Capítulo 14: Bodas emotivas

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Luego de volver de Fukushima, y aunque había intentando actuar malvadamente, Victor aceptó ir a la boda de los amigos de Yuri, sobre todo después de que el japonés se echó a llorar (también actuando) y tuvo que ceder en un intento desesperado por calmarlo, ya que no podía con su cara de sufrimiento. 

Yuri se tiraba del moño negro que adornaba el traje blanco que llevaba. Habían pasado años desde que había visto a Yui y Ken, pero no era esa la causa de su nerviosismo. El moreno no era de las personas más educadas y con los mejores modales, y aquello lo ponía tan tenso cada vez que lo invitaban a un evento social, que terminaba rechazándolo. Sin embargo, Yui y Ken habían sido sus mejores amigos de la infancia, y ellos habían estado en su boda. No podía fallarles. 

Victor asomó por la puerta, elegante en su traje azul. 

- ¿Listo?- inquirió sonriente, pero se detuvo al ver la cara nerviosa de Yuri- ¿Qué sucede? 

El japonés se sonrojó, avergonzado por la razón de su tensión, y negó con la cabeza. El ruso se acercó hasta él y lo abrazó. 

- Puedes decirme lo que sea- dijo junto a su cuello- Lo sabes, ¿verdad? 

- E-es solo que...- balbuceó Yuri, muerto de la vergüenza- Yo no sé cómo comportarme en una boda. Es decir, los modales, los protocolos... ¿Y si tomo el tenedor equivocado para el plato principal? ¿Y si escogí el regalo equivocado? ¿Y si...?

Todo su discurso nervioso se vio interrumpido por un suave beso de Victor, quien le tomó la cabeza con las manos y sonrió. 

- No te preocupes por eso- repuso- Yo voy a ayudarte. Después de todo, asistí a demasiados de esos aburridos eventos. Agh, muchos protocolos. Tú solo sé tu mismo, ¿sí? 

Yuri asintió, ligeramente ruborizado. Y tomando la mano de Victor, ambos marcharon hacia la boda. 

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- ... yo los declaro marido y mujer; puede besar a la novia- anunció el sacerdote 

Todos prorrumpieron en aplausos cuando Ken besó a Yui y se dirigieron hacia la salida, arrojando arroz. Yuri sonreía, recordando su propia boda, y al ver la sonrisa de Victor; supo que ambos estaban pensando lo mismo. La fiesta que habían montado estaba a solo unos pocos kilómetros de allí. El lugar era realmente grande, y estaba totalmente revestido en celeste y blanco. Unas pequeñas flores rojizas destacaban entre los centros de mesa. 

- ¡Yuri!- exclamó Yui, sonriente- ¡Que bueno que vinieron! ¡Hola, Victor! ¡Que guapos están!

- Yui, los estás ahogando- reclamó Ken, riendo- Cuanto tiempo, Yuri. Un placer, Victor

Luego de una larga rueda de abrazos y besos, Victor guió al japonés entre las mesas y lo hizo sentar en una mesa para dos bastante alejada. 

- Te dije que te enseñaría- explicó, sentándose enfrente de él- Pero lo bueno es que es una cena normal, así que no necesitas ningún protocolo

- Entonces, ¿por qué nos apartaste tanto del resto de la fiesta?- inquirió Yuri

- Para tener más privacidad, por supuesto 

Yuri se sonrojó y desvió la mirada, tomando un bocado del plato principal. Estaba delicioso. 

- Yuri- llamó Victor 

Sin que pudiese prevenirlo, el ruso tiró de su moño y lo besó suavemente. Victor se relamió y rió ante la cara rígida del moreno. 

- Está delicioso- repuso con tono divertido 

En ese momento comenzó a sonar un vals en la pista y Victor, como todo un caballero, se puso de pie y le tendió la mano a Yuri. 

- ¿Me concede esta pieza, señor?- ofreció con tono grave 

Su esposo sonrió ligeramente y lo siguió entre las mesas hasta el centro de la pista, donde Yui y Ken ya estaban bailando mientras varias parejas más se sumaban. Victor tomó la cintura de Yuri, pegándolo contra él, y con la otra mano aprisionó sus dedos; causando un inmediato rubor en las mejillas del japonés. 

- ¡Victor!- susurró- ¡No estamos bailando solos!

- Solo imagina que nadie nos está mirando- replicó el ruso, sonriente 

Muy lentamente, Yuri se fue soltando y su mano derecha sujetó la cintura de Victor, quien comenzó a girar suavemente. El moreno era muy malo bailando, cosa que su pareja sabía desde su primer baile en su boda, pero Victor era muy hábil y con gracia, fue llevando los movimientos de Yuri por todo el lugar. La mente del japonés regresó al vals de la boda. 

"- Vicchan- susurró Yuri contra su oído- Te amo 

El ruso se quedó quieto unos segundos, pero luego abrazó a su esposo con más fuerza. 

- Sabía que valías la pena desde el primer momento, Yuri- musitó suavemente, sonriendo- Yo también te amo"

Y sin que pudiera evitarlo, sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzaron a descender por sus mejillas, golpeando contra el saco de Victor; quien en ese momento lo estaba abrazando. El ruso no tardó en notarlo, y levantó su mentón con los dedos, sin comprender el motivo de su llanto. 

- ¿Yuri?- preguntó, preocupado- ¿Amor, por qué lloras?

- Vicchan..- sollozó el moreno- Gracias... gracias por enamorarte de mí 

Fue un pequeño golpe al corazón de Victor, quien sintió como sus ojos se humedecían levemente. Emocionado, abrazó a Yuri contra su pecho, mientras unas ligeras lágrimas golpeaban contra la cabeza de su esposo. 

- Te amo- murmuró en su oído- Te amo

Aquella fue una noche muy larga. Bailaron sin cansancio hasta el amanecer y en medio de risas, alcohol que Victor ingirió (y la razón por la cual Yuri debió llevárselo borracho de la fiesta) y muchos besos; fue uno de los eventos que más comentaron al despertar. 


¡Atención! ¡Puede provocar lágrimas! (?) Que lo disfruten, mis bellos. Los amo <3 

Lily 

Lily 

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Yuri, el príncipe caprichoso [Yuri!! on Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora