Siempre quise una oportunidad para demostrar que puedo hacerlo bien, siempre he sabido que tengo potencial, confío en mi... Ademas... ya es hora de conocer a mi hermano....
Aunque jamás pensé que esta búsqueda me llevaría a enamorarme...
Llegamos a ciudad de hueso. Jace me miraba preocupado, y yo intentaba disimular mis nervios. Sabia que estaba a salvo junto a mi marido y mi hermano, pero los hermanos silencios me ponían los pelos de punta. < Pasad hermanos Herondele> Entramos nerviosos, pero con paso firme, Alec me agarraba de la cintura. <Solo los Herondele> Alec se acercó de manera protectora. - No te preocupes, estaré bien - acaricie la mano que tenia sobre mi barriga - Estaremos bien...
Una vez dentro, el hermano Jeremiah nos hizo ponernos frente a el, mientras el resto de hermanos nos rodeaban. <Jace Herondele, volviste a nacer, volviste a la vida... lo que nos vienes a preguntar, tiene una respuesta afirmativa. No son reales del todo tus sueños, pero pueden llegar a serlo... Todos los Nefilim recibimos las runas protectoras al nacer, aun no tienes los dieciocho, así que aún estas a tiempo de que se puedan restablecer, necesitaremos a una hermana de hierro para el ritual> - Pero... no es peligroso ¿no? <Tranquila Sra. Ligthwood, su hermano esta a salvo, aunque debe permanecer aquí hasta que lo realicemos> Sra. Ligthwood, todavía no me había acostumbrado, para mi, ese nombre pertenecía a la madre de Alec, ahora también mi suegra. - Me quedaré con el... - No Angy, debes reposar, mi ahijado debe tener buenos cuidados, y dudo que aquí tengan habitación de invitados ... - Mi hermano me miraba cariñoso. - Vale, pero mañana pronto estaré aquí... y Jace, no te preocupes, te queremos, todo saldrá bien. Me abrazó fuerte y me acompañó a la salida.
Volvimos caminando hasta llegar al instituto después de una lenta y dura despedida con mi hermano pequeño. Clary iba mas adelantada, y bastante preocupada a mi parecer, Alec me tomaba de la mano. - No te preocupes, todo se arreglará - Me lo dijo mientras apretaba mi mano... Nos metimos en nuestro cuarto y me di una ducha caliente. Me dispuse para dormir con mi ya abultada barriga...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Amor... ¿soy yo, o parece que estoy de 20 meses? - Es nuestro hijo mi vida, seguro que es grande y fuerte, como mama y papa... - Parezco una ballena... Me dio un beso tierno y me acompañó hasta mi lado de la cama. - Te quiero, y me vas a dar el mayor regalo que existe en esta vida, eres perfecta por dentro y por fuera, y te puedo asegurar que cada día que pasa estas mas hermosa. No olvides jamás que te amo, y que no hay mujer mas bella... - Volvió a besarme mientras sus palabras seguían acariciando mis oídos. ¿Que había hecho bien para merecer a este hombre?
Me desperté temprano y le preparé un suculento desayuno a mi guapísimo marido. Después hablamos con Izzi y Simon y les contamos todo lo que estaba pasando con Jace.
No tardamos en arreglarnos y salir hacia ciudad de hueso para ver que tal iban los preparativos para rebautizar a mi hermano. Por el camino, Clary nos estaba contando cómo había ocurrido su percance con Jace, pero se notaba en sus palabras que no lo culpaba y que lo amaba incluso más que antes. La verdad es, que aunque algunas veces Clary podía ser algo exasperante, amaba a mi rubio favorito de una manera incondicional, era capaz de sostener la tierra sobre sus hombros por el, y eso hacía que la apreciase aun mas que simplemente como amiga y le estuviera agradecida. Al llegar a ciudad de hueso, notamos que algo iba mal, las puertas estaban entreabiertas, y pude ver un cuerpo tirado en el suelo al final del pasillo de la entrada. Corrimos hacia él y nos encontramos con una escena desgarradora. Uno de los hermanos silenciosos se encontraba tirado a nuestros pies y al parecer sin vida.
- ¡No, Jace! Corrí, corrí lo más rápido que me permitían mis pies, dejando atrás la voz de Alec llamándome y pidiéndome precaución, aun así, a los pocos segundos, escuché y noté la presencia de mi moreno y mis amigos justo detrás. Llegamos al tercer piso subterráneo y nos encontramos la habitación-celda donde supuestamente Jace debía estar, pero solo encontramos una estancia vacía. <Ligthwood, Sra. Ligthwood, aquí> Escuche la voz del hermano Jeremiah en mi cabeza, me di la vuelta y vi un cuerpo prácticamente tumbado al final del pasadizo, inmediatamente supe que la voz que me había hablado pertenecía a aquel cuerpo. - ¡Hermano Jeremiah! ¿Que ha pasado? ¿Donde esta Jace? <Nos atacaron, eran Nefilim, pero iban vestidos de rojo, y no cumplían las reglas de la clave, se lo han llevado...> - ¡Mierda! ¡No puede ser! Ayudamos al hermano Jeremiah a recuperarse un poco mientras el nos contaba que había pasado. Unos Nefilim, al parecer antiguos seguidores de Sebastian y Valantine, se habían adentrado en la ciudad de hueso y los habían atacado, no tuvieron tiempo ni de prepararse para la batalla, acabaron casi con todos los hermanos silenciosos y se habían llevado a Jace con vida, no sin antes dejarlo inconsciente de un golpe, ya que mi valiente hermano intento defender a los hermanos y negándose a irse con ellos. No conseguimos averiguar por quien estaban liderados, ya que no hablaron durante el ataque.
Llegué al instituto con un gran ataque de nervios, llorando sin parar. - Tranquilízate querida, no te puede hacer bien esto... - Mi suegra me hablaba calmada, pero con cara de preocupación. - ¿Se puede saber que le pasa Alec? Seguí llorando mientras Alec le contaba a su madre todo lo de mi hermano. Los sueños, nuestra visita a la ciudad de hueso, y lo ocurrido esta noche, el ataque y el secuestro de Jace. Empezaron a discutir fuertemente. - ¿Y SE PUEDE SABER EN QUE ESTABAIS PENSANDO? ¡POR EL ANGEL ALEXANDER! ¡JACE ES MENOR Y TU ESPOSA ESTA EMBARAZADA! - ¡EN AYUDAR A MI PARABATAI! MADRE ES JACE, QUERIA AYUDARLO! Noté como un liquido recorría mis piernas y deje de llorar de golpe, baje la mirada y vi una mezcla de un líquido transparente viscoso y sangre... había roto aguas... - Alec cariño... - Pero el seguía discutiendo con Marysse... - ¡Alec! Los dos se voltearon a la vez a mirarme y se quedaron blancos al verme... - Creo que a nuestro pequeño le ha entrado prisa... Y un dolor agudo cruzó desde la parte baja de mi espalda hasta un poco mas arriba de mi entrepierna, mientras notaba como mi pequeño quería abrirse paso para conocer el mundo real...
-------------------------------------------------------------Hola mi gente!!! Siento mucho haber tardado tanto, pero han operado a mi mami y estoy muy pendiente de ella ahora mismo. Este creo que es el penúltimo capítulo. Aunque después empezaré la obra completamente mía. Y además pensaré la segunda parte de este fanfic. Muchísimas gracias por leerme y añadirme a vuestras listas de lectura, os mando miles de abrazos a cada uno de vosotros!!!
