Capítulo 13: Solo puede ser mío.

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* Narrado desde el punto de vista de Julieta *

-¿Qué? ¿Es una broma? -digo alejándome de Mangel.

-No lo es, pero no entiendo por qué tu reacción, solo lo vi unos minutos.

-Y ¿qué? ¿Se volvieron a besar? ¿Acaso volverá a ser tu «mejor amigo» con el cual me engañas? ¡Dijiste que él ya no existía para ti! -grito molesta.

-¿Por qué piensas que te voy a cambiar por él?

Porque si él te convence de creer la verdad no querrás volverme a ver.

-Rubén es capaz de convencerte de cualquier cosa, no sería la primera vez que trataría de difamarme y me aterra que tú puedas creerle -digo tratando de sonar triste.

Sé lo que estoy haciendo, pero tengo razones para hacerlo.

-Yo solo voy a creer la verdad -dice el con calma.

Joder, él sabe algo.

-¿A qué viene eso? -pregunto.

-A nada, solo trato de calmarte, últimamente has estado muy paranoica y quiero que sepas que yo no voy a creer algo que no sea verdad -dice él mirándome con tranquilidad.

No, a mí no me engaña, sé que está dudando de mí.

-Estoy embarazada -le suelto.

Bien, esto me dará tiempo, al menos hasta que llegue la boda.

-¿Qué? -su cara, entre confusa y sorprendida, me lo dice todo.

-Estaba aguardando para decírtelo pues los dos hemos estado muy ocupados en la boda, pero creo que es por él o ella -digo poniendo una mano en mi vientre -que he estado tan alterada últimamente.

Ahora que lo pienso mejor, no es tan mala idea, nos casamos y le digo que perdí al bebé, se sentirá culpable y se quedara conmigo, hasta puedo convencerlo para irnos de aquí y evitar que sepa la verdad.

-No juegues con algo así -dice él aún dudando.

Sé que no hemos tenido sexo muy seguido, pero la pastilla que puse aquel día en su café le hizo querer hacerlo conmigo y me puedo basar en eso para convencerlo, ese día no se protegió.

-No estoy jugando, tengo un retraso y aún me falta hacerme los análisis, pero compre una prueba en la farmacia, salió positiva -digo sonando segura.

-¿Desde cuando lo sabes? -dice sin expresión en su rostro.

-No mucho, tal vez dos días, estaba esperando para decírtelo en la luna de miel.

-Necesito salir -dice él dirigiéndose a la puerta.

-Podrías al menos fingir un poco de felicidad, es tu hijo -digo molesta.

-Ahora no Julieta, tan solo ahora no -dice, no puedo identificar su tono de voz.

Él sale y cierra la puerta a su paso.

Bien, ahora no me importa como lo haya tomado, lo importante es que tengo tiempo para que él no se aleje de mí y pueda saber la verdad.

Reviso mi teléfono, tengo un mensaje de Michell, esa zorra sigue molestándome.

Leo el mensaje.

¿Por qué no lo dejas libre de una vez?, ya lograste tu vengaza, ¿ahora que más quieres hacerle?

Ya no sé si me arrepiento de haber difundido aquel vídeo, estaba tan molesta que lo único que quería era destruirlo, destruir a Mangel e irme, abandonarlo y que perdiera lo único que le quedaba.

No pude, no pude irme, no pude permitirme estar lejos de él y que Rubén pudiera recuperarlo, no quiero verlo con él. Mangel jamás estará con ese idiota. Mangel es mío, solo mío, yo le daré todo lo que Rubén «le arrebató».

No puede saber la verdad, él tiene que estar conmigo.

A Horrid Reality (Rubelangel)Where stories live. Discover now