25. Caída peligrosa

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Las sombras se alarman y comienzan a atacarnos como locas. Veo el portal más grande generarse en el suelo, es obvio que hay que tirarse allí.

―¡Corramos! ―le digo a Invierno y me hace caso.

Saltamos dentro del portal y comenzamos a caer, es más profundo que el anterior.

Y lo peor, nuestros poderes aquí no funcionan.

―¡Voy a morir! ―grita Invierno cuando mira el fondo del precipicio.

―¡No en mi guardia! ―Agarro su mano y la empujo hacia mi cuerpo. Cuando terminamos de caer, soy yo el que recibe el impacto.

―¡Verano! Verano...

Oigo que Invierno me llama, cuando pierdo el conocimiento y luego, ya no escucho más nada.

Cambio de estaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora