Los Voradores de Simon Holt
Su cerebro era una máquina bien afinada, no obstante, tenía un detalle importante: no podía coordinarlo con su cuerpo.
.
Se encontraban aislados del universo con sus audífonos, hipnotizados por sus celulares, golpeteando las teclas de sus laptops y en comunión muda con el mundo espiritual inalámbrico.
.
En el instante es que comienzan a creer en algo, eso empieza a cobrar poder sobre ustedes. (Eben)
.
-¡Es sólo un estúpido libro! Un cuento de hadas, Aarón. Palabras, nada más. (Gina)
-Las palabras se escriben por alguna razón.
.
Incluso los locos tienen sus razones. (Aarón)