Capítulo 45: Regreso a Madrid.

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* Narrado desde el punto de vista de Mangel * 

Al día siguiente.

Despierto junto a Rubius en nuestra habitación, él está abrazado a mí, me duele un poco la cabeza y no recuerdo nada de lo que pasó, ni siquiera como llegamos a nuestra habitación, pero ambos seguimos vestidos, vaya fiesta la de anoche. 

Tomo mi teléfono del bolsillo de mi pantalón, tiene un mínimo de batería, pero veo la hora, ¡mierda! ¡Es la una de la tarde! ¡Nuestro vuelo sale en dos horas! 

Miro a Rubius, me encantaría dejarlo dormir un poco más, pero necesitamos terminar de preparar todo y hacer el check out. 

-Mi amor -digo moviendo un poco a mi chico tratando de despertarlo -Cariño, despierta. 

Que sea tarde no significa que voy a despertarlo de mala manera.

Rubius se mueve un poco y comienza a abrir los ojos.

-¿Qué pasa, mi amor? -dice aún adormilado -duerme un poco más, me duele la cabeza.

-Eso es por todo lo que tomamos ayer -digo recordando un par de bebidas -Pero cariño nuestro vuelo sale en dos horas -le digo cerca del oído. 

-¡¿Qué?! -dice abriendo por completo los ojos e incorporándose en la cama -pero se supone que es hasta las tres de la tarde -dice poniendo una mano en su cabeza, creo que le duele más que a mí.

-Es la una de la tarde cariño -digo con un poco de gracia.

-¿Cómo?, y ¿por qué estás tan tranquilo?

-No iba a despertarte gritando ni mucho menos, eso es una putada, además aunque poco aún tenemos tiempo, ayer dejamos casi todo listo, solo hay que darnos prisa -digo con una sonrisa.

-¿Existe chico más perfecto que tú? -dice él mientras me devuelve la sonrisa -Te amo.

-Yo también te amo -digo y le doy un suave beso -Corre, hay que terminar de empacar. 

-Gracias -dice en un tono dulce. 

-¿Por qué? -pregunto confundido.

-Por ser mío -dice con una sonrisa y se levanta para terminar de acomodar sus cosas en las maletas.

Sus palabras me hacen sonreír. Me levanto de la cama y termino de sacar mi ropa del armario y de los cajones, realmente no es mucha. 

En menos de una hora terminamos de empacar todo y de cambiarnos la ropa, ya solo revisamos la habitación para asegurarnos de no olvidar nada. 

-Aquí estaba -dice Rubius. 

-¿Qué cosa? -digo volteando a verlo. 

-Mi móvil, estaba debajo de esta cajonera, pensé que lo había perdido, no recuerdo en que momento quedó aquí -responde él.

-Menos mal que revisaste antes de irnos.

-Si, espero que Michell no me haya buscado pues está apagado, no sé cuanto tiempo llevaba ahí abajo -dice un poco preocupado.

-No lo creo, de igual manera sabe que estás conmigo, me hubieran llamado a mí. ¿Pasa algo con ella?

-No,  es solo que la ultima vez que hable con ella estaba un poco rara, pero tienes razón, si me necesitara te hubiera llamado a ti.

-Bueno, ¿estás listo para irnos? 

-No, el tiempo aquí paso muy rápido, pero es momento de volver pues quiero enfrentar todo. Quiero que estés conmigo para siempre -dice en un tono muy dulce.

-¿A qué se debe tanto amor? -pregunto acercándome a él. 

-No sé, desperté de buen humor -contesta sonriendo, termina con la distancia que hay entre los dos y me da un beso -Vamos, tenemos que irnos.

Ambos tomamos nuestras maletas y damos el ultimo vistazo a la habitación, al parecer ya está todo. 

Nos apresuramos en salir de la habitación y en tomar el ascensor para bajar a la recepción, no nos queda mucho tiempo para llegar al aeropuerto puntuales.

-Tú traes los boletos, ¿no es cierto, amor? -le pregunto a Rubius. 

-Si, están en la parte delantera de la maleta, cuando lleguemos al aeropuerto los saco, tranquilo cariño -dice sonriendo.

Llegamos a la recepción, entregamos las llaves, pagamos los servicios que utilizamos, realmente fue muy poco, Michell se encargó de hacer que nosotros no gastáramos casi nada, finalmente salimos del hotel y tomamos uno de los taxis que comúnmente se encuentran fuera de este.

Llegamos rápidamente al aeropuerto, no está muy lejos del hotel, pagamos al taxista y bajamos nuestras cosas, caminamos dirigiéndonos a una fila de personas, necesitamos documentar las maletas para poder abordar. 

-No te olvides de sacar los boletos mi amor -le digo a Rubius.

-Cierto -dice y alza su maleta para sacar el folder que nos dio Michell, de él saca un par de boletos -sostenlos -yo los tomo y él vuelve a guardar folder en la maleta -gracias por recordarme, cariño.

Tomo su mano y él me mira. 

-¿Estás nervioso? -le pregunto.

-¿Tú? -replica él.

-Un poco, no tengo idea de como lo tomará mi familia. 

-Al parecer hay que decirles a muchas personas sobre lo nuestro.

-Es una putada, pero vale la pena.

-¿Lo crees? 

-Totalmente, todo irá bien mientras estemos los dos juntos. 

Rubius me mira, sonríe y me abraza. Sé que todo por él vale la pena, más que cualquier otra cosa en la vida.



A Horrid Reality (Rubelangel)Where stories live. Discover now