)

Quedamos con mi abuela en el Gard, yo estaba asustada, todo me parecía demasiado formal en Idris, y nadie me decía absolutamente nada de lo que estaba pasando.
Al entrar en el Gard, Imogen Herondele estaba en la misma entrada, me abrazó con fuerza y me miró directa a los ojos.
- ¿Preparada cariño?
- No lo se abuela, ¿que esta pasando? - Me aferraba a la mano de Alec con fuerza, mi abuela dirigió su mirada hacia nuestros dedos entrelazados.
- Mi pequeña, tu padre dejó algo escrito... - Miro en dirección a Alec - No esperaba que tu madre te dejara venir... pero me alegro de que estés aquí.
- Mi madre no quería, pero me da igual, quiero estar aquí, con Angelica, y espero que usted acepte lo que siento por ella...
- Alexander Ligthwood, pocos merecen mi aprobación, y puedo asegurarte que tu si que gozas de ella... - Miro a Alec con dulzura.
- Gracias Sra. Inquisidora...
- Tu puedes llamarme Imogen.

Entramos a uno de los despachos, era demasiado serio, prácticamente todo negro, menos las paredes, que eran de un marrón oscuro. Había una mesa central negra, con varias sillas a su alrededor, como si de una sala de juntas se tratara. Dos hombres de semblante aburrido encabezaban  dicha mesa. Nos sentamos Alec y yo a un lado de ellos y mi abuela justo enfrente de mi.
- Srta. Angelica Herondele, ¿Consiente que su abuela, Imogen Herondele y Alexander Gideon Ligthwood estén presentes en la lectura del testamento de su progenitor Stephen Herondele?
- Si acepto...
- De acuerdo... pues vamos a proceder ha abrir el escrito. - Abrió una carta y empezó a leer:

Yo, Stephen Herondele, en pleno uso de mis facultades y conocimientos, deseo que todas y cada una de mis pertenencias queden directamente a disposición de mi única hija, Angelica Herondele. Bajo la condición de que deberá firmar un compromiso formal para dejar constancia de que dará continuidad al apellido, que defenderá nuestro honor y respetará las leyes de Idris. En caso de que mi hija sea menor de edad, podrá tener control sobre su fortuna, mi madre Imogen Herondele, siempre velando por los intereses de mi hija, y perdiendo cualquier derecho sobre el mismo el mismo día que Angelica cumpla la mayoría de edad, que según las leyes de Idris es a los 18 años.
Y para que conste, firmo debajo de este escrito, y rubricando como testigo, mi madre y abuela de la beneficiaria Imogen Herondele.

Me quedé un momento en shock... no se por que mi padre me dejó todo a mi, sabia que mi hermano estaba en camino...
- Pero... ¿que hay de Jace?
- Pequeña, tu padre hizo esto antes de que tu madre estuviera embarazada de tu hermano, no le dio tiempo a modificarlo - Mi abuela intentaba guardar la compostura.
- ¿Y tu abuela? ¿La casa es tuya no?
- No querida, yo soy Herondele por matrimonio, no soy una "verdadera" Herondele.
- No te voy a sacar de tu casa abuela, jamas...
- Lo se pequeña, pero... digamos que legalmente seré una invitada... - sonreía - Te la cuidaré hasta que decidas venir a vivir en ella...
- Y el dinero... también es tuyo...
- No te preocupes por eso, yo tengo el mío... - de verdad
- Pero Jace, yo quiero que el tenga derechos...
- Jace nunca fue registrado como un Herondele, legalmente es un Wayland... para que tu puedas cederle derechos sobre tus bienes, el debe rechazar su antiguo apellido y tu debes reconocerlo como tu hermano pequeño y responsabilizarte de el hasta que tenga los 18.
- Acepto, si el quiere acepto.
- Eso ya lo hablaras con el... - Mi abuela me miraba y hablaba con orgullo.
- Srta. Herondele -Habló el señor que leyó el testamento. - Si lo acepta, debe firmar aquí, después de que su hermano cambie el apellido podrá hacer la cesión de derechos completa o parcial.
- Vale -cogí la pluma que me cedía y firme, justo en ese instante, me entregó una carta.
- Esto también es suyo...
Cogí el sobre y lo abrí. Era una carta de mi padre, dirigida a mi.

Querida Angelica
Si estas leyendo esto,significará que yo no estoy para hablarlo contigo. Tengo una misión importante, y no creo que pueda regresar de ella. Me uní al villano, y voy a pagar un precio muy alto por manteneros con vida a todos. Ayuda a tu madre con tu hermano, enséñale a ser un buen hombre y a saber tratar a las mujeres. Enséñale a luchar, se que tu puedes, por que con un añito de vida, ya coges mejor la espada que yo. Te quiero mi princesa, no olvides nunca que te quiero, y que tu y tu hermano, sois lo mejor que jamás podría haber tenido. Cásate por amor, y no dejes que nadie te arrebate eso, e incúlcale a tu hermano lo mismo, que el amor, al contrario de lo que se dice en la creencia Nefilim, te hace fuerte, te hace poderoso. Por eso, el villano teme a los que somos poderosos en amor, por que nosotros podremos acabar con el. Recuerda que eres especial, eres una Herondele, tu poder es inmenso. Te quiero mi niña bonita, no lo olvides jamás.
Tu padre: Stephen Herondele.

Lloré desde la primera letra hasta la última, mi padre se dio cuenta que Valantine no era bueno. Pensé que mi padre siempre había sido como el, pero no, nos quería, a mi hermano y a mi, y quería protegernos del villano...

Le enseñé la carta a Imogen, deje constancia de mi aceptación a las exigencias de mi padre y nos marchamos de allí.
- Abuela... ¿donde están enterrados?
- En la entrada de Idris, hay un cementerio... allí están los dos. - Me miraba extrañada. - ¿quieres que vayamos mañana juntas? - Asentí con la cabeza - ¿Donde os vais a quedar? ¿Vienes a casa?
- No, habíamos pensado quedarnos en la casa de los Ligthwood.
- ¿Los dos solos Angelica? ¡No sois un matrimonio, no podéis!
- Abuela, los tiempos han cambiado - reía ante la exagerada reacción de Imogen
- Ademas Sra. Inquisidora, eso tiene fácil solución -dijo Alec, dejándome totalmente sorprendida. - Si tu quieres nos casamos ahora... - deposito un corto beso en mi boca.
- Estas loco Alec...
- ¿Eso es un si? - Lo dijo con ilusión
- Es un me casaré contigo, pero no esta tarde, Izzi nos mataría si no le dejamos organizar la boda...
Incluso mi abuela río por mi comentario. Estuvimos un rato mas charlando y después nos fuimos en dirección a casa de los Ligthwood a pasar la noche, mi pelinegro y yo solos...

-------------------------------------------------------------Ojalá que os guste este nuevo capitulo, si es así, ya sabéis darle a la estrella y dejad algún comentario. Como siempre, mil gracias por leerme y en este capítulo el agradecimiento especial es para bitchysays mil gracias, sin vuestro apoyo no soy nadie!!!

AngelicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora