Aquella mañana, Yuri despertó preocupado. No sabía exactamente por qué, solo supo que tenía un enorme nudo en la garganta y siempre que eso le sucedía (incluso cuando era niño) era porque algo sucedería. Algo importante. Se sentía algo angustiado y a la vez muy tenso, pero como no quería preocupar a Victor, se incorporó en silencio y comenzó a vestirse.
Allí fue cuando reparó en que Victor no estaba en la cama.
Yuri se calmó a sí mismo. Varias veces se había levantado y su esposo había salido o estaba preparando el desayuno. ¿Por qué alarmarse? Pero se preocupó un poco al notar que tampoco estaba en la cocina. En ese momento, Mari apareció con un enorme cajón y el cigarro entre los labios.
- ¿Victor?- respondió, ante la insistencia de su hermano pequeño- Salió temprano. Creo que iba a la costa o algo así
El japonés agradeció con prisa a su hermana, quien le alborotó el pelo, y echó a correr hacia la costa. Sin embargo, se detuvo en seco cuando estaba a punto de subir a la acera. Victor estaba allí, sonriente. Pero junto a él, dos muchachas jóvenes le sonreían amablemente y lo rodeaban muy cerca. Fue como si todo el mundo explotara en un segundo, y no fue hasta que escuchó el grito de un vecino que giró y vio el auto que se acercaba inexorablemente hacia él.
O eso hubiese sucedido si los brazos de Victor no lo hubiese rodeado por la cintura a tiempo. Su esposo lo miró fijo; la desesperación pintada en sus ojos.
- ¿¡Estás loco?!- gritó, con la voz crispada- ¿Por qué te quedaste en el medio de la calle, Yuri?
Sin embargo, el moreno estaba fuera de ese mundo. Unas ligeras lágrimas comenzaron a caer por su rostro, y temiendo el rechazo, apartó a Victor, tomando la distancia de sus brazos extendidos.
- ¿Sabes por qué... yo soy así contigo?- sollozó, quebrado- ¿Sabes por qué todos los días soy caprichoso, te pido cosas imposibles o te hago cumplir castigos? Porque... no debe de haber nadie más inseguro que yo en esta vida. Tengo miedo de todo. Cada paso que hago... es un nuevo temor que tengo que cargar. Y duele. Porque, entre esos temores, está el de perderte, Victor. Desde el momento en que llegaste, yo supe que no iba a ser lo mismo contigo. Eres bueno, una estrella y siempre buscas impresionar. ¡Yo era, básicamente, todo lo contrario! Y tuve miedo. Lo sigo teniendo. Porque...
Yuri tomó aire y agachó la cabeza, sonrojado y con las mejillas llenas de lágrimas.
- Yo quiero ser... el único príncipe en tu mundo- susurró
Victor se quedó quieto unos segundos, con los ojos como platos. Y luego se echó a reír a carcajadas, causando que su esposo inflara las mejillas con furia.
- Yuri- musitó el ruso, abrazándolo con más fuerza y posando su frente sobre la del japonés- Tú ya eres mi único príncipe. Desde la primera vez que te vi, no he deseado otro. Tú tienes la corona de mi amor, Yuri. Te amo. Y amo que seas caprichoso, tus miedos, tus inseguridades; quiero curarlo todo. Te amo
El moreno sonrió, mientras Victor le secaba las últimas lágrimas con una sonrisa. Tomándole la cabeza con las manos, hizo que lo mirara a los ojos.
- ¿Mejor?- inquirió
- Aún no- replicó Yuri, con una sonrisa pícara
Y tirando de la camisa del ruso, posó sus labios sobre los suyos, dejando a Victor paralizado por unos segundos. Una vez que se separaron, Yuri sonrió.
- Ahora sí- aseguró
Victor rió, algo sonrojado.
- ¿Qué te parece si empezamos tu castigo en este momento?- repuso Yuri, con una sonrisa maliciosa y borrando la de Victor como por arte de magia- ¿Creías que te escaparías? Ja, ja. Vicchan, parece que tanto tiempo a mi lado aún no te enseña que yo no te dejaré pasar ni el más mínimo detalle. Vamos
Pero luego de su perorata malvada, Yuri soltó una risita y le besó la mejilla, tirando de su mano.
¡La verdad de Yuri finalmente es revelada! ¡Que lo disfruten! Capítulos para el final: 3
Lily
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Yuri, el príncipe caprichoso [Yuri!! on Ice]
FanfictionTerminó el Grand Prix Final y Yuri, tras una deliciosa actuación de "Love in the dark" (su programa especial para el evento) se coronó con la victoria, echando por tierra a todos con un puntaje excelente. Sus sentimientos por Victor son muy grandes...