Lo primero, antes de empezar con el capítulo en sí: LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO. Siento muchísimo el haber tardado tanto en actualizar pero he estado un mes en reposo bajo prescripción médica, lo que se traduce en: nada de estar sentada por más de cinco minutos y nada de ordenador, porque, para mi desgracia, no tengo portatil... pero no os preocupéis que ya estoy de vuelta, mas fresca que una lechuga recién regada y con varios capítulos escritos a mano que iré subiendo estos días.
El título, así como los encabezamientos de las distintas partes del capítulo pertenecen a la canción "una palabra" de Carlos valera. si podeís, escuchadla entera, porque es cortita pero preciosa. y ahora sí, sin más dilaciones, el capítulo que tanto habeis esperado.
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Una palabra no dice nada, y al mismo tiempo lo esconde todo....
Hermione vagaba por el castillo pensando en el plan que Theo y Harry habían trazado. Tenía muchos fallos, pero era cuestión de días el que estuviese perfeccionado. Draco les había puesto de límite mes y medio para su entrenamiento contando a partir del día de mañana. Estuvieron menos de media hora reunidos y luego cada cual se fue a descansar o a hacer lo que normalmente ocupaba su tiempo. Y ella decidió pensar.
Su caminar sin rumbo la condujo hasta la biblioteca. Entró con la esperanza de encontrarse con Theo. Necesitaba de su calma y buen humor para tranquilizarse. Lo encontró al final de la estancia, medio escondido por una torre de pergaminos. Se había quedado dormido sobre un libro y roncaba suavemente. Se sentó a su lado y lo observó. Había aprendido a quererlo como algo más que un buen amigo o compañero de cama. Para ella se había convertido en su amor tranquilo, aquel que llevaba la calma a su atormentada alma, aquel que le había ayudado a superar el dolor de la ruptura con Draco. Se inclinó sobre él y le besó en la frente. El chico se removió en sueños mientras sonreía, contagiandola a ella.
-Te quiero, Theo....
Salió de la biblioteca aún más pensativa que antes. Le había dicho que le quería, pero no tenía el mismo significado que cuando se lo decía a Draco. El tequiero de Theo había salido de su corazón, de esa parte de ella que anhelaba el amor romántico de los cuentos de hadas. Se dejó caer sobre un banco y continuó con sus pensamientos. ¡Que una palabra como querer pudiese sonar tan vacía y a la vez tan llena de significados....! Porque los te quiero hacia Draco nacían no sólo de su corazón, sino también de su alma. Porque el amor de Draco no era el de un cuento de hadas, sino el de uno de terror. Oscuro, peligroso... pero intenso y por ello auténtico, sin dobleces ni falsedades.. Era eso lo que tanto la gustaba, por eso no podía evitar gravitar en torno al rubio... Y por eso, sentía que algo no iba bien...
Una mirada no dice nada, y al mismo tiempo, lo dice todo....
Draco sabía que el tiempo se le escurría entre los dedos como la arena del desierto. Se sentía de nuevo como cuando Voldemort vivía y él era prisionero en su propia casa. La misma sensación de impotencia le iba ganando terreno a la esperanza. Caminaba por los jardines, intentando despejar su mente y buscando soluciones a las lagunas del, por otra parte magnífico, plan de Theo y Potter.
Pero sus neuronas no estaban por la labor. Habían decidido centrarse en una única persona. A su mente volvían una y otra vez imágenes de la leona que le había arrebatado el alma y el corazón hacía años.
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LA ORDEN DE NATHAIR (La Órden de la Serpiente)
أدب الهواةdespués del regreso de la Hechicera Oscura Morgana le Fey y la pérdida de Ginny, Draco y sus compañeros son los únicos que presentan batalla ante los desmanes y abusos de Morgana. Mientras, fuera del bucle temporal que los mantiene atrapados en una...