Estaba en la enfermería, sentía un gran vacío, como si me hubieran arrebatado parte de mi. No notaba a mi pequeño Stephen dentro de mi, y no recordaba gran parte de los sucedido en las últimas horas. Intenté levantarme, pero mi cuerpo no estaba por la labor.
Escuché el chirriar de la puerta y enseguida vi a mi marido, llevaba una manta de color azul entre sus brazos.
- Ya estamos con mama pequeño... - Su sonrisa era resplandeciente, se acercaba a mi cama con desesperante lentitud sin dejar de intercambiar la mirada entre mis ojos y al pequeño bebe que estaba en sus brazos.
- Alec, es...
- Nuestro hijo... - Respondió antes de que yo acabara la frase y me lo tendió para que yo lo tomara en mis brazos.
Era maravilloso el sentimiento que empezó a crecer dentro de mi, ya lo quería antes de que naciera, pero ahora, era algo tan primitivo... lo amaba mas que a mi misma, no quería que fuera un gran hombre, quería que fuera mejor que cualquier otra persona del mundo.
Vi su rostro, y era igualito a Alec, excepto por sus ojos, tenia los ojos de Jace y míos, los ojos de un Herondele. Parecía tan pequeño e indefenso... la mirada de Alec era de admiración.
- Alec... es precioso, es nuestro pequeño...
- Lo se amor, es perfecto...
No podía dejar de sonreír. A los pocos minutos entro Marysse en la sala, vino con paso firme hasta nosotros y me dio un pequeño abrazo. Sentí una extraña sensación, nunca imaginé que ella pudiera realizar tal acto.
- Gracias, gracias por traer a mi nieto sano y salvo -Ella también sonreía, parecía que nuestra lucha constante había llegado a su fin.
A pesar de mi felicidad infinita por sostener entre mis brazos la mayor prueba de amor entre Alec y yo, no pude evitar recordar a Jace, a mi hermano, mi rubio favorito.
- Alec, ¿donde esta Jace? ¿Ya ha aparecido?
Los dos Ligthwood que estaban en mi presencia se miraron el uno al otro con una cara que a mi no me gustó nada... Sabía que los ojos de mi marido no auguraban buenas noticias...
- Amor... aún no sabemos nada... la clave y todos los Shadowhunters del instituto lo están buscando, aparecerá... esta bien, tiene que estar bien... - Alec agachó la mirada al pronunciar la última frase, sabía que él estaba tan preocupado como yo, al fin y al cabo, era su parabatai.Pasaron los días y fui recuperando mi forma, estaba todo el día con el pequeño Stephen, y cuando él dormía, me entrenaba para recuperar mis habilidades y así estar fuerte para poder encontrar a mi hermano...
Pasadas dos semanas, mi preocupación había pasado a ser tormento y desesperación, aunque no era la única. Mi marido también empezaba a desesperarse y Clary parecía un alma en pena...
Me sentía culpable... fue mi idea la que hizo que Jace estuviera esa noche en la ciudad de hueso, y fui yo la que aceptó dejarlo allí solo... El era mi hermano pequeño, se supone que debía protegerlo, pero no fue así, a cambio, el destino había hecho que ahora no supiera donde se encontraba...- Clary... ¿que tal te encuentras? - La peliroja estaba tumbada en su cama junto con Izzi...
- Hola Angy - Me saludó la morena
- Angelica... hola, la verdad... no muy bien... lo hecho de menos... y esta incertidumbre me esta matando...- Clary hablaba con sinceridad, ella amaba a mi hermano...
- Lo se... me pasa igual... pero lo encontraremos, Jace volverá, ya lo verás. - Intenté sonreír lo mas amable posible, pero la tristeza de no saber donde estaba mi hermano, no dejaba que mi boca se torciera del todo.
- ¡Angelica! ¡Angelica ¿donde estás?! - Escuché la voz de Alec en el pasillo, estaba llamándome a voz en grito. Salí en su busca, me tope con el justo cuando abrí la puerta
- ¿que pasa cariño?
- Ha llegado un paquete para ti... pone que es de Sebastian Morguestern...
Corrimos hacía la biblioteca, donde estaba Marysse con el paquete sobre la mesa que había en el centro.
Lo abrí sin pensar mucho, y me encontré con un anillo que parecía hecho con hojas de plata.
- Es un anillo seelie... - Dijo Marysse - Hay dos, si lo llevas puesto, puedes comunicarte con el poseedor de la otra alianza...
