Angelica

Capitulo 17: Sebastian...

Dormimos en la que fue la habitación de infancia de Alec, aunque parecía mas bien la de un adolescente prematuro... tenía una cama de matrimonio, y muchísimas fotos y armas colgadas por las paredes, sobre todo arcos. Yo llegue cansada mentalmente, así que tomamos una ensalada ligera para cenar y nos metimos en la cama. Lo último que recuerdo es que Alec me acariciaba y me abrazaba desde la espalda.
Desperté gracias al inconfundible olor a café que venia de la cocina. Baje las escaleras descalza en ropa interior y batín.
Encontré a Alec en la cocina, preparando el desayuno, solo llevaba unos vaqueros, y eso me parecía de lo mas sexi que había visto jamás, lo estuve observando desde la puerta hasta que se dio cuenta.
- Buenos días princesa. - Se acercó a besarme y me agarró con fuerza para levantarme del suelo... me llevo hasta el hornillo, agradecí que estuviera frío, nos besamos con pasión, nuestra excitación crecía por momentos.

- Podríais recordar cerrar la puerta para hacer estas cosas cariño...
- ¡Por el angel abuela! - quería morir, no creo recordar pasar tanta vergüenza en mi vida, aunque cuando vi la cara de Alec, supe que el lo estaba pasando muchísimo peor que yo...
- No os preocupéis chicos, no sois lo primeros... aunque espero que os lo toméis con calma... - Imogen se estaba guardando la carcajada para ella...
- Voy a vestirme, ahora vuelvo... - Vi como Alec se ponía una chaqueta negra de chandal y yo sali corriendo para vestirme y bajar rápido, ya que no quería dejar mucho tiempo a mi novio con la abuela, yo sabia que el no estaba cómodo después del momento vivido hace escasos minutos...

Baje lo mas veloz posible, y los encontré riendo y hablando. Cuando asomé a la cocina, Alec me miro con amor y mi abuela me sonría.
- Hola amor, tu desayuno esta listo. Voy a vestirme yo ahora... - El pelinegro me dio un beso casto en los labios y salió de la cocina. Observe como se marchaba.
- Querida, es un magnífico chico. Te ama y esta dispuesto a todo por ti.
- Lo se abuela, es el mejor. Yo también lo amo... - Mi abuela me miraba orgullosa.
- Pequeña, al final no puedo ir contigo al cementerio, pero le he explicado a Alec donde es... el te llevara.
- Es una pena abuela, me gustaría que vinieras...
- Lo se pequeña...
Charlamos durante un buen rato, hasta que vimos a Alec en el umbral de la puerta. Se había vestido de una manera espectacular, siempre lo veía con la ropa de lucha o de entrenamiento, pero jamas vestido de relax, y era igual de elegante que su madre...

Fuimos caminado cogidos de la mano hasta el cementerio, por el camino, cogimos flores para dejarlas en la tumba de mis padres.

Cuando llegamos, todas las lápidas eran de color blanco, con los nombres escritos en ellas. Fuimos hasta donde mi abuela le indico a Alec. Nos encontramos con una lapida enorme, donde en su parte superior había un pequeño angel, y justo debajo ponía los nombres de mis padres y la frase "Padres amorosos" debajo de ellos, a un lado un jarrón, también de color blanco con el emblema de la familia, un pájaro, como una especie de golondrina.
- Voy a ponerle agua - Dijo Alec mientras cogía el jarrón.
Asentí con la cabeza y me quedé mirando la lápida. Al poco noté que alguien estaba detrás de mi.
- Has tardado poco amor.
- un poco pronto para llamarme amor, pero vale...
Me di la vuelta rápidamente, y me encontré on el rubio de ojos negros del otro día en el pandemónium.
- ¡TU! - me acerqué a el de forma amenazante
- Ey tranquila! Solo he venido a ver a mis padres y me he parado a saludar... - Lo dijo suave, levantando los brazos en forma de rendición.
- Pues hola, ya puedes marcharte...
- La chica de Alec Ligthwood no es muy sociable no?
- Me llamo Angelica, y si soy sociable, pero solo con los que me interesan.
- Vale, tienes razón, te debo una disculpa... el otro día iba borracho, y no se que te dije, pero seguro que no fue agradable... ese mismo día me entere de que tendría que venir aquí a verlos...- Puso una mirada muy triste, y yo me sentí la peor persona del mundo...
- Lo siento... - Lo dije con la cabeza baja
- Tranquila bonita, no lo sabias y yo debí comportarme... soy un Nefilim, se supone que se hacerlo.
- No todo es tan fácil... - Le sonreí y el me devolvió la sonrisa, la verdad, que era muy bonita.
- Me llamo Sebastian, Sebastian Verlac... - Extendió su mano para que yo la tomara, y lo hice...
- Angelica Herondele, encantada
- Alexander Ligthwood - Se oyó justo detrás de nosotros. Mi novio tenía cara de pocos amigos y su voz sonaba amenazante. Dejó el jarrón con las flores en su lugar y me agarró de la cintura acercándome a el.
- Encantado de conoceros, bueno... me tengo que ir, espero que nos volvamos a ver... - Dijo mientras me miraba, para luego dedicarle una miraba mas dura a Alec. Lo vimos alejarse.
- ¿En serio Alec? ¿Te has puesto celoso?
- ¿Yo? Solo me he presentado - Lo dijo sin mirarme mientras empezaba a caminar... Yo me puse a reír a carcajadas y lo seguí.
Llegamos a la casa de los Ligthwood comimos y leímos durante gran parte de la tarde, después nos fuimos a preparar, habíamos quedado con mi abuela para cenar en lo que se suponía que era mi casa.
Salí de la ducha envuelta en una toalla, vi que Alec tenía mala cara desde el encuentro con Sebastian Verlac en el cementerio.
- ¿Sabes? Me encantas cuando estas celoso, pero yo te quiero a ti.
- No me gusta que otro hombre te mire como lo hago yo, por que se exactamente lo que piensa.
- ¿Y que estas pensando ahora mismo?
- ¿Ahora? - Se acercó lentamente hasta mi, me quitó la toalla y me tumbó en la cama. - En que esto es lo que piensa los hombres que te miran como yo, pero solo yo te lo puedo hacer... - empezó a besarme con pasión y a besar cada centímetro de mi cuerpo. Yo solo me dejé llevar...

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Como siempre, mil gracias por leerme y en este capitulo, quiero dar las gracias de manera especial a @Lara2ne1!!!! Vuestro apoyo es lo que anima a seguir, mil gracias!!!!