Capítulo 23: Ya no hay boda.

375 42 23
                                    

* Narrado desde el punto de vista de Mangel *

No puedo expresar la felicidad por la que estoy pasando ahora mismo y es que aún no puedo creer que Rubius me haya perdonado tan fácilmente, pero me esforzaré para que no se arrepienta de haberlo hecho, le voy a demostrar cuanto lo amo y esta vez para siempre.

Espero con ansias irme de aquí con él.

-Mi amor, ¿te parece si preparamos nuestras cosas y nos vemos en el aeropuerto? -pregunta Rubius con ese dulce «mi amor» que me fascina.

-Claro, voy a mi departamento, arreglo todo y te veo en el aeropuerto, ¿a qué hora, cariño? -pregunto emocionado.

Sus ojos se iluminan al escucharme decir «cariño» y sonríe.

-Voy a programar el vuelo, te mando un mensaje con la hora ¿vale? -dice aún con esa sonrisa.

Ser la causa de eso me hace sentir vivo, después de seis meses, al fin estoy vivo de nuevo, al fin estoy con el amor de mi vida.

-Vale, te veo más tarde, te amo -digo y tomo su mano para que se acerque a mí, le doy un suave beso en la mejilla, pero antes de alejarme toma mi rostro y me da un beso en los labios.

-Ahora me puedo dar ese lujo -dice él separándose de mis labios -te veo más tarde, te amo.

Entonces comienza a caminar a su hotel, supongo.

-¡Me vuelves loco! -le grito llamando la atención de algunas personas cerca.

Él voltea a verme y se pone rojo enseguida, vocaliza un «te amo», después voltea y continua caminando.

-Si es que lo sabía, se aman lo que no esta escrito -dice Michell emocionada.

-Gracias Michell, no estaría siendo la persona más feliz del mundo de no ser por ti -digo con una gran sonrisa.

-Se los debía, es su momento yo apoyé a esa loca.

-Ah, por cierto, tengo que ir al departamento a acabar con todo lo que tenga que ver con esa zorra.

-¿Quieres que te acompañe? -dice amable.

-Sería de gran apoyo, tal vez no sepa controlarme cuando la tenga cerca, pero tampoco quiero meterte en problemas.

-No te preocupes, ya me odia y para ser sincera, quiero ver su reacción cuando la dejes, será genial -dice entre risas.

-Vale, vamos -digo entre risas.

-Deje mi auto cerca, podemos ir por él.

-Mejor, no quiero caminar hasta mi departamento.

Encontramos el auto y vamos a mi departamento, en el camino llamo a todos los que contratamos para la boda y los cancelo a todos, recibo algunos insultos por el poco tiempo con el que cancelé todo, pero no me importa, después mando un mensaje a todos los invitados para avisarles que ya no necesitan presentarse, ya no hay boda.

Una vez adentro del edificio entro en el elevador y pienso en que decirle a Julieta.

¿Cómo le explico con calma que la dejo porque es una hija de puta que me engañó durante todo este tiempo y que oficialmente es la persona que mas odio en el mundo?

Veré como sale esto.

El elevador se para en mi piso y salgo junto con Michell hacia mi departamento, abro la puerta y encuentro a Julieta arreglando el sofá dónde tuve que dormir.

-Tranquilo, piensa en Rubius -dice Michell tratando de que no me altere.

Pienso antes de hablar y trato de estar calmado, esto acaba hoy de igual manera.

-Ya no es necesario que lo hagas -le digo a Julieta.

Julieta voltea a verme y ve detrás de mí a Michell, su expresión luce enojada ahora.

-¿Qué hace ella aquí? -dice evidentemente molesta.

-La traje yo, vino a ayudarme -digo indiferente.

-¿A qué?, yo no quiero a esta tipa en mi casa.

-Esa es la cuestión, esta no es tu casa, el departamento es mío, y considerando que a partir de hoy ya no eres nada mío, puedo traer a quien quiera.

A Horrid Reality (Rubelangel)Where stories live. Discover now