Habían pasado dos semanas desde que el Grand Prix Final había terminado, y por extrañas razones sin explicación lógica, Victor seguía instalado en su casa.
Yuri Katsuki suspiró y tomó un largo trago de agua, mientras miraba el cielo inundado de pétalos de cerezo. Quien continuaba viviendo con él era Victor Nikiforov, su entrenador y su ídolo de toda la vida, que alegaba no tener pasajes disponibles para volver a Rusia. Sin embargo, el japonés sabía que era una excusa: todos los vuelos estaban habilitados hasta entrada la madrugada. Recordó ligeramente el momento en que Victor lo había sorprendido, llegando a su hogar en medio de la nieve y declarando ser su nuevo entrenador; y una ligera sonrisa se reflejó en su rostro redondo.
Parecía casi efímero como el ruso, a quien admiraba desde niño, lo había llevado por todos los escalones hasta el Grand Prix Final, la competencia a la que no deseaba volver bajo ninguna condición. Y lo mejor de todo, es que había ganado. Lo había conseguido. Junto a Victor, decidieron reinventar la coreografía final, y la titularon "Love in the dark" donde se narraba la historia de dos príncipes que se enamoraban, pero por razones del destino no lograron estar juntos. Aquel baile reflejaba la desesperación y la lejanía de los protagonistas, quienes no podían demostrarse su amor y sufrían por ello. Yuri eligió una pieza de piano que encandiló a todos y supo meterse muy bien en la piel de los personajes. El conjunto que usó fue más bien sencillo: un traje azul con un cinturón blanco y dorado.
Y ganó de manera aplastante. Obtuvo 343, 45 puntos.
"Love in the dark" fue reproducida por miles de patinadores alrededor del mundo, y Yuri se volvió muy famoso. Pero en esos momentos, el moreno solo deseaba volver a su hogar y descansar.
Y Victor, quien había dicho que luego le cobraría sus "servicios por el entrenamiento", se había alojado en su habitación.
Aquello no lo molestaba. Sin embargo, deseaba saber las razones por las cuales el ruso había decidido quedarse en Japón.
Aquello no lo molestaba. Porque Victor... era especial para él. Y le gustaba mucho.
Sus mejillas tomaron un fuerte tono rojizo y se sacudió con energía, para volver a la última ronda de saltos sobre el banco.
Victor Nikiforov, el soltero más codiciado, amado por miles de mujeres y admirado en todo el mundo... ¿cómo podría corresponderle?
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Allí estaba, saltando sobre el banco mientras creía que nadie lo veía.
Sin embargo, yo estaba ahí.
Yuri era... demasiado adorable. Y su triunfo en el Grand Prix lo había catapultado a una fama que lo anonadaba. Sonreí brevemente. Conocía aquel sentimiento.
Sin embargo, tenía que confesar lo más pronto posible la razón por la cual seguía allí; instalado en medio de su cuarto (repleto de mis pósters) y haciendo todo junto a él.
Era él. Solo él.
Adorable, pequeño, a veces indefenso y otras veces como una tormenta indomable... Yuri Katsuki era mi razón.
Y debía confesarle mis sentimientos de una vez. Los encerraba en mi mente desde que vi aquel video en YouTube.
Estaba realmente enamorado de Yuri Katsuki.
Y ya tenía el plan perfecto para decírselo.
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Yuri, el príncipe caprichoso [Yuri!! on Ice]
FanfictionTerminó el Grand Prix Final y Yuri, tras una deliciosa actuación de "Love in the dark" (su programa especial para el evento) se coronó con la victoria, echando por tierra a todos con un puntaje excelente. Sus sentimientos por Victor son muy grandes...