The Styles Twins: Against Destiny (EN EDICIÓN)

Tour

En Febrero de ese año, luego del cumpleaños número 21 de los gemelos, comenzó el tour. A Edward le fue entregada una especie de cronograma de los conciertos y le pareció extenso, y eso que solo eran de Reino Unido. No quiso imaginarse los de afuera.  Como era el concierto de apertura en Londres, podían ir familiares y amigos de la banda.

En la tarde, Edward condujo hasta el cementerio de Cheshire. Quiso ir sin compañía alguna. Se detuvo en la entrada para comprar unas flores azules y blancas. Ingresó al quieto y sombrío lugar, con el césped lleno de lápidas, unas antiguas y otras recientes. Dejó el auto en el estacionamiento y se bajó, colocándose un gorro para pasar desapercibido. No había mucha gente, lo que le daba algo de ventaja. Se le hizo un poco difícil recordar el camino, pero lo encontró. Caminó hasta la mitad del campo, contemplando las diferentes flores y adornos a los difuntos. Se detuvo en una lámina de mármol. Edward suspiró profundo y vio el ramo de flores en sus manos, para luego colocarse de cuclillas frente a la lápida.

-          Hola Dave- le saludó Edward.

Estaba visitando a Dave, el muchacho que le salvó la vida. Desde que había muerto, Edward le visitaba de vez en cuando. No pudo ir a su velorio o entierro, puesto que para ese momento estaba en el hospital. Dejó las flores azules y blancas en el césped verdoso. Apretó sus labios. Siempre se ponía sentimental cada vez que visitaba a Dave, por que el no debió morir. Era tan solo un muchacho de 16 años con una vida por delante, pero fue la persona más valiente que alguna vez conoció.

-          Iré al tour- habló Edward, su voz ronca como un susurro-. Espero que me vaya bien.

Se quedó un rato en silencio, mirando la inscripción de la lápida una y otra vez:

“Dave Thomas Flynn Octubre 10, 1998-Febrero 11,2015

Amado hijo y venerado héroe”

Esa última frase Edward la mandó a escribir, pues para él siempre sería su héroe, aunque no lo tuviera allí.

-          Eres asombroso, Dave. Te extraño- dijo Edward ahogando un sollozo.

No pudo contener más y unas dos lágrimas se escaparon de sus ojos color jade y él las intentó detener con su mano. A veces no podía lamentarse el hecho de no poder salvarlo de su padre. Todavía recordaba las últimas palabras de Dave, como si lo hubiese vivido ayer: “Huye Edward, Huye” le gritaba. Luego de unos minutos se calmó y respiró profundo.

-          Nos vemos luego, campeón.

Se levantó del césped, y luego de dar una última mirada a la tumba de Dave, se alejó.

***

Edward había empacado ya sus cosas en un total de dos maletas, diciendo que llevaba “Lo estrictamente necesario”. Dejó las maletas afuera y Paul suspiró al verlas, pero no tuvo opción que llevarlas al auto. Anne estaba parada junto a la puerta, con Robin a su lado. Harry estaba llevando sus maletas al auto. Edward se acomodó su gorro de lana y giró hacia su madre. Ella le dedicó una sonrisa, pero no precisamente de alegría. Edward caminó hacia ella y cogió sus manos.

-          Va a irte genial, ya lo verás- le dijo ella con voz cálida.

-          Lo sé. Voy a extrañarte mucho.

-          Y yo a ti mi bebé- Anne lo jaló hacia ella y lo acurrucó en sus brazos.

Edward apoyó la cabeza en su hombro. Cuanto la extrañaría. No había estado lejos de ella desde que se enteró que poseía una madre. Ese sentimiento de vacío comenzaba a surcarse en su interior. Un sentimiento que odiaba. Se separó de ella y se sorprendió que hubiera estado llorando. Comenzaba a cambiar de opinión y quedarse.