Sweet Autumn

Capítulo 9

Francesca y Pierre llegaron con los ojos rojos a casa. Ella se lanzó en el sillón aún con ganas de llorar y se refugió entre mantas.

—Quiero chocolate—lloriqueó Francesca.

Pierre estaba a punto de levantarse hasta que Morgan entró en la sala con una bandeja en las manos.
Traía dos cafés y una barra de chocolate.

Morgan besó a su hermana en la frente y la abrazó.

—¿Quieres saber que hicimos realmente?—preguntó la hermana mayor con la voz tomada.

Morgan escribió en un papel y luego se lo mostró a Francesca.

"Quiero saberlo si es que tu quieres contarlo, si prefieres callar y llorar en silencio lo respeto. Dime lo que quieras y escondeme lo que desees"

Pierre se levantó, y se dirigió al cuarto.

—Eres demasiado increíble—amenazó a volver a llorar.

Morgan se sentó junto a Francesca y las dos se abrazaron por un largo rato.

—Son las diez, ¿quieres comer algo?—preguntó Francesca.

Morgan escribió en un papel:
"Pierre hizo albóndigas"

—¡Amo las albóndigas!—festejó la pelirroja y se levantó en busca de los platos.

Las dos hermanas comieron en paz y alegremente, la pasaban muy bien juntas.

Antes de irse a dormir, Morgan le mostró a Francesca el dibujo que había estado pintando todo el día.

Francesca quedó boquiabierta.

—Eres maravillosa pintando, te contrataría para que pintaras mi cuarto.

La chica sonrió.

Francesca salió del cuarto, pero volvió a los segundos.

—Deberías sonreír mas seguido, tienes una hermosa sonrisa—Francesca le guiñó un ojo a Morgan.

A pesar de tener un día cansado, ninguna pudo dormir.

*******

—¿Qué haces?—preguntó Robbin.

—¡Ahh!—exclamó Dustin.—me asustaste, idiota—se quejó mientras se sentaba en la mesa.

—¿Desde cuando tomas leche a las cuatro de la mañana?—preguntó el hermano mayor.

—Desde que tengo insomnio.

—¿Desde cuando tienes insomnio?

—Desde hoy.

—Ajá.

—¿Y tú qué haces despierto?—preguntó Dustin.

—No puedo dormir, hay alguien en mi cabeza.

—¡Dijiste alguien!—chilló Dustin.

—Oh claro que no, ¡dije algo! ¡dije algo!

—¿Es la pelirroja?

—¡Que no!

—¡A Robbin le gusta Francesca!, ¡a Robbin le gusta Francesca!—canturreó Dustin.

—A veces me pregunto si en serio tienes trece años—se quejó Robbin.

—No entiendo por qué no te gusta, es una linda chica... Si yo fuera tú, ya me la hubiera coj...—lo interrumpió el rubio.