Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll
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-¿Podrías decirme, por favor, qué camino he de tomar para salir de aquí?
-Depende mucho del punto a donde quieras ir –contestó el Gato.
-Me da casi igual a dónde –dijo Alicia.
-Entonces no importa qué camino sigas –dijo el Gato.
-... siempre que llegue a alguna parte –añadió Alicia, a modo de explicación.
-¡Ah!, seguro que lo consigues –dijo el Gato-, si andas lo suficiente.
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-Pero yo no quiero andar entre locos –observó Alicia.
-¡Ah!, no podrás evitarlo –dijo el Gato-: aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
-¿Cómo sabes que estoy loca? –dijo Alicia.
-Tienes que estarlo –dijo el Gato- o no habrías acudido aquí.
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-Veíamos a la legua, con o sin taxis, y gramática parda, y luego, las distintas ramas de la aritmética: Ambición, Distracción, Multicomplicación y Diversión.
-Nunca he oído hablar de Multicomplicación –se atrevió a decir Alicia-. ¿Qué es?
El Grifo levantó las patas en señal de sorpresa.
-¡Cómo, que nunca has oído hablar de multicomplicación! -exclamó-. Sabrás lo que es complicación, supongo...
-Sí –contestó con inseguridad Alicia.
-Pues si lo sabes, y no sabes también que las complicaciones nunca llegan solas –sentenció el Grifo-, eres bien tonta.