Las últimas hijas de Krypton: Comienzos. [P.1]

PALOMITAS

Narra Carter:

Había pasado alrededor de una hora. No sabíamos nada de Karen y Kara. Yo estaba con Winn mientras el hablaba de videojuegos, me cae bien este tipo. Luego, vi a Karen salir de la oficina y corrí a saludarla.

—Hola, ¿cómo te fue?
—De maravilla, gracias por preguntar—dijo ella mientras se pasaba un mechón imaginario por detrás de la oreja.
—¿Harás algo? Podemos ir al Museo de National City; escuché que hay una exposición inspirada en Agatha Christie.
—Agradezco la invitación, pero, tengo que hacer un reporte sobre el libro de Los Miserables—dijo mirándome fijamente. —Vale el 30% de mi nota global.
—Comprendo, ¿necesitas ayuda?
—No, gracias. No quiero hacerte perder tiempo—dijo un poco apenada.
—Ayudar a una amiga no es perder el tiempo.
—Tengo que ir a la biblioteca. Nos vemos luego—dijo ella mientras tomaba su mochila.
—¿Por qué no buscas en internet?
—Mi teléfono no tiene carga, y no tengo una computadora a la mano—dijo mirando al suelo.
—Esta claro tu memoria es de corto plazo. Vení, te consigo una computadora y te ahorras un viaje.
—Gracias, Carter.

En ese momento nuestras miradas se cruzaron, ella me veía con esos hermosos ojos cafés, fue algo mágico, como si nuestras mentes se desconectaran por cinco segundos del mundo real. Ella me sonreía tímida y el sonrojo apenas apareció -en una morena es difícil notarlo, pero quiere decir que es demasiado sonrojo- le quería acariciar la mejilla, pero el momento se vio interrumpido. 

—Carter, traje pa...lo...mitas. ¿Interrumpo algo?—dijo Winn mientras nos analizaba, Karen apretó sus ojos nerviosa.
—Winn, qué susto. Carter me iba a prestar una computadora—dijo Karen.
—Si quieres usa la mía. Saldré 20 minutos antes—dijo Winn guiñando su ojo.
—Gracias, Winn—dijo Karen y se fue al escritorio de Winn.
—¿Te gusta Karen?—pregunto Winn
—No, para nada, la acabo de conocer.
—Ajá—dijo Winn mientras se metía una palomita a la boca. —Di lo que quieras, tarde o temprano lo vas a aceptar. Debo irme, toma tus palomitas.

Sostuve las palomitas por un momento mientras pensaba en las palabras de Winn. ¿Soy tan obvio?

—Carter, ven un momento—dijo mi madre sacándome de mis pensamientos.
—Sí, mamá.
—Tú hermano llamó, está en la ciudad. Así que tendremos una cena familiar en casa, les haré pollo—dijo mi madre sonriendo.
—Seguro te queda rico—dije, ella volvió a sonreír. 

Salí de la oficina y vi a Karen, se veía tan centrada en su tarea. Lástima que Winn bloquea la vista, aún así pude ver lo linda que es. De repente sentí una palmada en la espalda, volví a ver y era Adam, mi hermano.

—Adam, ¿y ese milagro?—dije abrazando a mi hermano.
—¿Mamá no te lo dijo? Estaré en la ciudad hasta mañana—dijo Adam.
—La verdad sí lo hice, pero Carter no está en la Tierra por ahora—dijo mi madre saludando a Adam
—No entiendo, ¿me perdí de algo?—dijo Adam
—Sí—dijo mi madre.—A Carter le gusta Karen, es la prima de Kara.
—Ssh, baja la voz.
—Dios, nunca creí que iba ver algo así—dijo Adam entre risas.
—Lo sé, es todo un hombrecito—dijo mi madre mientras apretaba mi mejilla.
—Mujer, ¿no tienes algo que hacer?—le dije poniendo los ojos en blanco.
—De esta no te salvas, hermanito.