Miré con pánico a mi marido...
- ¿Crees que Sebastian tiene el otro?
- Si, y creo que quiere hablar contigo... pero no debes ceder...
- Alec, ¿Y si sabe algo de Jace?
- No debes creerle, sabes que hará lo imposible para que te unas a el...
- Debo arriesgarme... es Jace...
Tomé el anillo rápidamente y me lo puse, le di una pequeña vuelta, pero no me encontré lo que yo esperaba, no era Sebastian la imagen que se puso frente a mi, si no Jace.
- Hermana... pensé que no te lo pondrías...
- ¡Jace! ¿Estas bien? ¿Donde estas? Voy ahora a buscarte, dime donde estas...
- No, Angy escucha, no tengo mucho tiempo, no se donde estoy, es un apartamento atrapado en el tiempo o algo así, se va moviendo y no es posible localizarlo. Estoy con Sebastian, no se como lo hace, pero puede controlarme la mayor parte del tiempo... a veces, como ahora, puedo pensar por mi mismo, pero la mayor parte del tiempo el me domina... Mi ahijado, ¿como esta mi pequeño Stephen?
- Esta perfecto Jace, esta maravillosamente bien, con muchas ganas de que su padrino lo abrace por primera vez. Jace, tienes que ayudarme a encontrarte, algo... una pista por pequeña que parezca...
- Escuché como hablaba por teléfono, dijo algo de la piaza del popolo... en roma... creo que nos dirigimos allí... Angy, ¿Clary como esta? Dile que aun sin ser yo mismo la sigo amando... No tengo más tiempo, lo siento... te quiero hermana... os quiero...
Y sin que me diera tiempo a mas, desapareció...
- Era Jace, Alec, era mi hermano, esta con Sebastian, dice que puede controlarle, pero no sabe como, dice que van a roma, o eso cree el, que no se le puede localizar... - Las palabras salían de mi boca a mucha velocidad, quería salir corriendo hacia roma para recuperar a mi rubio impertinente.
- Cariño tranquila, a ver, despacio por que no entendemos nada...
Intenté calmarme lo que pude y conté toda la conversación a Marysse y al resto.
- De acuerdo, hay que preparar un plan y hablar con el instituto de roma, La clave debe saber esto...
- Marysse no hay tiempo... - Habló Clarissa... - Sebastian quiere que Angy y yo nos unamos a el, Angelica no puede, debe quedarse aquí con Stephen, pero yo iré, Sebastian no desconfiara de mi, creerá que me uno a ellos por Jace...
- Ni hablar, yo también voy... - Alec me agarro del brazo.
- Angelica, Clary tiene razón, tu no puedes separarte de nuestro hijo, y si va ella sola, aunque los demás nos quedemos cerca, Sebastian no sospechará.
Claryssa sonrió a Alec en forma de agradecimiento, y yo, muy a mi pesar, supe y acepté que tenían razón... No podía dejar a mi pequeño aquí, y mucho menos llevarlo cerca de Sebastian...
- De acuerdo - Sonreí a mi marido - Pero... Clary, - Me acerqué a ella con paso firme y la abracé - ... Tráemelo de vuelta por favor... - Seguí abrazada a ella mientras una lágrima de miedo y esperanza se deslizaba por mi mejilla.
- Aunque sea lo último que haga... - Me devolvió el abrazo, y supe que me decía la verdad, supe que ella me devolvería a mi hermano.-------------------------------------------------------------Hasta aquí la primera temporada de Angelica... Espero que os haya gustado y prometo ponerme pronto con la que será mi primera novela propia, y después con la segunda parte de esta. Espero que me sigáis apoyando como hasta ahora, ya que me dais ánimos para seguir!!! Ya sabéis dadle a la Estrellita si os ha gustado y dejadme algún comentario!!
Este, al ser el último capítulo, quiero hacer una dedicatoria especial...
Quiero dedicárselo a mis ángeles, que cada día me sacan mas de una sonrisa, una de ellos esta por aquí!! Marta2418 este capítulo es para vosotros mis ángeles!!!
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Angelica
FanfictionSiempre quise una oportunidad para demostrar que puedo hacerlo bien, siempre he sabido que tengo potencial, confío en mi... Ademas... ya es hora de conocer a mi hermano.... Aunque jamás pensé que esta búsqueda me llevaría a enamorarme...