Always

Capítulo 27: Ethan Miller White.

TYLER'S POV:

Sigo al doctor por los blancos y largos pasillos del hospital mientras un escalofrío me recorre la columna vertebral.

Llegamos a una sala y veo muchas incubadoras, unas vacías y otras llenas.

-Aquí está su hijo señor Miller- medio oigo que me dice la chica que hay en la sala.

La enfermera supongo.

Yo estoy flipando ahora mismo.

Delante de mí hay una pequeña criaturita (que me debe caber en la palma de la mano) llorando a pleno pulmón.

Lo sacan de la incubadora con extremo cuidado y en cuestión de segundos, que a mi me parecen eternos, tengo a mi hijo en brazos.

Deja de llorar inmediatamente y se le empiezan a cerrar los ojos.

Se me cae el mundo encima cuando veo todos los cables a los que está contectado mi pequeñín.

Todo esto es culpa mía.

Y del puto borracho que se nos ha cruzado por delante.

Empiezo a llorar como un niño pequeño mientras me siento en la butaca que hay enfrente de la cristalera.

Si hubiese visto el coche venir antes, probablemente Caroline estaría ahora aquí, conmigo y con nuestro hijo.

No.

Si hubiese visto el coche antes, mi hijo no estaría enchufado a tantos cables. Aún quedaban dos semanas para que saliera de cuentas.

Noto un movimiento en mis brazos y al bajar la mirada veo como los ojitos de mi hijo se abren.

Son de un azul muy intenso.

Como los de Caroline.

Se parece mucho a ella.

El bebé hace una mueca y se pone a llorar.

-Oh, venga pequeñín. No llores. Mamá estará con nosotros de aquí nada. Seguro que con ella estarás más cómodo ¿verdad? Ya verás, te vamos a querer más que a nada, campeón.

Poco a poco se va calmando.

Debo parecer gilipollas poniendo caras raras y cambiando la voz.

Supongo que esto es lo que conlleva ser padre.

Al final consigo que se ría y yo soy el hombre más feliz del mundo.

Casi.

-Señor Miller, tenemos que volver a meterlo dentro de la incubadora. El doctor me ha dicho que puede entrar a ver a su...- la joven enfermera parece incómoda.

-Novia- finalizo yo por ella.

Ella asiente y se lleva al bebé.

Salgo de la sala y sigo el mismo camino por donde he entrado.

Busco la habitación de Carol en la planta de abajo y cuando estoy delante, me preparo mentalmente.

Abro la puerta con cuidado y cuando estoy dentro, la cierro con el mismo cuidado.

Casi me pongo a llorar otra vez cuando la veo postrada en la cama.

Está más pálida aún de lo normal y tiene los labios entreabiertos.

Me siento a su lado mientras le acaricio el pelo.

-Hola preciosa. Vengo de conocer a nuestro hijo. Es precioso, aunque eso ya lo sabíamos todos.- sonrío un poco- Si vieras todo lo que se parece a ti. Estaba un poco nervioso pero supongo que es porque necesita a su madre. Te necesita a ti Carol. No puedes dejarme solo en esto. Tienes que despertarte ya, porque todo esto me supera. Tú eres la fuerte aquí. Tú eres la que lo saca todo adelante y la que no se rinde. Yo no soy nada de eso. Yo no puedo solo.