Capítulo 4: Verdades borrachas

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Yuri había desvalijado totalmente la billetera de Victor la noche anterior, y a pesar de que le remordía un poco la conciencia, no podía evitar una sonrisa cuando recordaba la cantidad de dulces que había comido aquella noche. Y Victor, en un intento desesperado por consolarlo debido a su llanto descontrolado, le había regalado todo lo que quería. 

Las ventajas de tener un novio ruso que le cumplía los caprichos a un japonés pícaro. 

Aquella mañana, Victor había salido ya que su ex-entrenador, Yakov, había ido a visitarlo, y con él, Yurio, quién fue obligado a presentarse en Hasetsu. Cual fue la sorpresa del japonés al ver que, al ruido de golpes en la puerta, la persona del otro lado era el mismísimo rubio, quien lo saludó con su típica expresión molesta-avergonzada.

- Hola, katsudon- saludó Yurio (Yuri) Plisetsky, sonriendo levemente- Hasetsu está aburrido y pasaba a visitarte

- ¡Yurio!

Yuri y Yurio conversaron durante una hora, emocionados por el reencuentro. Yurio había crecido unos centímetros, pero aún así el moreno seguía pasándolo; y su pelo rubio había crecido tanto que debía llevarlo en una coleta baja. Se mostró sorprendido por la relación entre Yuri y Victor, pero unos minutos después esbozó una pequeña sonrisa y declaró estar muy feliz por ellos. En verdad, el pequeño vándalo ruso había crecido y se había transformado en un joven de 17 años muy maduro. 

Luego de despedirse de él, Yuri soltó un bostezo. Eran las siete de la tarde y Victor aún no regresaba, pero su pareja le había prometido que le avisaría cuando fuese a la casa. El japonés soltó un suspiro y entonces notó una bolsa marrón con limones bordados, tirada sobre la alfombra del comedor. Curioso como era, la tomó y vació su contenido. Era una botella con un líquido marrón, que casi no tenía olor. Sin poder contenerse, le dio un trago. 

Yuri sintió como su cuerpo reaccionaba de manera normal ante la bebida. Tenía sabor a chocolate amargo, y no era desagradable. Inocente y con una sonrisa, continúo tomando de aquella botella, que tenía la etiqueta "Licor de chocolate ruso"

                                                              *************************

Estaba por despedirme de Yakov cuando sentí que mi celular sonaba. Intrigado, vi el número de Yuri. 

- ¿Yuri?

- ¡Viiictorrr!- saludó una voz inusualmente empalagosa de Yuri- ¿Dónde estás? ¡Regresa, Maccachin y yo te extrañamos muuuucho!

Estaba tan borracho como una cuba. Solté una risita e intenté hablar con él. 

- Yuri, ¿qué bebiste?

- ¿Ahh? Una botella de Yurio- reía- Estaba deliciosa. Sabes, Victor, te amo demasiado... 

Aquello me hizo estremecer, y por un segundo fue como si mis mejillas se calentaran de repente. 

- ¿Sabes por qué reaccioné de esa forma anoche?- Yuri hablaba y yo no podía colgar- Soy un poco paranoico, pero pensé que eras otro hombre, ji ji. Y creí que querías secuestrarme. Por eso empecé a pegarte, porque toda mi vida me asustó el ser tocado... Nunca dejé que me tocaran, exceptuando los abrazos... pero todo lo demás me da tanto miedo...

- ¿Ser... tocado...?- balbuceé 

- Siií, porque cuando era pequeño había unos niños en la escuela que me molestaban y me decían gordo...- la voz de Yuri se había puesto llorosa- Y una vez me pegaron muy fuerte y me... me... La noche anterior pensé que hubiera pasado si Victor hubiese estado ahí para defenderme...

Ni siquiera tenía idea de donde me hallaba parado. Cerré los puños con furia. 

- Así que, la próxima vez que te diga que no quiero hacerlo contigo... no te enojes, Vii-chan, ¿sí?- sollozó Yuri, borracho como nunca

Aquello había terminado de destrozarme. Me sequé la ligera lágrima que recorría mi mejilla y sonreí. 

- No te preocupes, Yuri- susurré- Voy a esperarte el tiempo que necesites. Te amo 

- Jejeje, yo también te amo, Vii-chan- rió- Por cierto, también quería decirte que me encantaría verte encima de un caballo blanco... 

- ¿Eh?- me desconcerté 

- ¡Amo los príncipes de los cuentos tradicionales!- reclamó la vocecita tiernamente ebria de mi cerdito- Y tú pareces uno, tan apuesto... Adoraría que te pusieras el traje del Grand Prix Final de hace dos años... y que vinieras en un caballo blanco... y dijeras que...

Un ronquido me hizo sobresaltar. Yuri se había quedado dormido. Lo más rápido que pude, corrí hacia la casa. 

                                                                        *********************

Yuri no recordaba nada más que haber tomado de la botella olvidada de Yurio. El rubio regresó por la tarde a buscarla, avergonzado, diciendo que era un regalo de Yakov para Victor. Y Victor... estuvo realmente extraño. Dulce, en extremo cuidadoso y cumplidor. Lo llevó a todos los lugares imaginables, le regaló miles de cosas y lo besó tantas veces que perdió la noción del tiempo. 

Yuri no recordaba nada de lo que había dicho bajo los efectos de aquel licor.

Pero algo bueno había sido. 



No pos les regalo doble capítulo; que viva el drama :v

Esto de Yuri es inventado, no está basado en ninguna teoría. 

Gracias a todos

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Gracias a todos. 

Lily 

Yuri, el príncipe caprichoso [Yuri!! on Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora