Cambio de estación

39. El idioma del amor

Primavera se queda tildada un segundo pensando y luego se revuelve el cabello, alterada.

―¡Ah, no lo recuerdo! ―Mira a un lado y otro―. Me acuerdo caminar en esta dimensión, hablar con alguien que no sé quién es y luego... me enojo con esa persona y... ―Se tira de los pelos―. ¡No lo sé! ―Hace puchero poniéndose triste.

―No te preocupes, ya lo recordarás. ―Le sonríe Verano y yo frunzo el ceño―. ¿Qué? ―Se percata.

―Eh, yo... ―Siento mis mejillas arder y Pri de repente se ríe―. ¿Y a ti qué te pasa? ―le recrimino.

―Estás celosa ―dice la pelirosa y no entiendo que quiere decir.

―Deja de hablar en otro idioma.

―No es otro idioma. ―Hace una risita y luego se levanta―. Creo recordar un camino seguro ¿Caminamos así me vuelve la memoria? ―Sonríe y raro pero el siguiente que se levanta es Otoño.

―¿Me enseñas ese idioma? ―le pregunta el castaño y ella vuelve a reír.

―No es un idioma ―repite y pestañea seguido―. Es el vocabulario del amor. ―Le guiña y comienza a caminar.

Él la sigue como un patito.

―¿Y qué es eso? ―insiste.

―¡Cuando quieres a alguien tanto, pero tanto, que ni quieres separarte de esa persona, ni para respirar! ―Levanta los brazos contenta―. ¡Vamos, vamos! ―nos dice a Verano y a mí que nos quedamos atrás―. ¡Paso adelante! ―grita muy alegre como es ella.

Primavera es tan positiva y rara a la vez, que todavía no entiendo como somos amigas.

Somos tan diferentes.