HERMIONE P.V.O
Después de esa desastrosa conversación, me tomé mis cuatro buenas horas antes de volver a la habitación de ese tonto con cerebro atrofiado de Malfoy. Ya había anochecido cuando entré en su cuarto. Parecía dormir, aunque con este tienes que ir con mil cien ojos, pues nunca se sabe. Me acerqué muy despacito, casi con miedo. Sí, definitivamente estaba dormido. Le puse la mano sobre la frente y casi me caigo del susto. Estaba ardiendo de nuevo por la fiebre. Conjuré un cuenco y unos paños y con el Aguamenti conseguí agua fresca. Retiré la sábana con la que se tapaba (rezando a todo ser divino del cielo y el infierno para que llevase al menos ropa interior. Gracias, gracias, gracias seres divinos por hacerle llevar el pantalón del pijama) y comencé a pasar los paños mojados para intentar bajarle la fiebre. Comenzó a revolverse y paré, asustada. Hablaba en medio de su delirio, muy bajito. Presa de la curiosidad, pegué la oreja para ver que decía.
-No.... a la sabelotodo no.... no la conozco.... no tortura no..... prefiero el crucio a obedecerte.....
Debía estar recordando la guerra. Y por lo que decía, a su amantísima y loquisima tía Bellatrix. Le humedecí la frente y volvió a murmurar en sueños.
-No... esta mal.... no.... no soy un asesino.... no.... él la mató.... yo soy él.... no quiero hacerla daño.... no quiero.....
Ahora debía estar en el momento en el que su madre se interpuso entre él y la maldición asesina lanzada por su padre. Se me llenaron los ojos de lágrimas. Seis años y él aún se sentía culpable de la muerte de su madre. Volví a mojar el paño y se lo pasé por el pecho. Lanzó un suspiro de alivio.
-Sabelotodo.... terminar... protejerla... pelirroja.... maldito Montague... pavo... pescuezo....
Vale, ahí me perdí. ¿Qué narices pintaba el pescuezo de un pavo con Ginny, Montague y conmigo? Se le debían estar friendo los sesos por la fiebre. Conjuré un poco de hielo y fui pasándoselo por el cuello, el pecho, la frente.... ¡Joder! Si la situación hubiese sido otra, nos lo estaríamos pasando de muerte... "ya, ya. Otra situación. Bien que disfrutas de su cuerpo". Ahí estaba de nuevo mi conciencia... O esa parte mía libidinosa que despertaba cuando menos me lo esperaba. "Estoy con Theo. Esto es meramente ayuda humanitaria para que no muera por la fiebre". "sí, sí, por eso lo del hielo y las pasadas por su cuerpo. A otra con ese cuento, maja" Decidí ignorarla, pero la muy puñetera se dedicó a pasarme en tecnicolor momentos bastante comprometidos con el maldito hurón. "Piensa en Theo, piensa en Theo....". Me dí animos interiormente hasta que conseguí que la fiebre bajase un poquito. Agotada, me hice un ovillo en un sofá destartalado, lleno de muelles, e intenté dormir un poco.
Lo estaba consiguiendo cuando el muy imbécil decidió salirse de la cama y dar un paseo por el cuarto. Me desperté asustada cuando tiró una jarra de barro.
-¿Se puede saber qué narices haces, hurón del demonio? -No me contestó. Se quitó el pantalón del pijama y se paseó en ropa interior. Parecía buscar algo. Yo me quedé momentaneamente obnibulada por la visión de su cuerpo .... ¡Theo,Theo!- ¡Quieres hacer el favor de vestirte, tarado!
Me acerqué a él con el pantalón del pijama cogido como si fuese tóxico. Al mirarlo detenidamente, ví que tenía las pupilas completamente dilatadas, los ojos muy abiertos, y que no se estaba enterando de nada. Preocupada, cogi una toalla y se la enrollé en la cintura, para bajar luego corriendo a buscar a la abuela de Ernie. La mujer subió en camisón, casi a la carrera. Nos encontramos a Malfoy con su espada de la mano, delante de la ventana, el rostro inexpresivo.
-Está sonámbulo -dijo la anciana en un susurro- Tenemos que ir con cuidado. Podemos hacerle mucho mal o él dañarnos a nosotras.
-Mira tú que bien -nos acercamos a él sigilosamente. Menos mal que en ese estado sus sentidos, normalmente agudos como los de un animal, estaban embotados. Martika le cogió suavemente de la mano, le quitó la espada y le condujo hasta la cama. Se quedó mirando la toalla y se dió la vuelta para encararme, ceja levantada incluida.
-¿Y esto?
-¡Lleva ropa interior! -me puse nerviosísima de la vergüenza- Empezó a quitarse ropa y no sabía que hacer para que.... bueno... para que no se quedase completamente desnudo y diese el espectçaculo.
-Niña, el cuerpo humano está hecho para lucirse, no para esconderlo.
-De gracias a que no se entera, porque le estaría dando alas para pasearse desnudo por todas partes.
-¿Estás segura de eso? -Martika le acostó de nuevo en la cama y le tomó la temperatura.
-Creame. El ego de ese hombre, por sí solo, mantendría la luna en órbita sin problemas.
Martika rió por lo bajo. Aunque lo hizo de manera disimulada, me dí cuenta del repaso que le dió al huroncito de las narices.
DRACO P.V.O
El calor por la fiebre era horrendo. Además, no podía abrir los ojos ni hablar con claridad. ¡Mierda! Estaba delirando. Y para colmo, Granger decidió hacer de enfermera conmigo. Lo de los pañitos estuvo bien durante un ratito. Pero luego, la muy sádica, pasó al hielo. ¿Intentaba bajarme la fiebre o animar partes de mi cuerpo que en ese momento no estaban por la labor? Sin poder controlar mis movimientos, me levanté de la cama y decidí ponerme fresquito y cómodo. Pero ella de nuevo con sus contradicciones. A pesar de mi estado de duermevela semicomatoso, podía darme cuenta de todas sus reacciones. Avergonzada, me envolvió en una toalla, como si fuese un regalo. Bajó corriendo y luego volvió con la vieja sádica de por la mañana. Se estuvieron cachondeando un poquito a mi costa y luego la anciana me acostó como si tuviese tres años. Y ahí me quedé dormido.
HERMIONE P.V.O
Para alejar de mi calenturiento cerebro las imágenes de los últimos minutos, salí a pasear por el desierto pueblo. Todos dormían. Caminé sin rumbo fijo, siempre dentro de los límites de las casas, cuando una mano enguantada, me tapó la boca. Miré hacia mi captor y el alma se me calló a los pies. Montague en persona.
-Encantado de volver a verte, querida sangre sucia.
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LA ORDEN DE NATHAIR (La Órden de la Serpiente)
Fanficdespués del regreso de la Hechicera Oscura Morgana le Fey y la pérdida de Ginny, Draco y sus compañeros son los únicos que presentan batalla ante los desmanes y abusos de Morgana. Mientras, fuera del bucle temporal que los mantiene atrapados en una...