Capítulo 9: Su visita.

348 37 21
                                    

* Narrado desde el punto de vista de Rubén *

-Pasa -digo con una sonrisa al abrir la puerta de mi departamento y encontrar a Carlos.

-Gracias -dice el alegre y entra en el departamento.

Al entrar su expresión cambia totalmente.

Me mira extrañado.

-Y ¿todas estas cajas? -dice mirando la sala repleta de estas.

-Justo quería hablar de eso, me mudo en un tiempo, mañana viajo para arreglar lo de mi departamento allá -digo evitando su mirada.

-¿Te mudas por todo lo que paso?

-En parte sí, pero también es porque no me queda otra alternativa, mi vida aquí ya no es lo que era...

-¿De qué hablas? -pregunta él interrumpiéndome -Tú estás viendo todo lo peor de esta situación, porque, por si no habías dado cuenta, millones de personas te quieren y aún te siguen y siempre lo harán, están sumamente contentos de que tuvieras una relación con Mangel, pues era imposible no darse cuenta de que ustedes eran el uno para el otro. Sé que perdiste un par de millones de suscriptores y ganaste esa misma cantidad de haters, pero tú mismo dijiste una vez que si tenías haters era porque estabas haciendo algo bien, además ese par de millones no se comparan con los mas de quince millones que aún están contigo.

-¿Crees que me importan los haters?, si que es cierto que los fans me importan, muchísimo, pero ante todo está Mangel, me hace daño el estar aquí y que todo me recuerde a él, que todo me recuerde que me odia. Lo único que quiero es salir de este infierno al que él me condeno.

-Si de verdad quieres acabar con el recuerdo de Mangel, no lo lograras escapando a otra ciudad, país o continente. La única manera para olvidarlo es enfrentarlo.

-No puedo -digo dirigiéndome al sofá.

-¿Por qué no? ¿Qué pasa si él aún te ama? -dice él siguiéndome.

-Eso es imposible -digo resignado.

-¿Por qué?

-Porque nunca me amo.

-¿Te lo dijo él? -dice él con suma atención en mí.

-Pues... -comienzo a decir, creo que sé a dónde quiere llegar.

-¿No crees que pudo haber mentido? -dice mirándome fijamente.

-No lo sé -digo bajando la mirada, sus ojos me intimidan -De igual manera, ¿ahora que mas da?, yo ya no lo quiero, ni quiero estar en este lugar que me trae tan malos recuerdos, solo quiero irme y empezar de nuevo.

-¿Estás seguro?

-Si, lo estoy -no realmente -pero no entiendo la razón de tu interrogatorio -digo un poco molesto.

-Lo lamento, pero es que yo también necesito estar seguro.

-¿De qué hablas? -oh, mierda.

-Creo que son obvias mis intenciones contigo ¿no?

-Ah -es lo único que logro vocalizar.

-No me digas, ¿confundí las cosas o aún sigues amando a Mangel?

-Tengo que ir al baño -respondo cambiando totalmente de tema.

-Lo entiendo, es momento de que me vaya -dice levantándose del sofá.

Joder, vaya desastre.

Carlos camina hacia la puerta, ¿qué hago?, él abre la puerta y es cuando reacciono.

Camino hacia él y tomo su mano antes de que cierre la puerta.

-Lo lamento, hace tanto que no me relaciono con lo sentimental que no sé como manejar una situación como esta -digo.

-¿Entonces? ¿Yo te gusto? -dice él ilusionado.

-No lo sé, creo que si, nunca me han gustado los hombres, bueno, solo Mangel, pero no puedo estar seguro.

-Yo haré que estés seguro.

Dicho esto se acerca poco a poco a mí,  su rostro se acerca al mío y sus labios se abren un poco, no estoy seguro de hacer esto.

«Lo estás engañando» escucho en mi mente una y otra vez.

En ese momento veo a Mangel parado en el marco de las escaleras mirándome fijamente.

«Hazlo»

Corto la distancia que me separa de Carlos y lo beso en los labios, entregándome en cada roce de nuestros labios, a pesar de que no se siente nada bien, no quiero parar.

A Horrid Reality (Rubelangel)Where stories live. Discover now