HERMIONE P.V.O
Desesperada. Esa es la palabra que podría definirme durante aquellos dos interminables días en los que ese cabezota de pelo platinado estuvo ausente. El no verlo por allí, con aquellos aires de suficiencia que se gasta, me puso de verdadero mal humor. Incluso Theo me esquivaba. Aunque no le culpo, pues la primera noche le estuve gritando hasta altas horas de la madrugada. Desde entonces, era verme por los corredores del castillo y salía como alma que lleva el diablo de allí. Chico listo.
Por eso, cuando el patronus con foma de leona apareció en medio de nuestra clase de encantamientos, casi hago explotar la cabeza de Lavender con una maldición que se me escapó. La siempre encantadora y sexy voz del hurón retumbó en la mazmorra donde practicábamos.
-"Traigo una sorpresita que os va a encantar. Dentro de una hora nos vemos. Os quiero a todos vestidos con vuestras mejores ropas y en formación en el patio de armas. Theo, ordena a los elfos que preparen un banquete para esta noche. Creo que ya va siendo hora de divertirnos un poquito".
Nos quedamos patidifusos. ¿Qué neurona se le habría muerto ahora a ese grandísimo tonto? Por su culpa ya no pude concentrarme más en la clase. Theo, muy sabiamente, me dió permiso para que fuera a relajarme un poquito, temeroso de que volase a alguien en pedacitos. Salí de allí a toda pastilla,pensando en un lugar donde poder relajarme. Al final, por pura inercia, acabé en el jardín privado de Draco.
Aquel sitio era fascinante. A pesar del frío, estaba completamente cubierto de flores doradas, rojas y blancas, formando el escudo de Gryffindor. Una pequeña fuente que representaba una serpiente alada, dejaba caer agua en un rincón. El agua debía estar hechizada, pues sonaba como una pequeña caja de música al caer en el plafón de granito. Y en medio de aquel rinconcito, una columna partida a la mitad, donde descansaba el colgante en el que habían capturado el alma de Ginny, La gema brillaba con fuerza, emitiendo un tenue calor. Me acerqué todo lo que pude (era peligroso intentar tocarlo debido al campo temporal que lo rodeaba) y lo contemplé. Recordé el rostro de mi amiga, sus ojos siempre brillantes y alegres, su sonrisa pícara, su personalidad arrolladora y un tanto masculina.... A pesar de que ella y Draco fueron amantes, pareja o como quisieran llamarlo, la echaba muchísimo de menos. Había sido y era mi mejor amiga. No pude evitar una lágrima.
-Venga, Granger, que no se diga que los leones son unos sensibleros de lagrima fácil -Blaise estaba a mi lado. No lo había oído llegar.- Ya veras como muy pronto nuestros amantísimos líderes nos la traen de vuelta.
-¿Tú también la echas de menos?
-Hombre, para la única chica con la que podía hablar abiertamente de mis aventuras de alcoba sin que ésta se sonrojase hasta el grado de parecer un rubí.... pues sí, muchísimo.
-¿Tú y ella....?
-Creeme, leona, tu pelirroja amiga me dió unos cuantos consejos la mar de buenos... -Blaise rompió a reir a carcajadas ante la cara que puse...
-No quiero saber nada más....
-¡BLAISE ZABINI! -Luna apareció en el pequeño jardín como un basilisco- Draco está a cinco minutos del castillo y tú todavía con esas fachas. Y lo mismo va por tí, Hermione Granger.
-Sí mamá -dijimos los dos a coro. Salimos de allí corriendo mientras reíamos a carcajadas. Aquella miniconversación con Blaise me había devuelto el buen humor. Mientras me cambiaba, mi mente divagó un ratito... ¿Qué sorpresa nos traía Draco que merecía una fiesta con banquete incluido? Hannah pasó a buscarme por mi habitación y juntas bajamos al patio de armas. Todos permanecían quietos. Lo único que les difernciaba de las estatuas era el contínuo runrun de las conversaciones. Me acerqué a Dennis, que permanecía en silencio en un rincón.
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LA ORDEN DE NATHAIR (La Órden de la Serpiente)
Fanficdespués del regreso de la Hechicera Oscura Morgana le Fey y la pérdida de Ginny, Draco y sus compañeros son los únicos que presentan batalla ante los desmanes y abusos de Morgana. Mientras, fuera del bucle temporal que los mantiene atrapados en una...