Aquí Lo Dejo

Si uno se esfuerza se consigue la paz

Tuve que resubir el capitulo anterior, todos mis votos y comentarios se fueron a la shusha. Todo por que la dedicatoria por la portada no cooperaba. -Llora-

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La cara de Feliciano luego de todo el percance en la azotea no tenia cabida.
Luego de que Romano se fuera y los dejara una vez mas, Alemania, quien lo venia buscando desde hace un buen tiempo, fue el primero en escuchar toda la historia, y, para impresión de Feliciano, fue el que peor reaccionó. Aun peor que el y que España. Y lo hizo en el momento en el que Veneciano derramó las primeras lágrimas.

-Te prometo-. Le había dicho después de secar sus mejillas-. Que lo voy a traer aquí aun que muera en el intento-. Y luego de eso, sobrevino un silencio el cual, junto con las paredes, fueron los únicos testigos de el suave beso que ambos se habían dado.

-«Por que nadie hace llorar a Feliciano sin que yo lo haga sufrir»-. Pensó el alemán mientras abrazaba al mas pequeño, para que este no note la cara de seriedad que había puesto.

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Ese día, Lovino había tenido un rendimiento especialmente pésimo. No podía concentrarse al 100% en las letales balas que lo dejarían lleno de plomo si se descuidaba, no podía hacerlo de la "forma convencional", por lo que había que esquivarlas una a una, y por eso había acabado al final con la ropa rota por tanta bala que lo había rozado.

-Vaya... Que rendimiento tan... "Peculiar"-. Murmuró Andrew luego de unas leves muecas.

-Callate-. Respondió el de la ropa rota haciendo un puchero. -Esto de España y Veneciano no me deja que me concentre-. Murmuró mirando al suelo levemente deprimido. -Quizá me pasé de agresivo con el-. Susurró pensando en el de ojos verdes.

Andrew no lo iba a admitir. Pero, el que ese español le robara cada tanto el pensamiento a el tomatito, (Aveces le decía así de cariño) lo ponía increíblemente celoso. Según el, si Lovino había sido dañado por el en tantas ocasiones, no sabia por que pensaba tanto en ello. Obviamente, esos pensamientos se los reservaba para si mismo. El no tenia ni voz ni voto en esos temas. No era nadie para decirle a Lovino si podía pensar o no en tal cosa, por lo que se conformaba con consolarlo cuando la tristeza se hacia demasiada.

-Igual... La semana que viene hay otra reunión, ¿Verdad? Ahí podrás pedirle disculpas-. Andrew sonrió, tratando de que no se note el odio-mal-controlado contra España.

-Eso creo...-Murmuró Lovino, apartando la mirada.

-Entonces, ya deja de ponerte mal por el, aun se pueden arreglar esos problemitas-. El sonrió, pensando en que de verdad si se podían arreglar los problemas.

Siempre y cuando una patada salvaje no deje a nadie mas noqueado, por supuesto.

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Si, por alguna razón en especial, le hubieras preguntado a los países si estaban listos para volver a ver a Lovino, tendrías muchas reacciones. Algunos se harían los orgullosos, otros dirían que solamente habían "Seguido la corriente" y que jamas habían sentido nada por su regreso, otros dirían "Eso creo" y se irían.