Las últimas hijas de Krypton: Comienzos. [P.1]

NADIE ESTABA LISTO

Narra Barry:

Mis ojos hacen un esfuerzo sobrehumano por abrir. No siento mis piernas, y me duele demasiado la cabeza. Sé muy bien que alguien me ha estado controlando, pero, no recuerdo nada de lo que paso. Tengo vagos recuerdos de Carter, de Karen y Kara; pero no son muy claros.

—Buenos días—dijo Alex entrando en la habitación.
—Hola, Alex, ¿qué tienen de buenos?—dije logrando, finalmente, abrir mis ojos.
—No lo sé, es el trabajo de Kara ver el lado bueno de todo—dijo para luego colocarme una inyección. —Es un antídoto para el virus.
—Gracias—dije con un hilo de voz.
—¿Cómo te sientes?
—No siento mis piernas, y al parecer fui el títere de alguien. Pero, por lo demás, estoy bien.
—¿Sabes quién es ese alguien?
—No lo recuerdo, no recuerdo nada de lo que pasó—dije, mi frustamiento era notorio.
—Se lo que sientes.
—¿De verdad?
—Sí. Es como cuando ingieres demasiado alcohol, hasta el punto de quedar inconsciente. Luego ves que estás en la cama, con alguien más, en un lugar dudosamente higiénico. La diferencia es que tu no estabas ebrio. 
—Es un curioso ejemplo—dije un poco confundido.
—Lo sé, lo sé. ¿Seguro que no recuerdas nada?
—Un poco, pero es un recuerdo fugaz.
—Es un alivio que Kara no este aquí, la decepcionarías por completo si le dices que no recuerdas nada.
—¿Dónde está Kara?
—Buscando a Karen.
—¿Y a dónde se metió Karen esta vez?—dije alzando una ceja.
—Fue a la Fortaleza de la Soledad a desechar la kryptonita. Tiene 65 horas desaparecida.
—Es una...—Me disponía a iniciar la palabra "broma" cuando fui interrumpido por los altavoces de la DEO.

"Noticias de último momento: El murciélago de Gotham City, Batman, ha muerto. Se ha encontrado su aerodeslizador en el acantilado de Gotham City, aún no se sabe el porque de este brutal impacto; un impacto tan fuerte que hizo que toda la zona se derrumbará. Ningún humano podría resistir un impacto de esta magnitud. Descansa en paz, Batman."

La noticia fue realmente devastadora, Alex y yo nos quedamos en silencio. El buen hombre que ayudo a Karen está muerto. El teléfono de Alex interrumpió el silencio que se había creado en la habitación.

—Kara, ¿qué sucede?... Kara no entiendo lo que me dices... Intenta dejar de llorar, respira Kara... Lo sé, recién lo anunciaron en la DEO... ¿Qué ella qué?... No puede ser...—la voz de Alex se empezó a cortar. —Llámame si necesitas algo... Te amo, Kara—Alex cortó la llamada me miro fijamente, con los ojos empañados.

—¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

—Karen está muerta.

—¿Qué?—dije, sentí como mis ojos empezaban a nublarse y las lágrimas empezaban a salir.

—Ella y Batman eran amigos, cuando regresaba de la Fortaleza, él se ofreció a ayudarla...—Alex no pudo continuar y se hecho a llorar, me abrazo, sus lágrimas caían en mi cuello. —Era tan joven, no merecía un final así, era como una hermana para mí

Sentí una brisa, y vi que eran Kara y Clark. Ambos tenían los ojos rojos e hinchados. La muerte de Karen era un golpe inesperado; la muerte no es algo que alguien elige; la muerte no pide permiso; la muerte llega y lo arrebata todo sin cuestionarte. Desgraciadamente a Karen le llegó su muerte de la peor manera.

Recuerdo la primera vez que vi a Karen, fue en el campo de pruebas, la carrera, el misil, su poder de controlar los elementos. Quizá la retuvimos tanto que no supo como detener la tierra, o hacer un campo de fuerza. Quizá su muerte sea nuestra culpa por no dejarla ser quien realmente es. Ahora es tarde para arrepentirnos de todo el daño que le hicimos, que le hice.

—Nadie se puede enterar de esto—dijo Clark con un hilo de voz. —Al menos no ahora.

—¿Por qué no?—dijo Kara con las mejillas y ojos rojos.
—Si decimos que Karen murió, empezarán las preguntas, y no tenemos la fuerza suficiente para dar noticias de ella. Además es raro que su muerte sea en las mismas fechas que murió un héroe, uno de mis grandes amigos—dijo Clark.

—¿Qué di-diremos si preguntan por ella? ¿Qué le va-vamos a decir a Carter y a Cat? En especial a Carter, él la quiere de-demasiado y la noticia lo partiría en dos—dijo Kara con la voz entrecortada por el llanto.

—Que no está en la ciudad, que se fue a Metrópolis por un intercambio y que está viviendo con Clark—dijo Alex, casi parecía un susurro.

—Es una buena idea—dije sin ánimos, Alex hizo un esfuerzo por sonreír.

Todos en la habitación permanecimos callados por un par de minutos. La muerte de Karen fue una sorpresa para todos. Nadie estaba listo para dejarla ir.

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CONTINUARÁ EN LAS ÚLTIMAS HIJAS DE KRYPTON, PARTE II
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