CARRERA HASTA EL DEPÓSITO

1.4K 112 11
                                    

Narra Kara:

Estoy siguiendo a Barry por toda National City, hasta que llegamos a las afueras de la ciudad. Barry no deja de correr; tengo miedo de que el virus afecté su sistema nervioso y lo haga actuar diferente, que nunca más vuelva a ser él.

—Flash, detente—dije haciendo eco, la tierra se levantó; y Barry tuvo una leve caída, pero se puso rápido de pie.
—¿Te asusta qué sea más rápido, Supergirl; o te asusta que ya no tengas el control sobre mí?—dijo con un tono arrogante, pero parando al fin.
—No pretendo controlarte, quiero ayudarte.
—Sí, claro. ¿Por eso te enamoraste de mí? Te doy lástima, ¿cierto? El pobre niño que perdió a sus padres por dos velocistas-dijo en tono burlesco. Quería llorar, no sabía lo que estaba ocurriendo, pero me dolía que Barry pensará eso.

«No dejes que juegue con tú mente» «¿Karen?» «Kara, no es Barry el que está hablando, es el virus. Alguien lo está controlando a su antojo. Intenta llevarlos al depósito, tengo un plan»

—Sólo hay una manera de resolver esto, Flash—dije mientras aterrizaba enfrente de él.
—¡Sorpréndeme!—dijo con tono burlesco.
—Una carrera hasta el depósito de National City. Finalmente tendrás el título del velocista más lento.
—Te vas a arrepentir, Supergirl.
—Lo dudo mucho, Flash.

Sin más preámbulo salimos corriendo hasta el depósito. Saqué ventaja fácilmente ya que Barry no conocía del todo la ciudad. Tomé un atajo y llegué en cuestión de segundos al depósito.

—¿Karen?—pregunté susurrando.
—¡Kara, cuidado!—dijo Karen apareciendo de su escondite.

Reaccioné tarde, Barry me había atrapado y tenía completamente inmóvil con una llave común.

—Sí, Kara. Ten mucho cuidado—dijo Barry susurrando en mi oído.
—Barry, tú no eres así—dijo Karen mientras aterrizaba suavemente. —Eres el héroe, no el villano.
—¡Aww, la pequeña Steel viene a salvar el día! ¡Qué conmovedor!—dijo Barry sarcástico.
—Barry detente—dijo Karen mientras se acercaba lentamente, Barry me sujetaba más fuerte.
—Si te acercas la mato—dijo Barry. Temblé de miedo al escuchar su voz.
—No, tú no quieres hacer eso. Tú la quieres, Barry, la quieres mucho—dijo Karen, haciéndome sonrojar. —¡Barry, tú mismo me dijiste que estabas enamorado de ella!
—El amor es para débiles, como tú y como ella—dijo Barry mientras me sujetaba con mayor fuerza.

Pude notar los ojos de Karen, desprendían rabia y tristeza. Vi como ella se hizo invisible de un segundo a otro, Barry intento buscarla, pero era inútil.

—¡Qué valiente eres, Steel!—grito Barry sin soltarme.
—¡Cállate, Allen!—dije con toda mi fuerza para así poder ocultar mis ganas de llorar.
—¿Quieres que me calle, Zor-El?—dijo lanzándome al suelo y acercándose peligrosamente.
—¡No te metas con ella!—dijo Karen apareciendo atrás de Barry. 

Karen volo hacia Barry colocando sus piernas en su cuello y botandolo de un golpe. Él se levantó rapidamente e intentó lanzarle un rayo, pero Karen congeló el piso haciendo a Barry caer al suelo. Barry intentó correr hacia mí, pero Karen había hecho un campo de fuerza a mi alrededor. De las manos de Karen comenzó a salir fuego, se lo lanzaba a Barry pero Barry lograba esquivarlas. De un momento a otro, Karen y Barry estaban en el suelo. Karen quedó abajo de Barry, así que sin dudarlo ella golpeó sus genitales haciendo que Barry se estremeciera, luego golpeó su cara y dejó a Barry inconsciente en el suelo.

—¿Estás bien?—dijo Karen rompiendo el campo de fuerza y ayudándome a levantar.
—Sí, estoy bien—dije poniéndome de pie.
—Perdón por esto. Nunca fue mi intención que salieran lastimados—dijo Karen mirando a Barry en el suelo.
—Hablaremos de eso luego. Debemos llevar a Barry con el equipo. 
—Muy bien, lo llevaré y luego vendré por tí.
—No, no irás volando. Pueden verte.
—¡Kara, no podrás sola, mírate, no estás en condiciones! Además, he volado durante todo el día. He estado practicando hacer invisible a otras personas y...
—Dije que no.
—¿Y quién eres tú para decirme lo que tengo y no que hacer? Cumplí 16 el 9 de marzo, no necesito que me digas que hacer, Kara. Ya no soy una niña—dijo Karen muy molesta.
—Soy tú prima, y aunque tengas 100 años debes respetar mis decisiones—dije también molesta.
—No eres mi madre y nunca lo serás—dijo Karen, vi como su cabello comenzaba a arder en llamas.
—Tú madre era una criminal y mentirosa, nunca seré como ella. Además, me alegra no serlo, porque odiaría tener una hija como tú—dije gritando muy enfadada.
—Me hubiera quedado en la Galaxia, tal vez así no tuviera tantos problemas como los que tu me das—dijo ella también gritando.
—¿Tú tienes problemas? Tú arruinaste mi vida Kar Zor-El, desde que llegaste a este planeta has has arruinado mi vida por completo—dije llena de ira. —Tengo que aguantarte todos los días, tengo que protegerte de que no cometas estupideces. Desde que viniste no he tenido ojos para nadie que no seas tú. Te odio enserio—dije, hasta ese entonces vi que Karen estaba llorando y noté de mi grave error.
—¡Eres un monstruo!—dijo Karen llorando. No pude detenerla porque ya se había ido del depósito.

Quisé seguirla, pero una voz me detuvo.

—Nunca te vi tan furiosa. Bueno, una vez, cuando Oliver te saco del equipo, está es la segunda—dijo Barry con voz débil.
—¿Estás bien?
—De maravilla, ¿y tú?
—Barry, la perdí.
—Ve tras ella entonces—dijo
—Tengo que llevarte a la DEO.
—Puedo ir solo, ahora ve por ella—dijo Barry. Sin dudarlo, salí volando a su encuentro, Busqué por horas pero no la encontré.


Las últimas hijas de Krypton: Comienzos. [P.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora