40. ¿Me das un beso?

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Verano

Invi y yo caminamos detrás de Pri y Oto, veo como él escucha atentamente lo que ella le explica. Primavera sabe muchas cosas que nunca pensé oír y la verdad, Otoño tampoco la entiende mucho, solo se ríe e intenta volver a formular la pregunta, sin olvidarse de su típico bostezo, claro.

―¿Entonces las personas no solo tienen sexo para reproducirse? Y yo que pensaba que las películas porno eran para aprender sobre la reproducción ―acota el castaño pensativo sobre toda la explicación de hace un ratito nada más de Primavera.

Ella se ríe.

―¡No! Las películas porno son para los que no tienen pareja. ―Se lo piensa―. O acordarse de una ex pareja o simplemente placer. ―Bufa―. No sé, no miro esa clase de vídeos.

―¿Y para que son los besos? ―Se mete en la conversación Invierno y yo miro para un costado sintiéndome incómodo, recordando lo que hice.

―Para sentir ―responde tranquilamente, aunque ni yo la entendí y eso que he besado.

¿Sentir? Bueno, un poco sí, sé lo que se siente y es... agradable.

¡No debería estar pensando en eso!

―¿Tienes calor, Verano? ―pregunta la platinada y creo que debo tener la cara roja para que pregunte aquello.

―So... ¡Soy Verano, no sufro el calor! ―Contrólate, maldita sea.

Que cambien de tema. Por favor.

―¿Me das un beso? ―de repente le pregunta Otoño a Primavera y luego señala a Invi―. Porque ella no me quiere dar y yo tengo curiosidad, es mala.

―¿Y por qué no le preguntaste a Verano? ―exclama la pelirosa muy tranquila e Invi y yo, nos quedamos con la boca abierta, por la sorpresa.

―¿No hay que besarse con el sexo opuesto? ―pregunta confundido.

―¡Es la modernidad, cual quiera se besa con cualquiera y no hay prejuicios! ―Se ríe.

―No entiendo. ―Él continúa confuso―. De todas formas, ¿no me darás un beso?

Ella se detiene y todos hacemos lo mismo.

Le sonríe.

―De acuerdo. ―Le agarra la cara―. No veo problema.

La sorpresa de Invi y yo continúa en aumento, mientras nuestros ojos se abren en grande al mirar la escena. Primavera le acaba de dar un beso a Otoño y él queda más atontado de lo que ya estaba.

―Eso fue ¡Wow! ―exclama mordiéndose el labio inferior.

―Gracias ―Mueve su cabello rosado―. Dicen que soy muy buena besando. ―Luego nos mira a nosotros―. ¿Ustedes quieren probar?

Ambos negamos con la cabeza al mismo tiempo, aunque quedamos bastante impactados.

¡¿La inocencia de Primavera a dónde se fue?!

¿O nunca fue inocente?

Ya no sé ni qué pensar.

Cambio de estaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora