El día tan esperado llego, en el castillo de la Capital Este todo era un caos, los empleados caminaban de un lado para otro arreglando todo para recibir a la prometida del príncipe y su padre.
En una lujosa habitación, un atractivo jovencito de cabello alborotado terminaba de alistarse, mientras pensaba: Llego el día, hoy te conoceré princesa misteriosa, aunque mamá dice que nos conocimos de pequeños, yo no me acuerdo de ti, mamá siempre anda diciendo que yo te protegía mucho cuando eramos niños y que eso era porque de seguro así fuéramos muy pequeños ambos ya teníamos presente en nuestros corazones que estábamos destinados, tanto mamá me hablo de ti, que hasta te imagine un rostro y sueño contigo todas, las noches. ¿Y qué pasara si no eres así?, de igual manera tendré que casarme contigo, es mi obligación como futuro rey de este reino.
Los pensamientos del joven fueron interrumpidos por el sonido de la puerta.
Toc toc toc
El joven de cabello alborotado fue a abrir la puerta, encontrándose con su primo fuera de ella.
Diecisiete, dijo Gokú sonriendo.
Qué bueno que ya estés listo, el padrino te anda buscando, ya que en unos minutos llega esa belleza, dijo Diecisiete.
Diecisiete, dijo Gokú en tono de reproche.
Esta bien, esta bien, disculpa, aveces se me olvida que es tu prometida, dijo el joven riendo.
Gokú salió de su habitación junto a su primo y bajo a la sala donde toda su familia los esperaban reunidos.
Pero que bello estas mi niño, dijo su madre.
¡Gracias mamá¡ dijo Gokú.
Hijo, toma, esto se lo darás a tu prometida en cuanto la veas, dijo el rey dándole al joven de cabello alborotado un ramo de rosas blancas.
Está bien, dijo Gokú.
Dieciocho reía al ver nervioso a su primo, mientras unas molestas Marón y Lunch esperaban con molestia la llegada de la bella princesa.
Minutos después:
El sonido de las trompetas anunciaba el ingreso al castillo del rey de Fri pan y bella hija.
Los empleados los recibían inclinándose ante ellos en señal de saludo, mientras estos eran llevados por uno de los empleados a la gigantesca sala principal del castillo donde los esperaba la familia real de la Capital Este.
El rey Ox de Fri pan y la princesa Milk Ox hacen su ingreso, anuncio el empleado.
Gokú al escuchar el nombre de la princesa dirigió la vista hacia la entrada principal y quedo hechizado al verla, la bella jovencita era tal cuál la había soñado, tan blanca como la nieve, su bello cabello negro largo y lacio contrastaban con su bello rostro, sus ojos negros como la oscura noche, pestañas largas, nariz pequeña y perfilada, y labios finos, pequeños pero a la vez carnosos, no era muy alta, tenia el tamaño ideal para el y era delgada pero de silueta perfecta, el vestido que llevaba puesto la hacia ver como un ángel.
La princesa busco con la mirada al príncipe y lo vio con un ramo de rosas blancas mirándola embelesado, tan embelesado como quedo ella al verlo a él, era el chico ideal, el que siempre soñó, blanco, ojos negros al igual que su cabello alborotado que lo hacia ver mucho más atractivo, era alto y fornido y su sonrisa era encantadora. La bella princesa quedo parada a unos metros del joven mirándolo a los ojos, cuando un carraspeo rompió el hechizo entre ambos.
Cof cof cof.
Hijo, entrégale las rosas a tu prometida dijo el rey haciendo despertar de su ensueño al joven príncipe.
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"Cambiando el destino"
De TodoGokú y Vegueta nacieron el mismo día, en la misma sala de hospital, uno hijo de un hombre trabajador de pueblo, el otro hijo de un rey, pero un error al momento de su nacimiento hará que uno viva el destino del otro, esto incluye ser el prometido...