Capítulo 31: La sorpresa de Michell.

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* Narrado desde el punto de vista de Mangel *

No puedo dejar de mirar a Rubius, su mirada cuando mira a su alrededor me fascina, está cargada de ilusión como un niño pequeño en Navidad. Cada que lo veo me hace gracia y me hace enamorarme un poco más de él

-¿Ya sacaste las hojas que nos dio Michell, cariño? -pregunto con un tono dulce.

-Es verdad, no recordaba. Voy a buscarlas -dice Rubius y comienza a abrir una de sus maletas -¿cuál será el hotel?

-No tengo ni idea -digo entre risas -Michell me dijo que era una sorpresa, que solo podíamos ver donde era hasta que llegáramos aquí, pero que nos gustaría mucho.

-Ya veras como ahora llegamos y es un hostal -dice entre risas -está en esta maleta -dice sacando un folder de su segunda maleta, lo abre y yo me acerco para leer acerca del plan que nos preparo Michell.

Sobre las hojas vemos un pequeño post-it pegado que dice «Consideren esto un regalo por todo lo que tuvieron que pasar. Los quiero.»

Despegamos el post-it y comenzamos a leer lo que nos preparo.

-Hostia, escucha esto -dice Rubius -el hotel se llama «The Capitol Hotel Tokyu», chaval es un hotel cinco estrellas y de alguna manera Michell pudo conseguir una reservación, pero no solo eso, nos preparo el paquete de luna de miel, y dejo todo pagado para toda una semana

-¿Estás jugando? -pregunto sin podermelo creer.

-Mira -dice y me da el folder, yo comienzo a leer todo y no está jugando, en verdad Michell nos preparo todo esto.

-¿De qué dices que trabaja? ¿Acaso trafica algo? ¿Cómo pudo pagar todo esto? -digo entre risas, emocionado por todo lo que tenemos preparado.

-Tiene un trabajo de diseño o algo parecido, según tengo entendido tiene ahorros desde que tuvo su primer empleo, es muy probable que haya gastado parte de estos con toda esta sorpresa -dice, también se le ve emocionado -Regresando tal vez deberíamos pagarle una parte, esto es demasiado, aunque si que es verdad que me encantó su sorpresa.

-Es una pasada y si, creo que si deberíamos regresarle algo, esto es mucho.

Esta semana tiene que ser una de las mejores.

Veo un taxi llegar a la entrada y ruego porque sea el nuestro.

Me acerco al taxi y le pregunto por el nombre de la persona que viene a recoger, el chico que maneja trata de decir «Rubén» a su manera entonces le indico que espere.

-¡Rubiuh! -grito y la mirada de Rubius que seguía concentrada en el par de hojas ahora se dirige a mí -Llegó -digo acercándome a él para ayudarle con las maletas.

El chico del taxi se baja para ayudarnos  a meter todo en el maletero, después vuelve a entrar al taxi seguido de nosotros dos en la parte trasera.

Rubius le indica al chico el nombre del hotel en el que tenemos la reservación, el chico asiente y comienza a manejar.

-¿No habrá algún problema porque lleguemos a esta hora? -le pregunto Rubius.

-¿Qué hora es aquí? -pregunta Rubius mirando su móvil.

-Espera -digo y saco mi móvil para revisar la hora y modificar la actual -las once treinta.

-En la información decía «Check in las veinticuatro horas», espero sea verdad y no nos hagan esperar en la entrada -dice soltando una risa -¿crees que podamos pedir algo de comida a esta hora?, muero de hambre, ¿tú no?

No lo había notado hasta que lo menciono, casi no he comido en este día.

-Pues dieron un poco de comida en el avión mientras tú estabas dormido, pero no fue gran cosa, también tengo hambre.

-Podríamos ordenar algo de comida a la habitación. Creo que puede ser nuestra primera cena romantica -dice y se acerca a mí para darme un beso en la mejilla.

Volteo a verlo y tomo su rostro entre mis manos.

-Me encanta la idea -digo y lo acerco a mí dándole un beso perfecto.

A Horrid Reality (Rubelangel)Where stories live. Discover now