FUEGO

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Narra Barry:

Después de besar a Kara logré sentir una gran energía en todo mi cuerpo. Estaba demasiado feliz y sabía que necesitaba correr para poder sacar toda esa energía. Quería besar a Kara desde el primer momento en que la vi, y hacerlo había sido como vivir un sueño. Sin darme cuenta ya había llegado al Puerto de National City, decidí descansar y ver el agua. Todo estaba pacífico hasta que una voz familiar me saco de mis pensamientos.

—¡Barry, ayuda!—grito¿Karen?
—¿Karen, dónde estás? 
—¡Estoy atrapada en los contenedores, no puedo respirar!
—¡Voy en camino! ¡Resiste!
—¡Ayuda!—grito Karen muy desesperada.

Corrí hasta los contenedores, sabía que no podría moverlos. Noté el contenido de estos, era petróleo; me preocupa pensar que por querer liberarse Karen prenda en fuego todo el muelle.

—Intenta no usar el fuego, veré como lo resuelvo.
—¿Fuego? Nunca pensé que una hija de Rao tuviera esos poderes—dijo un hombre de vestimenta negra.
—¿Quién eres? ¿Dónde está Karen?
—Karen es un absurdo nombre, prefiero su nombre original, Ka...
—No te hagas el distraído, responde, ¿quién eres? ¿Qué quieres?
—Quiero muchas cosas, ver a mi hija, por ejemplo—dijo el hombre acercándose peligrosamente a mí.
—Non—murmure entre dientes.
—Correcto, soy el General. Y tú, hombre de rojo, tienes contacto con mi hija y sus estúpidos primos. 
—Antes de tocarle un sólo cabello, tendrás que pasar sobre mí, sobre Supergirl, Superman y toda la DEO.
—¡Ay, pero qué susto!—dijo en tono burlesco. Iba a responderle, pero en ese momento vi una espora verde, igual que la de las cordilleras. La espora se impregno en mí, descubrí que fue él quien había creado el virus. Su risa malvada fue lo último que vi antes de desmayarme.

Narra Karen:

Había pasado una de las noches más felices de mi estadía en la Tierra. Carter era sin duda un gran anfitrión, vimos las películas de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, comimos palomitas caseras, y jugamos juegos de mesa. Conocí más a Carter, y el conoció un poco más de mi versión terrícola. La noche se nos hizo eterna, ambos nos quedamos dormimos en el sofá. A la mañana siguiente desperté, pero no vi a Carter. Lo busqué hasta que encontré una nota en la cocina, donde me decía que se había ido a clases. 

Me duché, fui al cuarto de lavandería por mi ropa del día anterior, y cocine un desayuno junto a mi infaltable café. Recordé que había dejado mi teléfono en casa de Kara, volé haciéndome invisible y lo fui a traer junto a mi cargador. En lo que se cargaba decidí ordenar un poco la casa de Carter, era lo menos que podía hacer. Una vez cargado mi teléfono, me puse a ver Twitter y leer un poco de noticias. También vi que tenía casi 100 llamadas perdidas de Kara y Alex, no pensaba responder ninguna. 

Carter llegó a eso de la 1:03pm, yo seguía en Twitter. Entró y me saludo con un beso en la frente, yo sonreí tímida.

—¿Qué tal tú día?—pregunto mientras dejaba su chaqueta en el sofá.
—Un poco aburrida, sin compañía.
—Bueno, llegó tu salvación—dijo entre risas. —¿Tienes hambre?
—Muero de hambre—dije riendo.
—Ordenaré pizza—dijo para luego dar una mirada a su alrededor.—¿Qué le hiciste a mi casa, Danvers?
—¿Te gusta?
—Me encanta, no tenías porqué.
—Quería hacerlo.

Carter y yo nos quedamos viendo en silencio por unos segundos. Un silencio agradable, como si nuestras miradas hablaran a gritos.

—¿Ordenó la pizza?—dijo Carter cortando el silencio.
—Claro—dije sin dejar de verlo. 

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¡Hola! Este es un mini capítulo, un trailer se puede decir, porque casi no he actualizado y no quería dejarlos sin nada. El sábado subiré el capítulo original. Los quiero❤


Las últimas hijas de Krypton: Comienzos. [P.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora