Capítulo 24: Vete.

377 42 18
                                    

* Narrado desde el punto de vista de Mangel *

Veo la expresión de confusión que tiene Julieta, no tiene ni idea de que ya sé toda la verdad.

-No puedes hablar en serio, ¿que te pasa? -pregunta Julieta.

-Pasa que lo sé todo, toda la mierda que hiciste para alejarme de Rubius...

-¿Qué te dijo esa loca? -dice interrumpiéndome, se le ve bastante nerviosa.

-Michell no me dijo nada, el dueño del bar donde robaste el vídeo que difundiste, si -digo serio.

-¿Es qué no lo ves?, todo es una trama de esos dos gilipollas para separarnos -dice fingiendo que está a punto de llorar.

Si, ahora sé lo mentirosa que es Julieta, y sé que finge todo, a personas como ella no se les puede creer absolutamente nada y yo no pienso volver a creer en alguna de sus palabras.

-¿En verdad piensas que te voy a creer?, lo mejor es que te vayas de una vez- digo firme.

-Y dime,  ¿que piensas que pasará con nuestra hija? -dice tocándose el vientre mirandome casi con suplica.

Ya había pensado en esto.

-Joder -digo y me acerco a ella, Julieta sonríe, ¿acaso cree que puede sobornarme con un hijo?

-¿Mangel? ¿Qué diablos? -dice Michell sorprendida.

La sonrisa de Julieta es memorable, en verdad piensa que la voy a perdonar por el supuesto hijo que está esperando.

Tomo el rostro de Julieta con ambas manos haciendo que me mire, ella trata de acercarse, pero no lo permito, ahora me da asco.

-No creo que estés embarazada y si lo estás, dudo que ese hijo sea mío. Ahora lárgate -digo soltándola y alejandome.

Debería tener algo para fotografiar su cara, es única.

-¿Me abandonas a mi y a tu hija solo por un capullo que no vale nada? -dice molesta.

-Si, más aún considerando que me imaginaba a ese «capullo» cada vez que estábamos juntos. Ahora bien, vuelves a insultar a Rubius y te juro que... -hago una pausa y trato de calmarme -Mira, en estos momentos me estoy controlando bastante, pero como no saques tus malditas cosas de mi departamento y te vayas de una puta vez de mi vida, voy a dejar de hacerlo -digo totalmente serio.

-¿Estás seguro de lo que estás por hacer? -dice también seria.

-¿En serio me lo estás preguntando?, mejor ya vete.

-Vale, me voy, lárgate con ese chupapollas de mierda, te vas a arrepentir cuando veas que el no te puede dar ni una mínima parte de lo que yo te di -dice esta zorra. Basta, mi paciencia se acabo.

Camino hacia donde está ella, decidido a sacarla por la fuerza, Julieta solo me mira sin remordimiento alguno.

-¡Mangel! -grita Michell haciendo que pare y voltee a verla -ya no vale la pena, ¿recuerdas?

-Recoge tus cosas y vete, si no quieres que llame a la policia -digo regresando mi mirada a Julieta.

Ella solo me mira, está sunamente enojada.

-¡Ahora! -replico.

-Te vas a arrepentir -dice y se va hacia la habitación

Una vez que se va de mi vista cierro los ojos para calmarme. A mi mente llega una imagen de mi Rubiuh sonriendo, pronto estaré para siempre con él.

-Gracias -digo dirigiendo mi mirada a Michell.

-¿Por qué? -pregunta ella.

-De no ser por ti, hubiera... La hubiera...

-Estabas enojado y no es para menos, lo entiendo, ¿cómo te sientes ahora?

-Libre -digo con gracia.

-Que bueno que vine, mataría por ver su reacción de nuevo -dice entre risas -Se lo merece y me alegra que te hayas dado cuenta.

-De nuevo gracias a ti.

-No, te equivocas, esta vez fue por ti. Esta mañana yo te pregunte si estabas seguro de dejar a Julieta, si acaso tu me respodias que no, yo jamás te hubiera llevado con el chico del bar, porque después de todo lo pasado, Rubius no se merecía que no estuvieras seguro de estar con él y solo quisieras estarlo porque hayas descubierto la verdad. Pero como no fue así, todo esto lo lograste tú.

A Horrid Reality (Rubelangel)Where stories live. Discover now