Cambio de estación

1. Dame el círculo mágico

Invierno

Peino mi largo cabello plateado frente al espejo y acomodo mi kimono blanco, me encanta la ropa oriental antigua. Una vez que termino, salgo de mi casa del bosque y me voy a la ciudad. Hoy es 21 de septiembre, mi estación se acabó, es hora de entregarle el círculo mágico a mi amiga Primavera, para que ella pueda empezar a esparcir su energía. Ella es tan alegre, espero que podamos tener una conversación antes de que me vaya.

―¡Ay, qué frío! ―oigo a una humana gritar y cubrirse.

Yo hago una pequeña risita cuando tiembla por mi culpa.

―Hay viento todavía. ―Su pareja la abraza y me quedo mirándolos curiosa, ya que aún sigo sin entender esas situaciones.

¿Por qué los humanos tienen esa necesidad de emparejarse? Bueno, sé que es por la reproducción, pero lo otro no lo comprendo.

Me parece absurdo.

Al llegar al lugar donde debo entregarle el círculo mágico a Primavera, me quedo esperando y hasta me aburro ¿Dónde se encuentra?

Se está tardando.

Levanto la vista y veo venir a un pelirrojo caminando hasta mí. Tiene una sonrisa que me molesta ¿Cuál es la necesidad de sonreír todo el rato? Visualizo como se para en el lugar de mi amiga y mi cara sin expresión cambia a una enojada.

―Disculpa, este es el cambio de estación, no puedes estar ahí. ―Frunzo el ceño.

―Lo sé, por eso estoy aquí, soy Verano. ―Sonríe otra vez y ya me vuelvo a irritar.

―Si eres Verano, te confundiste de fecha y de lugar, ve al otro hemisferio, ya que donde te encuentras va Primaria. ―Señalo el suelo.

―No, belleza, yo no me voy a mover, necesito que me entregues el círculo mágico. ―Agita la mano.

¡Ni hablar, no le daré el círculo mágico!

―Primero no soy "belleza", soy Invierno, segundo no te lo voy a dar y tercero, este es el lugar de Primavera, así que vete ―digo dominante.

―Huy, qué carácter, belleza. Cálmate o vamos a tener un problema. ―Continúa sonriendo.

Frunzo el ceño.

―Entonces tenemos un problema ―repito sus palabras.

Se ríe.

―Huy, ya me estoy divirtiendo ―se burla.

Voy a hacerle desaparecer esa alegría que tiene, ya va a ver, me va a conocer en serio.