Always

Capítulo 6: Lo siento, mamá. #2

ALISSON'S POV:

Sigo al hombre de bata blanca mientras los nervios se apoderan de mí. Me sudan las manos y tengo un ligero tembleque.

De repente, frena en una de las puertas de el pasillo y me indica con la mano que pase.

Con toda la lentitud del mundo abro la puerta.

Cuando estoy dentro la veo.

Tiene los ojos cerrados y su respiración es tranquila.

Me extraño cuando veo que aún conserva su larga melena, pero luego recuerdo que solo le están poniendo calmantes, ya que es demasiado tarde para la quimioterapia.

Me acerco sin hacer el más mínimo ruidito porque temo despertarla.

La observo de arriba a abajo. Su expresión es tranquila, pero también un tanto demacrada.

Un sentimiento de culpa y lástima me invade, pero lo alejo rápidamente.

Nos abandonó, no merece que sienta nada por ella.

En un intento de arrimarme un poco más, le doy un pequeño golpe a la diminuta mesa de la esquina.

Ella abre los ojos y me quedo paralizada.

- Lo siento, no quería despertarte -digo susurrando.

Blanca cierra los ojos y los abre de nuevo, sonriendo.

- No te preocupes. No estaba durmiendo. Tengo que hablar contigo, Alisson. Necesito que sepas la verdad antes de que yo me vaya.

Trago saliva. Se va a morir.

- Ahorrate las explicaciones, de verdad. No me hace falta saber nada.

- No, tienes que saber lo que pasó.

- Que no, enserio. Tengo muy claro que no eras feliz con nosotros y te piraste en cuanto pudistes -digo empezando a enfadarme.

- Alisson -me regaña con voz firme, pero sin levantar la voz.

Tengo un leve recuerdo de cuando me reñía de pequeña. Su carácter no ha cambiado.

Decido callarme, porque tengo la sensación de que hay algo que debo saber. Y que no me va a gustar.

Decido ignorar el mal presentimiento que tengo y la miro, dándole a entender que estoy dispuesta a escucharla.

- Yo, aunque no te lo creas, quise muchísimo a tu padre. Y lo sigo queriendo. Seré breve, yo no me fui con ningún amante. De hecho, me fui sin tener a nadie. Era tu padre el que me engañaba.

Lejos de creérmelo, suelto una carcajada.

- ¿Me estás tomando el pelo?

- No -niega con la cabeza.

Busco en su mirada alguna muestra de mentira. En vano. Solo encuentro sinceridad y un dolor profundo.

- Vosotros estabais en el instituto cuando todo pasó. Un día llegué de trabajar y lo encontré con otra mujer. Ni siquiera se fueron a otro sitio. En la misma cama que habíamos compartido tantos años. Estaba tan enfadada y decepcionada que decidí irme unos días. Cuando volví, lo amenacé diciendo que iba a quitarle vuestra custodia. Él intentó calmarme pero yo estaba fuera de mí.

- ¿Y por qué te fuiste al final? ¿Por qué no arreglasteis las cosas?

- Volví a hablar con él dias después, pero esta vez fue tu padre el que dijo que podía irme por donde había venido. Que iba a asegurar que os abandoné para quitarme la custodia. Yo me largué teniendo en mente que volvería en un tiempo para intentar solucionarlo. No quería perderos. Creía que con el tiempo cedería a la custodia compartida. Pero él siempre se negaba.