Always

Capítulo 9: ¿Me estás poniendo los cuernos? #2

ASHTON'S POV:

- Mira, el chico del otro día me ha hablado- comenta Mateo mientras busca en su móvil la conversación con el tío.

Tengo que decir que cada vez me cae mejor y me molesta menos su acento. Más bien me hace gracia.

-Mira, he said <Hello baby>. Es un... ¿cómo se dice?- pone cara pensativa y yo muevo mi pie repetidamente. Soy impaciente, sí- Ligón. Es un ligón.

Me río al ver su cara de ilusión por haber encontrado la palabra en español.

- Así que pronto habrá una nueva pareja...interesante. Te lo mereces cabrón. Eres un tío de puta madre- le digo mientras le doy una palmadita en la espalda.

Oigo un portazo.

Veo a Alisson correr pasillo adentro y, aunque ha pasado como un rayo, juraría haberla visto llorando.

Otro portazo.

Oh oh. Problemas in da house.

- Voy a ver qué le pasa- miro a Mateo, quien tiene cara de preocupación.

- Luego entraré yo a ver Alisson.

Mientras camino hacia nuestra habitación, me preparo para afrontar lo que estoy a punto de ver. Seguramente una Alisson cabreada, rabiosa y triste. Esto último es lo peor. Me pone enfermo saber que está triste y no poder hacer nada por ella.

Pues cuando la dejaste, no te dio tanta penita dejarla llorando.

La que me faltaba ahora. Apagando conciencia en 3,2,1.

Doy cuatro golpecitos en la puerta, que está cerrada, y como me esperaba no obtengo respuesta.

Vuelvo a golpear con la misma suavidad.

-Alisson, mi amor. ¿Estás bien? Voy a entrar, ¿vale?

Abro con cuidado y en seguida la veo acostada en la cama, boca abajo.

Me acerco a ella rápidamente y le acaricio la espalda.

- Háblame, por favor. ¿Quieres contarme lo que ha pasado?

Aunque no me mira, niega con la cabeza. Me muerdo la lengua para no preguntar más y que me tire algo a la cabeza porque sé que por mucho que insista no me lo va a contar.

Me deshago de los zapatos y rodeo la cama para acostarme a su lado. Cuando lo he hecho, me pongo de lado mirándola a ella.

- Alisson, mírame.

Su cabeza vuelve a hablar por ella. <No> rotundo otra vez.

Me abrazo a ella sin importarme que esté boca abajo.

Durante unos minutos acaricio su espalda y sus brazos con extrema delicadeza. Su piel es tan suave y huele tan bien. Alisson debería ser la octava maravilla del mundo. Tengo mucha suerte de tenerla conmigo siendo tan gilipollas como soy.

Estoy tan metido en mis pensamientos que no me he dado cuenta de que ahora, ella también me mira.

Sus ojitos rojos y vidriosos me confirman que ha estado llorando.

- Mi niña- le digo haciendo una mueca- odio verte así.

Me acerco más a ella y la abrazo dejándome llevar completamente por su exquisita aroma. ¿Cómo alguien puede oler tan bien?

- Lo odio, lo odio, lo odio- habla con la voz cargada de odio- ¿Cómo puede ser tan...

- ¿Odioso?- pregunto con una sonrisa intentando calmar el ambiente.