LA ORDEN DE NATHAIR (La Órden de la Serpiente)

Cap. 26. Antes del final

Bueno, aquí estoy de nuevo tras tan vergonzosa ausencia (problemas técnicos ya resueltos espero que de manera definitiva). En un principio pensé colgar el capítulo completo, pero estando en las fechas que estamos y teniendo tantas cosas que preparar para Noche Buena, he decidido dividir el capítulo en dos. Así no se hace tan pesado y yo tengo más tiempo de rematar detalles.

Esta primera parte no es gran cosa, pues es un pequeño intervalo de paz antes de la gran batalla final contra la mala pécora de Morgana y su mascota (mi odiado Ron). Como regalo de Navidad no es mucho después de tantísimo tiempo esperando, pero al menos os hago la espera por el final algo más amena.

Definitivamente, espero que lo disfrutéis. Y FELIZ NAVIDAD A TODO EL MUNDO.

DRACO P.V.O

Cargué con Hermione hasta nuestra habitación con la esperanza que despertara durante el recorrido. Pero la muy condenada había decidido permanecer inconsciente. Me crucé con Aytire y Arturo, que se acercaron presurosos. Mi tía miraba con suma preocupación a Herms.

-¿Qué le ha pasado? ¿Se encuentra bien? ¿Le ha pasado algo al bebé?

¿Bebé? ¿De qué maldito bebé estaba hablando mi tía? Le lancé mi mejor mirada Malfoy, esperando a que se explicara. Pude ver en sus ojos algo parecido al arrepentimiento.

-Aún no te lo había dicho.

-Si eres tan amable de explicarme qué carajo está pasando aquí, quizá pueda contestar aunque sea a una de tus malditas preguntas.

-¡Un respeto hacia la Dama, joven! –Arturo se encaró conmigo. Le fulminé con la mirada para centrar toda mi atención en mi tía de nuevo.

-Es mi tía. Y creo que tengo todo el derecho del mundo de hablarle como me salga de las narices. Ahora, Aytire, si eres tan amable, me gustaría saber qué mierda está pasando con mi esposa.

-¿Por qué se ha desmayado?

-Porque es tan cobarde que no es capaz de enfrentarse a mí para decirme algo tan importante como, si no ando muy equivocado, que voy a ser padre. ¿Me he equivocado en algo?

-Draco, cielo –Aytire se acercó a mi con claras intenciones de consolarme, pero me alejé de ella unos pasos- Compréndela. Está bajo mucha presión. Quizá no encontró el momento…

-Pues por lo que pude ver hace unos minutos, si no llego a aparecer, todo el puto castillo se habría enterado antes que yo. Y si hablamos de estar bajo presión… Theo está bajo mucha presión, Blaise y Luna están bajo muchísima presión preparando todo para los posibles heridos. ¡Y SI HABLAMOS DE EXCESO DE PRESIÓN, YO ESTOY HASTA LAS CEJAS DE PROBLEMAS! Y no voy ocultando cosas a mi pareja. No cosas tan importantes como que vamos a ser padres. Pero claro, como para ella soy algo que está aquí para entretener, para satisfacerla cuando tiene ganas o para consolarla cuando no puede más… no importa si mis sentimientos son heridos o no –Me acerqué a Arturo y le deposité a mi "amada" esposa en los brazos- Toda vuestra. Tengo cosas más importantes que hacer que estar aguantando las tonterías de una niñata mal criada. Decidle de mi parte que madure.

Comencé a alejarme. Antes de doblar una esquina, dije en voz lo suficientemente alta:

-Ya puedes dejar de fingir, Hermione. Ya no te molesto con mi presencia.

HERMIONE P.V.O

-Ya puedes dejar de fingir, Hermione. Ya no te molesto con mi presencia.

Aquellas palabras terminaron de hundirme. Recobré el conocimiento cuando a Aytire se le escapó la noticia del bebé. ¡Vaya mierda! Al final mi mayor temor se había cumplido. Me habría encantado ser yo la que le diera la noticia pero, por mi cobardía, había fastidiado un momento único y muy especial. Decidí seguir con los ojos cerrados, haciéndome la desmayada. Y menos mal que lo hice. Cada una de sus palabras se fueron clavando en mi corazón como un puñal. Y no podía reprocharle nada porque, a pesar de lo exagerado de sus quejas, tenía razón. No debía haber retrasado el momento. Debí contárselo en el mismo instante en que lo confirmé. Pero guardé silencio, intentando buscar la manera de decirle que por fin iba a tener su propia familia.