The Styles Twins: Against Destiny (EN EDICIÓN)

Las Paces y el ratón ninja

Edward se despertó con una terrible resaca. Se frotó los ojos y se incorporó para levantarse y recibió un golpe en su frente. Maldijo en voz baja mientras se frotaba la zona adolorida. La cabeza le zumbaba. Rodó las cortinas de su litera y se bajó con dificultad. Al tener los pies en el suelo, vio al lado de su litera a la orilla un vaso de agua con una pastilla en una servilleta. Ladeó la cabeza, extrañado y se agachó para tomarla. Notó que en la servilleta había algo escrito. Parpadeó un par de veces para aclarar su vista.

“Buenos días idiota. Fuimos a desayunar. Lou te está cuidando” att: tu “mejor” amigo”

Edward frunció el ceño desconcertado. ¿Por qué lo llamaría idiota? Y ¿Por qué encerró entre comillas el “mejor”? no entendía. Se tomó la pastilla, se puso una camiseta, unos tenis y bajó del tour bus.

El día estaba muy brillante, y allí afuera estaba Lou sentada en una silla plegable junto con Tom, su esposo junto a Lux, que armaban un rompecabezas. Edward se frotó la cara aún por el sueño mientras se aproximaba a ellos.

-          Vaya, miren quien despertó- dijo Tom sonriendo-. Hola campeón.

-          Hola Tom- saludó Edward.

-          Buenos días- le dijo Lou-. Lux dile buenos días.

-          Buenos días- dijo la pequeña con voz aguda. Edward le sonrió encantadoramente.

-          Que dulce. ¿Dónde están los chicos?- les preguntó a ambos.

-          Salieron a desayunar. Nosotros fuimos temprano y como supimos que se tardarían, te compramos el desayuno- le explicó Tom mientras le extendía un sándwich envuelto y un jugo de naranja.

-          Oh, gracias- dijo Edward apenado-. No tenían por qué…

-          Oh, calla Edward- le dijo Lou-. Ustedes seis son como los hijos varones que no tendré.

-          ¿Estás segura de eso?- le preguntó su esposo, divertido.

-          ¡Tom!- chilló ella mientras se echaba a reír.

Edward se sentó junto a ellos, desenvolviendo el sándwich y destapando el jugo. Lux estaba muy entretenida con su juego.

-          Entonces, se nota que ayer la pasaste fenomenal- comentó Louise, poniendo una pieza en el rompecabezas.

-          Pues…eso creo…- decía Ed, recordando.

-          ¿No recuerdas nada?- le preguntó ella atónita.

-          Es que…yo…- intentaba explicar Edward, pero su memoria le fallaba.

-          Pues, regresaste muy ebrio- le dijo Tom-. Paul tuvo que cargarte y recuerdo que decías muchas boberías.

-          ¿Cómo lo sabes?- preguntó Edward con los ojos bien abiertos, escuchando con atención.

-          Por que yo seguía despierto cuando vinieron- respondió Tom.

-          Parecías un bebé cuando no quiere dormir. Hiciste algo como una rabieta- finalizó Louise.

Edward no podía moverse ¿De verdad había hecho eso? ¿Cuánto habría tomado? Recordaba que solo se había emborrachado de tal manera 2 veces en su vida: una, cuando fue a Funky Buddha con los chicos y la segunda antes de que le secuestraran, entonces esta sería la tercera.

-          Yo…yo no puedo creerlo- masculló asombrado.

-          Y Andy estaba molesto, muy molesto- dijo Tom asintiendo.