Capítulo 8: Futura esposa.

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* Narrado desde el punto de vista de Mangel *

-Este platillo me parece delicioso, ¿no lo crees, cariño? -pregunta Julieta

-¿Eh?, ah, si, a mí me gusta -digo, no sé por qué estoy tan distraído hoy.

-Me permitiría un momento con mi prometido -le dice Julieta a la Ana, la chica que nos está mostrando los platillos para nuesta boda.

Julieta insistió bastante para que la acompañara a la degustación de platillos y así escoger uno para la fiesta de nuestra boda, detesto hacer esto, para mí todo sabe igual, yo le repetí varias veces que no era necesario que yo viniera, que seguro ella escogería algo perfecto, pero insistió tanto que no pude decirle que no.

-Claro, yo iré a revisar la bodega para ver si llego un pedido, con permiso -dice Ana y se va caminando, una vez que desaparece, Julieta voltea a verme, parece molesta.

-¿Qué pasa contigo? -pregunta Julieta, extrañada.

-¿Qué? -pregunto como si nada.

-¿Acaso no te importa esto?, porque no te noto muy presente en todo esto, es nuestra boda Mangel y creo que debería interesarte.

No esta enojada, la noto desilusionada, mierda, ¿qué estoy haciendo?, después de todo lo que hizo por mí, le debo el al menos estar interesado en esto.

-Lo lamento en verdad cariño, es solo que nunca he sido muy crítico con estas cosas, me conoces bien, no se me da bien, pero claro que me interesa nuestra boda, tú eres muy importante para mí, en eso no puedes tener dudas -me acerco a ella y le doy un suave beso en los labios -nunca.

Julieta sonríe ampliamente.

-Es verdad, perdón por exaltarme, tal vez son los nervios de la boda, no puedo estar de otra manera, ¡es en menos de dos semanas! -dice ella

-Lo sé cariño, lo sé, yo estoy igual, puedo entender que estés así, es una fecha sumamente especial -le digo con una sonrisa.

-Disculpen que los interrumpa, pero tengo otra cita en breve -dice Ana caminando hacia nosotros.

-Oh, si, lo lamento, teníamos que hablar un par de cosas -dice Julieta.

-¿Eligieron alguno de nuestros menús? -pregunta Ana educadamente.

-Si, será el último que probamos -dice Julieta y me mira como buscando que dijera algo.

-Si, el último es perfecto -digo.

-Muy bien, lo tendremos listo, para el veintiuno de este mes, ¿verdad? -pregunta la chica.

-Exacto, para cien personas aproximadamente -le respondo.

-Perfecto, lo agendaré, tengo su numero, les llamaré si ocurre algo.

-Muchas gracias -dice Julieta mientras se levanta, yo le sigo -Estamos en contacto.

-Los acompaño -dice Ana señalando la dirección hacia la salida.

-Gracias -digo y me despido de la chica.

-Hasta pronto -dice Julieta.

Llegamos al departamento unos minutos más tarde, es una ventaja que el salón esté tan cerca del departamento.

-Voy a darme una ducha, mi amor -dice Julieta dejando su bolso en la cama de la habitación y buscando ropa en su armario.

Yo me acerco a ella.

-¿Quieres que te acompañe? -le digo al oido mientras le abrazo por la espalda.

-Si, amor -dice girándose y dándome un beso.

Beso que fue interrumpido por el timbre de la puerta.

-Joder, ¿quién puede ser? -digo soltándola.

-Ve a abrir amor, yo te espero en el baño -dice Julieta y camina al baño.

Salgo de la habitación y escucho como tocan nuevamente el timbre de la puerta, la abro y encuentro a Michell parada aquí.

-¿Qué demonios haces tú aquí? -le suelto, su mera presencia me molesta, me recuerda a Rubén.

-Mangel, solo necesito que me escuches un par de minutos, por favor -dice ella ansiosa.

No entiendo qué busca conmigo.

-Rubius... -comienza a decir.

-No quiero hablar de ese gilipollas -digo interrumpiéndole y empiezo a cerrar la puerta.

Ella la para.

-¡Se va mañana! ¡Se va a ir para siempre! -dice exaltada.

¿Qué?

Me quedo de piedra al escuchar eso.

Michell aprovecha para abrir la puerta.

-¿Dejarás que se vaya?, sé que lo odias, pero lo odias por algo que él no te hizo, si tan solo lo dejarás explicarte como fue todo, él no tuvo la culpa por eso, ¡Rubius te ama! ¡Él también está sufriendo con esto! -dice desesperada.

-¿De qué mierda hablas? -digo molesto.

-Todo fue un plan, fue mi culpa y la de tu futura esposa, nada tuvo que ver con él, nosotras lo planeamos.

-No quiero más de esto, lárgate de aquí -digo exaltado.

-Por favor, habla con él, está en su departamento, no dejes que se vaya.

-¡Adiós! -digo en alto y tomo la puerta con fuerza para cerrarla.

-Joder -dice ella y tira una pequeña bola de papel dentro del departamento antes de que cierre la puerta por completo.

Tomo el papel y lo abro, es una dirección, la dirección de Rubén.

-¿Mi amor? -escucho a Julieta desde el baño.

No puedo quedarme así, ¿qué rayos fue todo lo que acaba de ocurrir?

Esto será lo más estúpido que haré hoy.

No le contesto a Julieta, tomo mis llaves.

Necesito buscarlo.

A Horrid Reality (Rubelangel)Where stories live. Discover now