Capítulo 55: ¿El final?

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* Narrado desde el punto de vista de Rubén *

La mañana siguiente.

Despierto percibiendo un olor familiar en la habitación, abro los ojos y noto que Mangel no está a mi lado en la cama, lo que sospechaba... Está haciendo café.

Me levanto únicamente con un boxer puesto, sé que es invierno y debería ponerme algo más de ropa pero soy Noruego, esto no es nada para mí. Bueno, si que es verdad que la calefacción está encendida.

Me miro en el espejo que tiene Mangel en la habitación, mi cabello está todo revuelto, me hace falta un corte, pero ahora mismo no me apetece hacerlo, tal vez otro día.

Camino hacia la cocina del departamento, pero encuentro a Mangel poniendo dos tazas de café, galletas y chucherias en una mesa pequeña para cama, entonces alza la mirada y me encuentra viéndolo. Rápidamente deja la mesa en la barra de la cocina y se acerca a mí mientras muerde su labio inferior.

-¿Buenos días? -pregunto confundido por su reacción.

-Tú eres lo bueno de este día -dice, llega hasta donde estoy y me toma por la cintura para acorralarme contra la pared.

Comienza a besarme con ansias, pone una mano en mi cuello y con otra sigue sujetando mi cintura, después de unos segundos comienza a recorrer todo mi torso con sus manos, logrando excitarme por completo. Después se separa de mí con la respiración muy agitada.

-¿Qué fue eso? -digo yo también con la respiración agitada.

-Maldita sea Rubius, si no quieres que te rompa el culo contra la pared, tienes que dejar de aparecer así de sexy por el departamento -dice recuperando su respiración normal.

-Hombre, yo que iba a saber que no te puedes resistir a mí -digo soltando una risa.

-Hemos hecho el amor, bueno, te he roto el culo ¿qué? ¿Unas cien veces el ultimo mes? ¿Aún crees que soy minimamente capaz de resistirme a ti? ¿Ya olvidaste que tus encantos gays fueron los que me hicieron homosexual? -dice soltando una fuerte risa.

-Y orgulloso estoy de eso, ¿imaginas a cuantos más podría volver homosexuales?, no sé, los fans me shippean mucho con Vegetta, algunas veces con Alexby, ah, y con Perxitaa, se vuelven locos shippeandome con él -digo molestándolo por su anterior comentario.

El rostro de Mangel se pone serio, me huele a celos, pero se lo merece.

-¿Perxitta? ¿El gilipollas con el que no dejabas de hablar hace un tiempo? -dice muriéndose de celos.

-No he hablado con él en semanas. Oye, buena idea, le voy a marcar, tal vez hoy pueda ir a su departamento a jugar un Overwatch -digo como si nada.

-Y de paso te llevas tus cosas y te mudas con él ¿no? -dice y camina furioso hacia la habitación, tengo que aguantar las ganas de descojonarme.

Tomo la pequeña mesita de la barra y lo alcanzo en la habitación, lo veo buscando algo en su ropero, dejo la mesita en un buró que está a un lado de la cama y me acerco a él, por su gesto sé que tal vez me pase.

-Hey, mi amor -le digo para llamar su atención.

-¿Sigues aquí?, pensé que te habías ido con Perxitaa -dice indignado.

-Celos de tus ojos cuando miras a otro chico ¡tengo celos! ¡Celos! -comienzo a molestarlo cantando esa canción.

-Rubén déjame en paz -dice, se voltea y yo aprovecho para tomarlo y lanzarlo a la cama. Segundos después me subo encima de él.

Acerco mis rostro al suyo, hasta que nuestras respiraciones se mezclan.

-Tienes que entender que yo soy solo tuyo -digo y lo beso.

-Joder, no entiendo como es que te amo tanto -dice cuando nuestros labios se separan y me toma de las caderas para posicionarse encima de mí -Vamos a desayunar, muero de hambre.

-Y ¿qué quieres comer? -pregunto con tono seductor.

-Por ahora el café que preparé, tal vez más tarde a ti.

-¿Tal vez?

-No me tienes muy contento.

-Y ¿si nos bañamos juntos?

Mangel sonríe ante mi proposición.

-Trato hecho -dice satisfecho -ahora ven aquí.

Se baja de mí, se sienta a un lado de la cama y me hace una señal para que me siente a un lado de él, cosa que hago. Él pone la mesita sobre nosotros y desayunamos el café que preparó, joder, el café de Mangel es el mejor que he probado.

Minutos más tarde terminamos de desayunar y él deja la mesita en el buró.

-Voy a preparar el agua -dice, me da un beso fugaz y se levanta con dirección al baño.

Yo me dispongo a llevar los vasos a la cocina pero escucho como alguien toca el timbre del departamento, es extraño que no hayan avisado que alguien subía, pero tal vez podría ser Alex con noticias de Michell, así que me pongo rápidamente un pans y una playera de Mangel.

Vuelven a tocar.

-¿Podrías revisar quién es, mi amor? -Escucho a Mangel desde el baño.

-Si, a eso voy, cariño.

Entonces me doy prisa y abro la puerta.

-¿Tú? ¿Qué carajos haces aquí? ¿Cómo mierda supiste donde vivo? -pregunto molesto al mirar ese rostro tan conocido.

Azucena.

-Hey, creo que deberías calmarte un poco, ¿al menos un hola? -dice ella tímidamente.

¿Desde cuando ella es tímida?

-¿Quieres responder a lo que te pregunté? -digo sin calmarme.

-Como lo supe es lo que menos, necesitaba verte -dice.

-¿Qué? ¿Ya no hay otro tonto que caiga en tu estúpido juego? ¿Que se enamore de ti? -no puedo calmarme mientras tenga a esta zorra en frente de mí -¿Acaso es dinero lo que necesitas?, dime cuanto quieres para que te largues de aquí.

-¡No vine por mí! ¿Lo entiendes?, si fuera por mí no estaría aquí.

-Vale, entiendo, ¿tú nuevo novio quiere que me saques dinero?

Azucena suspira.

-Nerea -dice y voltea a su lado derecho, llamando a alguien.

Entonces logro ver una pequeña niña de aproximadamente seis años que se acerca a Azucena y toma su mano.

Azucena baja la mirada hacia la pequeña, se le ve un poco asustada

-Tú -comienza a decir la pequeña con voz nerviosa y llena de miedo -¿P-papá?

Abro los ojos como platos y dirijo mi mirada hacia los ojos de Azucena, que se ven llorosos.

-¿Qué? -es lo único que logro vocalizar...

A Horrid Reality (Rubelangel)Where stories live. Discover now