17. Los pétalos rosas

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Una onda expansiva empieza a nacer y mientras más crece, lo de alrededor comienza a descomponerse.

Degeneración igual a degradación, todo se deteriora.

Como las hojas que como en su estación se convierten en secas, la energía se separa de ellas y mueren.

Es lo mismo ahora, la invocación de la degeneración, pero ante todo lo que lo rodea.

La única que podría detener eso, es Primavera, ya que ella hace el proceso contrario.

Verano se da cuenta de la estupidez que conlleva poner de malas a Otoño y retrocede.

Esto se ve mal.

―¡Detén esta idiotez, ya se calmó! ―le digo al castaño y señalo al pelirrojo que no sabe qué hacer ante la situación.

Otoño se sobresalta.

―¡Ay, cierto! Pero tengo sueño, no me acuerdo como era el truco. ―Bufa―. El equilibrio cósmico no está de mi lado.

―¡¿Cómo que no lo recuerdas?! ―grita Verano alterado―. ¡Tu equilibrio cósmico es una porquería!

―Lo sé. ―Hace puchero.

―¡Estaba intentando insultarte, idiota! ¡¿Y ahora para dónde salto?! ¡Estoy rodeado! ―Remueve su cabello por el susto.

―Bueno, voy a rezar por tu vida. ―Une sus manos―. ¡Qué no se muera, por una vez en la vida, equilibrio cósmico, ayúdame! ―Levanta las manos―. ¡Por favor!

Este es otro idiota.

Pienso que podría hacer un camino de hielo, pero se derretiría ni bien llegará a crearse hasta allí.

No hay forma.

Vuelvo mi vista al pelirrojo, que ha comenzado a comportarse extraño. Aunque para mí siempre ha sido raro.

―¡Primavera! ―grita como si la estuviera viendo ¿Pero qué le pasa? Miro pero yo no visualizo a nadie a donde él está observando.

De repente un viento fuerte comienza a soplar, tanto que cierro los ojos, pero cuando los abro veo un montón de pétalos rosas, miro a Otoño que también los ve sorprendido.

La degeneración desaparece gracias a ello y visualizo como Verano comienza a correr a dónde la estaba llamando.

¡¿Pero qué pasa?! 

Cambio de estaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora